“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7 NTV Soy de las que cocino sin medidas, y me encanta crear nuevos platos y combinar ingredientes. La cocina me apasiona. Pero te diré como comenzó.
Mi mamá era conocida por el sabor de su comida. Si íbamos a una fiesta, bastaba solo darle unos minutos para que la vieras en la cocina, sea por voluntad propia o por invitación. Y como le encantaba cocinar, nunca nos dejó cocinar mientras íbamos creciendo. Llegó el momento en que me iba a casar y le decía que yo no sabía cocinar, que iba a ser una vergüenza el que yo no supiera nada, con una madre experta. Y su contestación la recuerdo siempre, “lo que necesitas es un libro de cocinar y sales cocinando” y adivinen cual fue uno de sus regalos de boda: un libro de cocina criolla. Y no estuvo muy lejos de la verdad. Su regalo fue el primero de otros libros, que siguieron con revistas y programas de cocina, y más adelante con programas de computadoras de recetas. Y entre la práctica, la innovación y el gusto, se fue creando en mi un banco de técnicas y conocimientos que al día de hoy puedo realizar y combinar sin mucho esfuerzo. Sigo leyendo sobre el tema para mantenerme, pero ya es más sencillo para mi que cuando comencé. Y así es la receta para la paz. Paz aún en medio de un mundo que convulsiona, que ha perdido la tolerancia y la paciencia. Comienza con conocer al Príncipe de Paz. Al principio se nos hace más difícil pero tenemos el libro de recetas: La Biblia. Allí tenemos todas las direcciones, y sustituyendo las llamadas que hacía a mi madre cuando tenía dudas, tenemos el Espíritu Santo que nos acompaña, nos ministra y nos habla. La clave está en combinar estos ingredientes con la oración y la fe. Debo confiar en las promesas y la Palabra de Dios que es firme y permanece. Él me pide que le entregue mis cargas, preocupaciones y necesidades. Él es el único que tiene control sobre este mundo y es el Todopoderoso. Es posible tener paz en este mundo y en nuestro interior. Esta receta no falla y siempre obtienes los mismo resultados. Oremos al Señor y entreguemos nuestras cargas, preocupaciones y ansiedad. Gracias por que siempre nos escuchas y nos das paz en medio de cualquier situación. Aumenta nuestra fe. Amén.
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“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” S. Mateo 5:16 RVR1960 Yo vivía en oscuridad. Mucha gente vive hoy en oscuridad. Yo vivía sin esperanza. Mucha gente vive hoy sin esperanza alguna. Pero un día mis ojos se abrieron y pude ver la luz. Lamentablemente, todavía muchas personas no pueden ver la luz. Es una bendición y más bien, por gracia (favor inmerecido) de Dios el recibir la salvación y entender las buenas nuevas del evangelio de Jesús, donde el Hijo de Dios sacrificó su vida, en total humildad y sumisión, por amor a mí… por amor a ti, solo para salvarnos de una eternidad en castigo muy merecida. Y entonces queremos que otros puedan ver la luz. Dios mismo nos envía a alumbrar en un mundo que vive en tinieblas. Debemos alumbrar con la luz de Cristo que hemos recibido. Pero… otros no la ven. ¡¿Por qué?! Entonces nos desesperamos, nos frustramos o en otras ocasiones no nos atrevemos a mostrar la luz porque otros no lo comprenden. Y buscamos maneras, utilizamos viejas costumbres para querer convencer. Queremos que otros vean nuestra luz y queremos encontrar herramientas para alumbrarlos. Pero fracasamos. Más bien, tienen a aborrecer la luz. Los cegamos con la luz, porque alumbramos mal. No es lo que queramos proyectar. No es lo que queremos alumbrar. La luz es vida en sí misma. La luz es Cristo y no nosotros. Brillamos con la luz, ¡sí! como igual brilla la luna con la luz del sol y no con luz propia. Es Cristo quien debe brillar a través de nosotros. Solo debemos decirle que nos muestre el lugar correcto para colocarnos donde Él debe brillar. Nuestras lupas, espejos, herramientas o artimañas las ponemos a sus pies, y dejando a un lado todo lo que es nuestro, entonces Él brilla, Cristo brilla y alumbra a los demás. Si son iluminados, si pueden ahora ver la luz, si quieren dejar las tinieblas, es solo