“Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara.” Salmos 139:16 NTV De niña, siempre mantuve excelentes notas en la escuela. Todos hablaban de mis 4 puntos, que pude mantener hasta mi cuarto año de escuela superior. Estaba en programas de la escuela, competencias académicas y otras actividades. Llegué a la universidad, y ya no quería participar de actividades pero mantuve un promedio de A hasta terminar mi bachillerato en tecnología médica. En el área laboral, desde mi trabajo a tiempo parcial, como mi profesión, tuve la gracia de Dios de darme a conocer y tener experiencia en todas las áreas y todas las tareas. He vivido siempre recibiendo reconocimiento por mis labores. Sin embargo, en el camino de la fe, las cosas no funcionan de la misma manera. Aún dándolo todo en el trabajo, me quedé sin empleo en el 2019. Fue un impacto muy fuerte para mí y para mi familia. Parecía un gran fracaso. Ya para ese tiempo Dios me había llamado a escribir para testimonio de Él a otras personas y en el 2015 comencé este blog. Más adelante, Dios me dio la oportunidad de publicar dos libros y hasta bendecir mi vida con Yazmín, quien me impartió conocimientos y apoyo emocional y espiritual en esta tarea de la escritura para el Señor. Aún así, he pasado distintas etapas donde he llegado a dudar del llamado que Dios me hizo, y de mis capacidades y de si realmente estoy haciendo lo que debía hacer y no fuera solo un anhelo mío separado de Su voluntad. No sé si en algún momento te has sentido así, como que quizás no le ves sentido a lo que estás haciendo y te cuestionas si estás en el camino correcto. Pero Dios, quien, como dice la lectura que comparto al principio de este escrito, ha estado siempre conmigo. Cada paso del camino Él lo ha utilizado para mostrarme su gloria y sus atributos. He visto su mano, su fortaleza, su provisión y su bendición en cada situación. Hoy pido perdón al Señor por las veces que hice cosas esperando aprobación, esperando recibir algún reconocimiento. Nada de lo que hago para el Reino es por mis méritos. Soy su sierva, dispuesta para que su poder opere en mí, por lo que toda la gloria es solo suya. Por eso, cada supuesto fracaso en mi vida se ha convertido en el paso necesario para una nueva bendición. Los fracasos ante mis ojos, son propósito en los Suyos. Él ya ha preparado cosas maravillosas para mi que yo no he imaginado. Él me conoce perfectamente, con mis habilidades, y debilidades. Mis habilidades han sido regalo suyo y mis debilidades me acercan más a Él. Seguiré adelante asida de su mano, buscando su dirección sin enfocarme en los resultados porque Él ve más allá. Solo debo agradarle a Él y disfrutar mientras camino. “Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí, oh Dios. ¡No se pueden enumerar! Ni siquiera puedo contarlos; ¡suman más que los granos de la arena! Y cuando despierto, ¡todavía estás conmigo!” Salmos 139:17-18 NTV Oremos a nuestro Señor y Salvador reconociendo su grandeza y su poder que opera en nuestras vidas. Todo lo que tenemos y hacemos bien se lo debemos a Él. Que podamos enfocarnos en agradarle y no en resultados visibles o reconocimiento. Que nos fortalezca en la convicción de llamado que nos ha hecho a cada uno para su gloria.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |