El plástico: uno de los inventos más versátil y útil. Para e comienzo de los 1900 formalmente se desarrolló la industria y manufactura de los plásticos, y muy ciertamente causó un gran impacto y una gran revolución y cambio a todas las áreas. ¡Wow! El ser humano es brillante y eso demuestra lo lejos que podemos llegar. Realmente estoy de acuerdo en que el ser humano es brillante y ha llegado muy lejos. El problema es que tras esas grandes ideas que han marcado la historia de la humanidad, también han llegado las consecuencias nefastas a tales decisiones. El plástico por ejemplo es uno de ellos. Nadie pensó que haríamos cuando el plástico se acumulara como un desperdicio muy difícil de manejar. Crearon la pólvora y no pensaron en todas las vidas que se perderían con su uso. Se crearon los aerosoles, lo cual fue otro gran invento, pero no se pensó que dañaría la imprescindible capa de ozono en la atmósfera. Y así podríamos seguir mencionando ejemplos que nos afectan a nivel mundial. Pero esto lo podemos llevar al plano personal: tenemos como consecuencias los divorcios, las victimas de maltrato, las personas encarceladas porque no pensaron que sus conductas los llevarían a perder su libertad. Pero hay una gran verdad, la cual es motivo de gozo para mi vida cada día. Dios no es así. Dios no actúa como nosotros. Él es Todopoderoso y Omnisciente. Él sabía desde antes de la fundación del mundo que si creaba al hombre, éste iba a pecar. Pero ya nos amaba desde entonces. Y por amor, desde antes de nosotros ser creados, ya había ideado un plan. Un plan que envolvería a su hijo Jesucristo como propiciación para nuestros pecados por medio de su sacrificio en la cruz. Sus decisiones y sus planes no tienen consecuencias que lo tomen por sorpresa. Se nos haría difícil entender tan grande amor, porque el amor que conocemos del mundo es amor manchado por el pecado. Fuimos comprados a precio de sangre y ahora, si busco seguir su voluntad para mi vida, las consecuencias serán para bien. No hay mayor decisión que pueda tomar que esa que me da vida eterna. Oremos al Señor reconociendo que debemos vivir agradecidos y gozosos por tal amor. Que sea Él guiando nuestras decisiones cada día para andar en su voluntad y evitar consecuencias negativas para nuestras vidas.
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Con la llegada de la televisión de alta definición, también llegó una nueva imagen de las figuras que veíamos perfectas a través de la pantalla. Los cutis que parecían tan tersos y lozanos, ahora se pueden apreciar tal y como son, con sus naturales arrugas, grandes poros, y cicatrices. Ya es muy difícil ocultarse, porque podemos ver muy de cerca. Ésto ha llevado a tener que desarrollar mejores técnicas de maquillaje para tratar de encubrir lo que no queremos revelar a otros.
Resulta que la iglesia de Cristo somos nosotros, no las cuatro paredes; somos todos los que hemos sido lavados con la sangre de Jesucristo. Y escuchamos la iglesia como algo perfecto y para la mayoría, con grandes expectativas de encontrar allí lo que de lejos vemos como Dios mismo. Y la realidad es que somos una iglesia perfecta, sin mancha por su redención, pero sólo en posición. Estamos viviendo en un cuerpo terrenal imperfecto, y en un proceso de santificación. Podemos llegar a una iglesia, o a una congregación y verla perfecta. A medida que vayamos interactuando más de cerca con los hermanos en la fe, ya veremos las imperfecciones que nos acompañan. Es cuando vas compartiendo más fuera de los cultos, o sirviendo en ministerios donde podemos ver los defectos de los demás. Entonces, mucha gente se frustra y hasta se van de la iglesia al ver que no hay gente perfecta allí. Que esperaban que fueran perfectos en amor y atenciones hacia ellos porque son el reflejo de Dios. Pero, ¿sabes? Debería causar en nosotros todo lo contrario. Deberíamos exaltar al Señor con asombro por su enorme Gracia, de la cual también somos partícipes, porque la necesitamos igualmente. También cuando comparto con otros hermanos en la fe, puedo darme cuenta de mis defectos, o ellos se dan cuenta de mis defectos y debilidades y podrían señalármelo también. Y es asombroso ver como Dios nos amó y nos ama eternamente aunque somos así. No sólo nos ama, sino que también se da a la tarea de irnos perfeccionando pareciéndonos cada día más a Él si así se lo permitimos. El ver los defectos de los demás no debe llevarme a ser egoísta y sentirme que soy la victima de la forma de actuar de los que me rodean. Debe llevarme a examinarme a mi primero y dar gracias todos los días de que en mi gran imperfección Dios me provee y me cubre de su gracia y su justicia. Yo puedo ser un agente de cambio. Si veo que Dios no está siendo reflejado en las vidas que componen la iglesia, debo comenzar por mi. Es a mi que Dios me esta mostrando esa realidad. ¿Qué voy a hacer con ella? Debo ser yo quien comience a mostrarme en humildad ante los demás y mostrar la misericordia y el amor que Dios ya mostró hacia mi. Sus misericordias son nuevas cada mañana, ¿y las mías? Podemos reflejar el carácter de Dios si en vez de criticarnos unos a otros, nos vemos a cara descubierta con el Señor nosotros primero. ¿Que ven mis hermanos en la fe en mi al verme de cerca? ¿Que piensan de mi los que de verdad me conocen? Oremos al Señor para que sea Éñ escudriñando nuestros corazones a la luz de su Palabra y su Santidad para así ir cambiando a parecernos más a Él. Oremos por la iglesia de estos tiempos y que sea Dios con su gracia cubriéndonos para su gloria. “La enfermedad de Alzheimer es una condición en la que las neuronas del cerebro dejan de funcionar, pierden la conexión con otras neuronas y se mueren. ... No existe cura para la enfermedad de Alzheimer.” Creo que todos hemos escuchado sobre el Alzheimer y conocemos acerca de lo triste que es para las personas cercanas a quienes la padecen. Recientemente he escuchado varias historias sobre personas que por su condición se han perdido al estar caminando sin rumbo, no recuerdan el camino, o simplemente no conocen el lugar donde se encuentran. Van por un camino, pero no están conscientes de donde están. En ocasiones, es un camino que por años tomaban a diario, y ahora no lo conocen, por lo que no saben llegar a su destino. Escuchando estas historias pude visualizar algo que Dios estaba inquietando en mi vida. El día que le conocimos como Señor y Salvador de nuestras vidas comenzamos un peregrinaje... un caminar. Dios nos dio un propósito y una senda por la cual andar. El apóstol Pablo lo describe como la carrera de la vida. Pero he visto como los afanes, las prisas, las ofertas y distracciones de este mundo, al igual que la comodidad, nos quitan la mirada de la meta y tal parece que andamos perdidos, o ya no estamos conscientes del camino. Fácilmente perdemos el rumbo. Seguimos por caminar, pero con la mirada vagando, sin fijarnos en donde podamos. Vamos por la vida sin pensar en cual es nuestro propósito según la voluntad de Dios. Ponemos entonces la mirada en las situaciones que enfrentamos, los problemas, en competir con otros y en hacernos de cosas que nos ocuparán espacio y tiempo, pero a la larga no contribuyen en nada útil a nuestro espíritu. Vamos por el mundo como quien no conoce el camino donde está, ni hacia donde se dirige. ¿Cual es mi propósito en la vida el día de hoy? ¿Donde debo servir hoy? ¿Qué vidas puedo impactar hoy para el Señor al dejarme usar? ¿Que Dios quiere hablarme hoy? Todo se basa en un día a la vez. Un día en que nos rendimos a los pies del Maestro para que sea Él dirigiendo nuestras vidas y llevándonos por la senda de su voluntad. Es hora de alimentar nuestro espíritu y no nuestros antojos terrenales. La vida abundante y plena que Dios ya nos dio en su gracia esta disponible. Solo debemos retomar el camino. Oremos al Señor presentando nuestras vidas en este nuevo año que comienza. Que podamos estar conscientes de su presencia en nuestras vidas a diario, y poder caminar así dos de su mano hacia el propósito eterno para el cual nos creó. No hay nada mejor que conocer el camino a casa. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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