obra de Cristo; es todo obra suya. Yo solo soy la lámpara vacía que el dueño llena con aceite y luego enciende con fuego. Si no tuviera el aceite, en vano sería tratar de estar cerca del fuego. El mundo vive en tinieblas. Cada día que pasa se ve más oscuro. Cada día que llega necesita más ver la luz. El mundo necesita de una iglesia pura que deje brillar la luz de Cristo. Una iglesia que se humille y se vacíe para que la verdadera luz pueda brillar. Una luz que no molesta a la vista, sino que abre los ojos con su resplandor. Una luz que no quema, sino que calienta el frío nos entumece. Una luz que muestra el camino a seguir. Una luz que no cesa, porque es la fuente misma, y no se desvanece. Es hora de ir postrados ante aquel que nos llamó a su luz admirable. Es tiempo de rendición para que su obra sea completada. En el proceso, nuestras tinieblas son disipadas y nuestro gozo es constante. Oremos al Señor dando gracias por la luz del mundo, Cristo, que nos dio vida cuando estábamos muertos en delitos y pecados y nos da la tarea de ir a llevar las buenas nuevas de salvación a un mundo que se pierde. Que nos ayude a rendirnos y dejarnos guiar por su voluntad. “en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos,” Tito 1:2 RVR1960 Pensaba en estos días en una situación que pasé con mi hija hace un año donde decidió ya no vivir más en casa. Y es normal que los hijos crezcan y quieran independizarse, pero el caso era que me indicó que ya no quería vivir más aquí. Fue muy difícil para mí. Aunque pase por un divorcio, y la vida no fue sencilla para mis hijos, siempre quise darles lo mejor de mi. Dios reconcilió mi vida con Él a tiempo y prácticamente fueron criados en la iglesia y tratando de dar testimonio del poder de Dios en nuestras vidas, aunque reconozco que no soy perfecta y tuve mis fallas, las cuales trato de identificar para no ocultarlas delante de ellos. Meditaba con el Señor acerca de esto y me pregunté si hubiera podido saber esto de antemano, si hubiera actuado distinto con ella, y hubiera dejado de hacer muchos sacrificios y la hubiera tratado de manera distinta, y la verdad es que hubiera hecho todo de la misma manera. La hubiera tratado y consentido igual aunque supiera que un día me dejara y no pudiera ver las cosas que como madre hice. La hubiera amado igual porque mi amor de madre hacia ella es incondicional. No hubiera podido amarla menos aunque me rechazara. Y la seguiré amando igual. Tenemos una buena relación pero con sus límites. Fue entonces cuando entendí momentáneamente el amor de Dios hacia nosotros. Muchas personas siempre se han preguntado porqué Dios creó al hombre sabiendo de antemano que íbamos a pecar, íbamos a rechazarlo y darle la espalda. Pero Él ya nos amaba y decidió no hacer las cosas distintas. Decidió amarnos igual. Su amor, que sobrepasa aún nuestros amores imperfectos como padres, es totalmente incondicional porque si dependiera, aún una pizca de nosotros, no fuera posible. Él nos amó y hizo el mayor sacrificios por nosotros: dio a su único Hijo en sacrificio para darnos vida. De tal manera nos amó. Nos cuestionamos siempre que alguien por quien hemos hecho muchas cosas o favores nos falla, pero nosotros hacemos lo mismo con Dios, aún habiendo sido salvos y entendido por medio de la fe la salvación eterna que hemos recibido. En este viernes Santo recordamos ese sacrificio, que costó derramamiento de sangre, y que muestra un amor que fluye a pesar de nosotros. Un amor que nos regalaron aún sabiendo que no lo merecíamos. Dios todavía está esperando por aquellos que quieren llegar a Él. Dios te ama. Los que hemos entendido y aceptado como nuestro Salvador y Señor debemos vivir conscientes de que es su amor lo que debe mover nuestras vidas. Oremos dando gracias a Dios porque nos amó de tal manera, difícil de comprender para nosotros, inmerecida, y rondamos nuestras vidas ante Él. En las mañanas ya tengo una rutina cuando trabajo desde casa. Mi perrita Chloe es parte de la misma y ya la conoce. Cuando termino mi desayuno y tomo el plato y la taza de café, ella corre hacia el comedor delante de mi, y me causa risa ver su reacción, como dirigiendo el camino, pensando que ya ella sabe para donde voy. Me ha pasado también en momentos en que hemos salido en grupo o caravana hacia algún lugar, y de momento, uno de los carros se mueve adelante, como si conociera el camino, para luego, terminar esperando a quien realmente conoce el destino final y guiaba a los demás. Nos sucede también en nuestra vida. Llegamos a pensar muchas veces que ya conocemos hacia dónde debemos dirigirnos y hasta tratamos de guiar a Dios a nuestra voluntad y no a la suya. Hacemos todos los planes, creamos nuestras agendas e intentamos resolver nuestros problemas y situaciones inesperadas de la manera que conocemos y le pedimos a Dios que bendiga nuestros planes. En estos casos, estamos obrando como los que se adelantan sin conocer el camino. Dios conoce nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Él diseñó obras para que andemos en ellas y ha colocado sus sueños en nosotros. Muchas veces su guía nos lleva a sendas desconocidas con destinos inimaginables y deleitosos, mejores de los que anhelábamos alcanzar. “Entonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas. Luego se alegran, porque se apaciguaron; Y así los guía al puerto que deseaban.” Salmos 107:28-30 RVR1960 Dios nos ha dado su Espíritu Santo para dirigirnos y su Palabra. Él debe ir delante de nosotros y no nuestro yo imperfecto. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.” Romanos 8:14 RVR1960 Ser guiados es una bendición que afirma que somos hijos de Dios. Quiero ir al Señor en humildad para que Él sea delante mi en este peregrinaje que tiene como destino final su gloria. Oremos al Señor presentando nuestras vidas reconociendo que necesitamos de Él. Que nos guíe en su voluntad para que nuestras vidas le den gloria a su nombre y sean bendecidas. Amén. El mundo celebra hoy el Día Internacional de la Mujer y meditaba en cómo la identidad de las mujeres ha ido cambiando con los tiempos, al igual que su rol. Pasaba por las redes sociales viendo mensajes de felicitaciones hacia la mujer, pero también mensajes sobre feminicidios y reclamando igualdad. El valor de la mujer en este mundo ha ido variando con las épocas y los grupos que se desarrollan. Tildan de machistas a los cristianos, cuando es más una cuestión cultural. Leo las Escrituras y solo puedo ver como Dios creó a la mujer con un propósito desde el comienzo. Su creación fue muy distinta a las demás cosas creadas y al hombre. Dios se tomó su tiempo en los detalles y nos hizo hermosas. Me gozo como en su Palabra puedo ver vez tras vez, como defiende a la mujer y Dios la ve cuando nadie más la ve. Agar pensaba que estaba sola y desamparada, en angustia, terminó descubriendo que no era así: “A partir de entonces, Agar utilizó otro nombre para referirse al Señor, quien le había hablado. Ella dijo: «Tú eres el Dios que me ve». También dijo: «¿De verdad he visto a Aquel que me ve?».” Génesis 16:13 NTV Jesucristo atendió las mujeres que se le acercaron, les concedió milagros y las defendió. Como a la mujer que derramó perfume a los pies de Jesús y los hombres allí presentes la criticaban por que veían un desperdicio en el frasco derramado. “Luego se volvió a la mujer y le dijo a Simón: —Mira a esta mujer que está arrodillada aquí. Cuando entré en tu casa, no me ofreciste agua para lavarme el polvo de los pies, pero ella los lavó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. Tú no me saludaste con un beso, pero ella, desde el momento en que entré, no ha dejado de besarme los pies.” “»Te digo que sus pecados —que son muchos— han sido perdonados, por eso ella me demostró tanto amor; pero una persona a quien se le perdona poco demuestra poco amor.” Lucas 7:44-47 NTV Él me vió. Jesús me ve. No pasó desapercibida. Él me buscó. Me amó a tal punto que dio su vida por mi. Él me ama todavía, aunque le fallo, pero Él me restaura. Él me defiende, siempre. Que mientras piensas en la bendición que tenemos de ser mujeres, puedas ver que ser mujeres de fe no solo nos bendice a nosotras mismas sino a todos los que nos rodean. Dios te vio. No estás sola. Dios te ve. No estamos solas. Juntas, unidas por el Espíritu Santo somos más fuertes. Eres especial. Dios te creó especial con un propósito que trasciende más allá de lo que podemos pensar. Disfruta la semana de la mujer disfrutando la creación especial y hermosa que eres. Dios te bendiga. “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” 1 Juan 4:10 RVR1960 Había escuchado toda mi vida sobre el amor y hasta lo buscaba en los lugares donde pensaba que podía encontrarlo. Muchas veces creí tenerlo cerca, pensando que podía retenerlo, pero se desvanecía como la niebla al salir el sol. Y es que, el amor no es como lo pintan o como los versos más tristes lo describen. Ahora puedo decírtelo porque al fin lo encontré. Y lo maravilloso del asunto es que Él me encontró a mí y decidió quedarse conmigo para siempre, aunque yo decida alejarme o no crea que lo merezco. Dios es amor. Esa es la verdadera definición. El amor es sufrido…sufrió por mí en una cruz. El amor es benigno…sus bondades me acompañan a diario. El amor no busca lo suyo… “sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Filipenses 2:7-8 RVR1960 El amor se goza de la verdad…Jesús es el camino, la verdad y la vida. El amor todo lo espera… espera por las almas que han de ser salvas. “Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.” Apocalipsis 6:10-11 RVR1960 El amor todo lo soporta…vé cada vez que caigo, sabe cada vez que peco, pero me sigue levantando y restaurando para que me parezca cada día mas a Él. Si hoy puedo amar a mis hijos, a mi esposo, a mi familia, a mis hermanos en la fe y amistades de una manera diferente, entendiendo que el amor es incondicional, es porque el verdadero amor llegó a mi vida, el que nunca deja de ser. ¿Has experimentado el verdadero amor? Oremos hoy al Señor por los que no han conocido a Dios, porque Dios es amor. Démosle gracias por habernos amado primero. “Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara.” Salmos 139:16 NTV De niña, siempre mantuve excelentes notas en la escuela. Todos hablaban de mis 4 puntos, que pude mantener hasta mi cuarto año de escuela superior. Estaba en programas de la escuela, competencias académicas y otras actividades. Llegué a la universidad, y ya no quería participar de actividades pero mantuve un promedio de A hasta terminar mi bachillerato en tecnología médica. En el área laboral, desde mi trabajo a tiempo parcial, como mi profesión, tuve la gracia de Dios de darme a conocer y tener experiencia en todas las áreas y todas las tareas. He vivido siempre recibiendo reconocimiento por mis labores. Sin embargo, en el camino de la fe, las cosas no funcionan de la misma manera. Aún dándolo todo en el trabajo, me quedé sin empleo en el 2019. Fue un impacto muy fuerte para mí y para mi familia. Parecía un gran fracaso. Ya para ese tiempo Dios me había llamado a escribir para testimonio de Él a otras personas y en el 2015 comencé este blog. Más adelante, Dios me dio la oportunidad de publicar dos libros y hasta bendecir mi vida con Yazmín, quien me impartió conocimientos y apoyo emocional y espiritual en esta tarea de la escritura para el Señor. Aún así, he pasado distintas etapas donde he llegado a dudar del llamado que Dios me hizo, y de mis capacidades y de si realmente estoy haciendo lo que debía hacer y no fuera solo un anhelo mío separado de Su voluntad. No sé si en algún momento te has sentido así, como que quizás no le ves sentido a lo que estás haciendo y te cuestionas si estás en el camino correcto. Pero Dios, quien, como dice la lectura que comparto al principio de este escrito, ha estado siempre conmigo. Cada paso del camino Él lo ha utilizado para mostrarme su gloria y sus atributos. He visto su mano, su fortaleza, su provisión y su bendición en cada situación. Hoy pido perdón al Señor por las veces que hice cosas esperando aprobación, esperando recibir algún reconocimiento. Nada de lo que hago para el Reino es por mis méritos. Soy su sierva, dispuesta para que su poder opere en mí, por lo que toda la gloria es solo suya. Por eso, cada supuesto fracaso en mi vida se ha convertido en el paso necesario para una nueva bendición. Los fracasos ante mis ojos, son propósito en los Suyos. Él