Vivo en un clima tropical, donde es caluroso todo el año. Cuando queremos ver ríos y bellezas de la naturaleza nos damos un viajecito por el interior de la isla. Este año la sequía ha tratado fuertemente con nuestra vegetación a tal punto que miles de siembras fueron dañadas por la falta de agua. Muchos pueblos de la isla tuvieron un serio racionamiento de agua afectando sus residentes y negocios. Estas situaciones llevaron a reflexionar sobre la importancia del agua como recurso natural y de como conservarla. Esta necesidad llevó muchas personas a orar para pedirle a Dios que lloviera y que se acabara la sequía.
Nuestra vida espiritual es como una planta que necesita alimento, sol y agua. Dios nos provee lo que necesitamos. El alimento a través de Su Palabra, la luz del sol es Su presencia, la cual cultivamos con nuestro tiempo a solas con El. Y el agua que es Su Espíritu Santo que nos acompaña, nos guía, nos consuela. ¡Qué bendición tener nuestra fuente inagotable de agua! Como dice Su Palabra, ríos de agua viva. El que prueba de ella no tendrá sed jamás. Me encanta este Salmo por que sé que El renueva mis fuerzas cuando no tengo ninguna. Cuando tengo un dia de mucho stress recuerdo que tengo descanso en sus pastos delicados. Oremos para tener sed espiritual que nos lleve a anhelarle de dia y de noche.
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Asociamos la Luz con seguridad, claridad, protección en algunos casos, sólo la vemos mal cuando queremos encubrir algo. Los espectáculos de luces nos llaman la atención, y muchas veces nos asombran. ¡Cuán hermosas se ven las ciudades de noche! Sin embargo, a la oscuridad asociamos los miedos, los crímenes, las criaturas malignas, Los vampiros, etc... Nos sentimos mas seguras saliendo de dia, sobre todo si vamos a salir solas.
Pues la Biblia dice que Dios es la luz del mundo. Habla de que Jesús vino a alumbrar a un mundo que estaba en tinieblas. Ante El todas las cosas quedan descubiertas. Su luz nos muestra que somos pecadores. Nos muestra cuán lejos estamos de Su Santidad. Es solo por Su Gracia y Misericordia que podemos ser salvos. Y eso no es todo. Al ser llamados hijos de Dios, y tener al Espíritu Santo en nosotros, también somos luz y estamos llamados a traer luz a este mundo. La Biblia nos compara a una ciudad asentada en un monte que no se puede esconder. Nuestro testimonio debe alumbrar a otros y llevarlos a Cristo. Tampoco debemos tener ya temor por las cosas porque estamos en la luz, bajo la protección del Padre Celestial. Oremos Para que nuestra luz alumbre y haga brillar El reflejo de Jesús en otras vidas. "Me restaurarás incluso a mayor honor y me consolarás una vez más." Salmos 71:21
Si algo siempre dicen de las mujeres es que somos más sensibles que los hombres en cuanto a emociones se habla. Claro... hay sus excepciones. Hay hombres muy sensibles que lloran con facilidad y hay mujeres como yo, que no lloramos fácilmente. No se en que etapa de mi vida algo cambió pero no lloro ante emociones, ni aún con dificultad. Pero sí ha venido a mi mente cuando trato de recordar la razón, que parece que lloraba mucho de niña y me decían que si lloraba me veía fea y que me pondría vieja antes de tiempo. Pues..... decimos cosas a veces que marcan las vidas de niños terminando en traumas de adultos. Pero, aunque no llore fácilmente no quiere decir que no haya tenido sitiaciones que me hayan destrozado el corazón. La pérdida de mis seres queridos han causado en mí fuertes emociones, perder a mis abuelos, a mi madre teniendo 5 meses de embarazo, a mi prima que era como mi segunda madre, tíos, etc... He vivido los estragos de las infidelidades y de un divorcio. Y a quién no lo han traicionado, en fin.... Bien lo dijo Jesucristo de que en este Mundo tendríamos aflicción. Pero lo hermoso de todo, es que el Señor nos miró con amor, y en Su Misericordia nos salvó, y nos dio una vida nueva, eterna. Y en Su Gracia nos dio el Consolador que es Su Espíritu Santo para acompañarnos cada dia de Nuestra vida. Mujer, el conoce cada lágrima tuya, cada tristeza, cada quebranto y El "te consolará otra vez". El está ahí consolándonos cada vez que sea necesario. El nos ha dado Su gozo que nos nos Deja hundirnos. Quién mejor para consolarnos que el que nos creó a Su imagen y semejanza y nos conoce completamente. El ha prometido dar sus fuerzas al que no tenga ninguna. Su amor es obstinado, y está con nosotras para siempre. Oremos por las mujeres que necesitan consuelo y que Dios nos haga sensibles para ayudarlas. Oremos para dar gracias por Su amor, misericordia y consuelo. Si algo nos enseñan a las mujeres desde pequeñas es que nuestra mayor tarea es ocuparnos de la casa. Y nos regalan casitas para jugar, cocinitas, entre otras cosas. Así que con ese entrenamiento a través de los años nos gusta dedicarle tiempo a decorar, mantener y limpiar nuestras casas. Muchas personas pasan años viviendo en la misma casa, otras, se mudan a menudo.
Pues en mi caso, yo viví por 23 años en la misma casa con mis padres. Y muchas veces le decía a mi mamá que nos mudáramos para experimentar como otras personas. Ella nunca se mudó de allí pero yo me mudé 6 veces. Claro, luego de "experimentar" las primeras mudanzas ya no me parecía muy divertido. Así que comencé a orar en ese entonces al Señor por una casa para comprar y no mudarme mas, jaja. Pero cada una de las casas representa una etapa de mi vida. 1. Casa de mis padres: familia, tradiciones familiares, estudios, y llegar al conocimiento de mi Señor y Salvador. 2. Casa de Recién Casados: mi primera mudanza, experimentar la vida de casados, los primeros problemas matrimoniales y primer embarazo. 3. Casa de Mi Primera Hija: Sentirse madre por primera vez 4. Casa de Mi Segundo Hijo: Embarazo difícil porque en el embarazo mi mamá padeció cancer y falleció, la alegría de mi hijo varón, depresión post-parto, separación matrimonial. 5. Casa de las cucarachas: Vida de Madre soltera, miedos, angustias. 6. Casa de resuelve: decisión de divorcio, mejoramiento profesional, planes de compra de casa, nueva búsqueda por el Señor 7. Casa de restauración: Vida de divorciada, reconciliación con el Señor, ministerios, nuevos comienzos, segundas nupcias. Dios estuvo en cada una de esas casas, aún cuando yo no estuve pendiente, estuvo protegiéndome cuando estuve en peligro, estuvo supliéndome cuando tuve necesidad, estuvo levantándome cuando no tuve fuerzas. ¿De qué casa estuve yo ocupándome? Se nos va la vida en esforzarnos por lo que es obvio, por lo que otros pueden ver a simple vista. Si me hubiera ocupado de mi casa espiritual, de mi relación con Dios, tanta cosas hubieran ido mejor. Seamos mujeres hacendosas en lo espiritual, sin descuidar lo físico o a nuestra familia. ¿De que casa te ocupas mas? Oremos para que Dios nos dé sabiduría para tener nuestras prioridades en orden y tener vidas victoriosas. ¡Cuán cambiante es nuestro ánimo! Unos días estamos alegres, otros tristes, otros afligidas, otros nos sentimos victoriosas... Pero en todos ellos tenemos la compañía de Dios. El conoce nuestras debilidades y nuestras emociones. ¡El nos hizo así! Por eso nos ha dado herramientas para nuestro diario vivir.
La oración es un arma poderosa donde por medio de la Sangre de Jesucristo podemos llegar hasta su presencia y confesarle nuestros pecados, derramar lágrimas, expresarle nuestro amor y agradecimiento, desahogarnos de nuestros problemas y situaciones. No hay nada que nos nutra mas nuestro espíritu que la oración. Otra arma poderosa es la alabanza, el reconocer que El es Dios y digo de toda gloria y exaltación. Vemos en Su Palabra como David expresaba en alabanzas todas sus vivencias, sus emociones y como se sentía bajo el cuidado de Dios. En tiempos difíciles cuando no he tenido las palabras correctas para orar, cuando no me fluye esa oración, he entonado alabanzas al Señor y Su Espíritu Santo me ha ido guiando y ministrando. Somos ministrados y podemos ministrar a otros a través de la alabanza. Como mujeres de fe, seamos sensibles con nuestras hermanas en Cristo y oremos juntas, cantemos juntas, riamos y lloremos juntas. Oremos por que Dios nos muestre donde haya necesidad de unirnos para manejar nuestras emociones a la luz de Su Voluntad. " El agricultor que espera el clima perfecto nunca siembra; si contempla cada nube nunca cosecha." Eclesiastés 11:4 NTV
Nuestro Dios nos escogió, nos llamó a través de su Espíritu Santo, nos salvó y nos dio toda bendición espiritual. Además nos dio a cada una un regalo: los dones. En Su Gracia, El también quiere que seamos embajadoras de El. Y quizás pensemos que no somos capaces de hacer un buen trabajo, después de todo es para el Rey de Reyes y Señor de Señores! Y quienes somos nosotras para ir en Su nombre? Pues el Señor a quien llama, capacita. Y es dependiendo absolutamente de El que podemos servirle sembrando en otros Su Palabra, amor, demostrando misericordia y glorificándole. Es cuando nos sentimos débiles e incapaces que dependemos mas de Su dirección y consejo. El resultado? Completamente para Su gloria! Hemos sido llamadas a sembrar fe y esperanza con el mensaje de la Cruz; y El quiere usarnos en nuestro hogar, trabajo, comunidad, donde quiera que vayamos. El tiempo es ya! No esperemos mas! Es Tiempo De bendecir a otros como El nos ha bendecido. Oremos para que Dios nos muestre Su Voluntad y las obras que ya preparó de antemano para nosotras. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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