Tenemos internet en la casa utilizando un módem que transmite wifi, o sea, inalámbrico. Pero hemos en un principio tuvimos problemas porque no se podía detectar la señal en toda la casa, más bien, cerca de la habitación donde se encuentra el módem. Verificamos con un técnico y nos indicó que las paredes de concreto con las que está construida la casa y su localización no permiten que se distribuya la señal. Así que para resolver el problema tuvimos que instalar un aparato que amplifica o extiende la señal, y colocarlo en el punto donde termina la buena señal. Ahora, podemos detectar la señal de internet hasta afuera de la casa. Me me he encontrado en situaciones, sobre todo en las dificiles, donde no veo una respuesta de Dios a mis peticiones o he visto otros cristianos que se cuestionan donde está Dios en medio de las pruebas de la vida. Lo cierto es que Él siempre está presente. Dijo que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, y no nos mentiría. Pero nosotros mismos ponemos barreras que nos alejan de Dios y no nos permiten escuchar su voz o confiar en la fe que hemos recibido de Él. Él siempre está obrando. Como el internet en mi casa estaba funcionando bien aunque en la sala no pudiera detectarlo. Hay barreras que naturalmente nos alejan de la comunión con Dios, como lo es nuestra carne, y nuestras debilidades, la velocidad con que vivimos nuestras vidas, nuestros trabajos y el desánimo que nos detiene a no hacer nada. Debemos examinarnos, mejor aún, pedir a Dios que examine nuestros corazones para que nos ayude a derribar las paredes que nos desconectan de Él. Tenemos un ejemplo en la Biblia que me encanta: la mujer del flujo de sangre. Ella derribó los prejuicios y la cultura de la época de que una mujer en días de menstruación no debía acercarse, y menos a un profeta como creían a Jesús. Ella derribó la multitud que le rodeaba por la cual era casi imposible llegar ante Él. Ella solo tuvo Fe. "Si tan solo tocare su manto". Pudo llegar y recibió misericordia, sanacion y salvación. Todos tenemos paredes diferentes que romper. No podemos solos, para eso Dios nos dio a su Espíritu Santo, su Palabra y un mandato a congregarnos. Debemos anhelar la conexión perfecta. Una vida d rotación y comunión con Dios trae gozo, paz y victoria ante los eventos de esta vida. Es un deleite disfrutar de tan grande amor. Oremos al Señor para que nos examine y en su gracia y misericordia nos acerque cada día más a Él. Que podamos anhelar esa vida de comunión como el ciervo brama por las corrientes de las aguas. Amén
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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