ya ha preparado cosas maravillosas para mi que yo no he imaginado. Él me conoce perfectamente, con mis habilidades, y debilidades. Mis habilidades han sido regalo suyo y mis debilidades me acercan más a Él. Seguiré adelante asida de su mano, buscando su dirección sin enfocarme en los resultados porque Él ve más allá. Solo debo agradarle a Él y disfrutar mientras camino. “Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí, oh Dios. ¡No se pueden enumerar! Ni siquiera puedo contarlos; ¡suman más que los granos de la arena! Y cuando despierto, ¡todavía estás conmigo!” Salmos 139:17-18 NTV Oremos a nuestro Señor y Salvador reconociendo su grandeza y su poder que opera en nuestras vidas. Todo lo que tenemos y hacemos bien se lo debemos a Él. Que podamos enfocarnos en agradarle y no en resultados visibles o reconocimiento. Que nos fortalezca en la convicción de llamado que nos ha hecho a cada uno para su gloria. Se dice que una de las cosas más naturales de la vida es el proceso de la lactancia. Dios ha diseñado el cuerpo de la madre y del bebé de tal manera que la madre puede suplir el alimento que el bebé necesita, con todos los nutrientes, de una manera hermosa, que va también creando ese vínculo emocional, que va llenando las necesidades emocionales de amor, aceptación, y seguridad. Para mí no fue un proceso fácil y hay que tener paciencia en el comienzo. Mientras más el bebé se alimenta, más leche materna se produce, para ir saciando el hambre del recién nacido. Es maravilloso ver cómo un bebé llora desesperado por pegarse a su madre, y lo tranquilo y pacifico que queda al sentirse saciado. Se siente tan satisfecho que puede dormirse, sintiéndose confiado. Meditaba en el pasaje que comparto al principio: “Señor, mi corazón no es orgulloso; mis ojos no son altivos. No me intereso en cuestiones demasiado grandes o impresionantes que no puedo asimilar. En cambio, me he calmado y aquietado, como un niño destetado que ya no llora por la leche de su madre. Sí, tal como un niño destetado es mi alma en mi interior.” Salmos 131:1-2 NTV ¿Puedo yo decir al Señor que he dejado atrás mi orgullo, mi altivez, mis ambiciones? ¿Puedo sinceramente decirle a mi Señor que me he aquietado…como un niño destetado de su madre? Debo acercarme al Señor para recibir ese alimento que sacia. Es su presencia y el deleite que encuentro en ella lo que trae paz a mi vida. He sentido esa paz, pero igualmente, a veces me siento muy preocupada por las cosas. Soy de las que pienso constantemente en lo que debo hacer y como solucionar mis situaciones. Me he visto muy envuelta en cosas de trabajo o planes, aún para servir al Señor, pero mi propósito principal es mi relación de amor con mi Salvador. Todo lo demás puede esperar. Cuando me lleno de Él, todo cae en su lugar. Mientras más tiempo pasé llenándome de Él, menos me llenaré de las cosas que no sacian. Quiero que mis metas y mis planes sean los suyos. El éxito de mi vida es cumplir su voluntad. Mi anhelo es poder decirle esas palabras sabiendo que realmente me siento calmada y aquietada. Que mi alma pueda experimentar esa paz que solo el Príncipe de Paz me puede dar. Oremos al Señor presentando nuestras vidas para que sea Él guiándonos a caminar hacia su voluntad. Que podamos escoger acercarnos a Él para que aquiete nuestras almas. El internet nos ha traído un universo de conocimiento e información. Podemos encontrar información muy relevante, en tiempo real, mientras nos topamos con informaciones falsas, medias verdades y grandes fantasías. Hay para todos los gustos y opiniones. Algo que he visto proliferar en los últimos años, es la promoción de frases famosas, “quotes”, o el citar palabras que personas famosas pronunciaron. Ahora puedes encontrar una frase para todo, enfocándose en proveer palabras sabias y grandes verdades al descubierto. Los cristianos lo hemos elevado a otro nivel, donde también se han creado citas famosas de pastores, evangelistas, y teólogos. Y no está mal leer otros escritos, estudiar la historia y testimonios de otros, pero no debemos pasar por alto que tenemos “ Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;” 2 Pedro 1:19 RVR1960 Hemos conocido acerca de Dios, nuestra condición espiritual y necesidad de un Salvador por medio de la fe y “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17 RVR1960 Tenemos hoy tanta información accesible; la Biblia en muchas versiones, de manera impresa y digital, haya audible. Y ¡qué bendición! Pero quizás nos hemos ido desgastando en el memorizar los versículos como hacíamos antes. Es lamentable que mucha Biblia que los cristianos recitan hoy día es porque la han adquirido en la repetición en las predicaciones y no por el escudriñar privadamente las Escrituras. “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12 RVR1960 Se promociona mucha información. Nos inundamos de palabras muertas que nada pueden cambiar. Tenemos la Palabra viva, que transforma, que llega a lo profundo de nuestras almas, y que nos lleva al único camino de salvación. Que Dios nos lleve a atesorar y anhelar esa Palabra que limpia nuestras vidas y nos acerca al Señor. Oremos al Señor presentando nuestras vidas dispuestas a ser guiadas por su Palabra. Demos gracias por al bendición de tenerla accesible, cuando miles de hermanos en la fe no tienen los recursos o están prohibidas donde residen. Que podamos ser portavoces de la Palabra viva que permanece para siempre. Mis padres no podían tener hijos, y el tratamiento médico también había fallado, pero Dios me amó de tal manera que les concedió ese milagro, de esa bebé prematura que sería la primogénita de ese hogar. Comenzando mis años universitarios, comenzando a forjar mi propio futuro, tuve un incidente de desprendimiento de retina en mi ojo izquierdo. Todo parecía desvanecerse, pero Dios me amó de tal manera, que aún perdiendo la visión en mi ojo izquierdo, no solo pude terminar mis estudios, sino que me ha llevado a metas inimaginables profesionalmente. A mis catorce años, por invitación de mis primos a su iglesia, tuve mi primer encuentro con Dios. Teniendo básicamente todo en la vida, todavía carecía de muchas otras cosas. Pero Dios me amó de tal manera, que llegó a mi vida y comencé a experimentar un gozo nuevo, y a ver las cosas de manera diferente. Tuve mis inseguridades ya llegando a la adultez, formadas por complejos que arrastraba de niña. Y buscando alcanzar un príncipe azul y la popularidad que no tuve antes, tomé malas decisiones. Mi vida parecía entonces una montaña rusa de emociones, donde eran más frecuentes las caídas que las subidas. Tuve un fracaso matrimonial que me llevo al divorcio, estando yo envuelta en mis cosas, aparentemente lejos de Dios. Pero Dios me amó de tal manera que me esperaba con los brazos abiertos y comenzó a sanar todas mis heridas. Perdí a mis padres todavía siendo yo joven, y a los familiares que eran más cercanos a mí. Pero Dios me amó de tal manera, que me rodeó de una familia en la fe, a través de la iglesia y me dio un nuevo esposo. Mis hijos, aún habiendo pasado un divorcio en su hogar, la Palabra de Dios los ha guardado de tener vidas destruidas. He descubiertos nuevos dones y habilidades para el servicio al Señor, como el pertenecer al coro de la iglesia, ser maestra de clases bíblicas y tener un rol como escritora. Todo esto ha sido posible porque Dios me amó de tal manera, que me sigue capacitando para su gloria y para su obra. Me ha dado un propósito. Este año que comienza quiero que Dios me ayude a aprender a amarle de tal manera, que otros puedan verlo reflejado en mí y lleguen a Él por el testimonio vivo de su poder. Quiero rendirme a sus pies de tal manera que sea su Espíritu Santo quien dirija mis pasos. Quiero que mis metas y mis sueños sean los que Él tiene para mí. Somos más que bendecidos en que Dios nos haya amado de tal manera que dio a su único Hijo por nosotros. Se despojó de su gloria y se humilló por amor a nosotros. Espero que puedas conocerle de tal manera. Oro al Señor para que traiga un despertar sobre su iglesia en occidente en este nuevo año. Que nos ayude a conocerle de tal manera que no tengamos otra opción, ni otra prioridad mayor que Él y su reino. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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