"Home Sweet Home". No hay nada como el hogar. La casa donde vivimos es muy importante. Veo a diario personas ya mayores que casi no pueden valerse por sí mismos, o están enfermos, y prefieren no irse con sus hijos o con un familiar para quedarse solos y no irse de su casa. Le tenemos apego. Comprar una casa es una de las metas que se traza la mayoría de las personas; como estudiar, o casarse.
En mi vida, como relaté en un blog anterior, las casas que he vivido tienen su historia y marcan cada etapa de mi vida. Cada casa encierra recuerdos de nuestra niñez, o experiencias vividas. En estos dias pasaba por la casa donde viví con mis padres hasta que me casé, la cual tuvimos que vender cuando mi padre murió, y me dio nostalgia ver como la han ido cambiando, y cada vez se parece menos a la casa que acompaña mis recuerdos. Todo en la vida va cambiando. Dios comenzó dándoles un lugar para vivir a Adán y Eva cuando los creó. Luego como consecuencia de su pecado y el rompimiento de la comunión con Dios, tienen que abandonar su primer hogar. Y Dios, en su amor, según les cosió pieles para vestirlos, también nos da en su Palabra muchas promesas de que Él guardará nuestras casas. Él conoce nuestras necesidades y nuestros anhelos. Así que nos dijo que Dios Padre nos tiene moradas en su casa celestial. Él nos tiene un lugar. Tenemos con Él un hogar incorruptible, donde nos sentiremos que pertenecemos a allí, donde habitaremos en su presencia. No importa si no has comprado casa aquí en este mundo, o si es pequeña, o si es alquilada, tienes una casa en las promesas de Dios, y fiel es Él para cumplirla. Oremos para dar gracias a Dios por sus bendiciones y sus promesas. Que su Eapíritu Santo nos recuerde que tenemos morada con Él en lugares celestiales, una morada eterna. Amén. Que mi casa esté donde la presencia de Dios me acompañe.
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Siempre he vivido bastante cerca de un museo de arte. Es un museo con una gran variedad de pinturas y muchas de esas obras son muy costosas. Suena increíble el gran valor económico e histórico que tienen las creaciones de arte.
Desde que somos pequeños nos van enseñando que es bueno tener creatividad, y ponen a dibujar, a escribir versos, o un cuento. Hay personas que se puede decir que nacen con una habilidad para crear cosas, y eso los hace destacar sobre los demás. El hombre en general considera de gran importancia las creaciones humanas. Es muy importante el primer dibujo de un hijo, o si nos preparó una postal. Nosotros somos creación de Dios. Él nos hizo a su imagen y semejanza. ¡Con razón nos gusta crear! Y quien no puede crear arte, compone una canción o crea cosas para ayudar en el trabajo o en la casa. Pero las prioridades de este mundo están torcidas, y la verdad es relativa, y damos mucho valor a lo que puede crear el hombre, pero muchas veces no damos valor a la Creación de Dios. Admiramos sl que pinta un cuadro del cielo, pero no exaltamos al que creó las estrellas y la Luna que lo iluminan. Vemos con asombro cuando crean jardines hermosos como una bella decoración para una casa, pero no damos gloria al que creó las plantas vivientes que nos proveen oxígeno. Reconocemos con grandeza la tecnología que crea el hombre, pero no reconocemos la grandeza y la omnipotencia de Dios que creó al hombre. Y yo como Hija de Dios, salvada por Su gracia, ¿admiro y exalto Su grandeza? ¿Le soy gloria cada vez que observo su creación? ¿Reconozco que soy hechura suya con un propósito? Hoy es día de alabarle, de reconocer que Él es Dios, que Él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos. Oremos para dar gracias a Dios, y para rendirle alabanza y adoración porque Él es digno y merecedor de ella. Nuestra mas grande exaltación y admiración sea siempre para el Rey de Reyes y Señor de Señores, Dios Creador. Amén. Hoy pude darme cuenta de algo. Cuando alguien se acerca a mí con una actitud hostil, desafiante, con coraje o muy insistente, yo tiendo a ignorar a esa persona. Lo que me incomoda, o me va a causar un problema, o una discusión, yo lo evito, o me quedo callada. El problema con esto es que se lo he hecho a mi hija, y a mi esposo. Pero hoy Dios a través de su Espíritu Santo me lo reveló.
Tuve un matrimonio anterior, donde no tuvimos la madurez necesaria ni el entendimiento del compromiso que éste implicaba para hacerlo funcionar. Pero si tuvimos muchas, muchas discusiones. Y nos divorciamos y por varios años mas, aún después del divorcio, seguimos teniendo muchas, muchas discusiones. Y yo no me quedaba callada porque si yo pensaba que tenía la razón, iba hasta el final. Esto fue así hasta que me di cuenta de que no tenía paz. Me cansé de pelear... ¿Cómo lo resolví? Mi mamá me decía siempre que "para pelear se necesitan dos". Así que yo no iba a ser mas una de ellos. Y me ha funcionado hasta la fecha. Pero, sin estar consciente, también cree un mecanismo de defensa. Como consecuencia de esto, hoy le pedí perdón a mi hija por las veces que la he ignorado por evitar una discusión. Doy gracias a Dios porque me avisó a tiempo para ir reparando el daño. Realmente la Palabra no se equivoca cuando dice que de la abundancia del corazón habla la boca. Lo que ocurre es que nosotros somos los que no nos damos cuenta. En nuestro caminar por este mundo experimentamos muchas cosas buenas, pero también cosas que nos hieren y nos cambian. Dios va trabajando con nosotros para ir moldeándonos con el fin de dar testimonio de Él. Me gozo con cada cosa que va revelándome de mi vida, porque Él me conoce mejor de lo que me conozco a mí misma y trata una cosa a la vez, en amor. Lo que se acumula en mi corazón se refleja en mi rostro y mis acciones. Oremos para que Dios a través de su Santo Espíritu nos revele cosas que hemos acumulado inconscientemente en nuestro corazón que nos puede llevar a herir a otros, y que podamos aceptarlas con humildad y deseos de cambiar para Su gloria. Por las mañanas cuando llego al laboratorio casi siempre tengo citas programadas para ir a tomar muestras en los hogares a personas que están por sus condiciones de salud, de cama, o no pueden caminar con facilidad. Hoy, fui a tomarle muestras a un señor que estaba en cama y me advirtió que no tenía venas buenas en los brazos para llenar los tubos de sangre. Y así fue, se me hizo difícil, y en sus manos tampoco, ya que estaban un poco deformes por su condición. Me indicó que era mas fácil tomarle las muestras en el pie. Algo que he hecho anteriormente, pero no es lo común y tampoco me siento muy cómoda haciéndolo. No tuve alternativa, y él tenía razón: ahí tomé las muestras rápidamente.
Lo que ocurre es que se nos hace difícil llevar a cabo o asimilar las cosas que son diferentes a lo que estamos acostumbrados. Muchas veces lo que no es común nos da temor, lo encontramos extraño, o nos crea desconfianza. Por eso los cambios o el adaptarnos a cosas nuevas no ocurren como un proceso natural en nuestras vidas, y terminamos resistiéndonos. Jesús en su caminar en este mundo tuvo esa experiencia. Muchos tuvieron temor o no lo vieron como el Mesías porque lo vieron diferente a lo que estaban acostumbrados a ver. Realizó sanaciones, expulsó demonios, y el pueblo en vez de alegrarse, se sentían confundidos. Él no se comportaba como los fariseos y otros religiosos de la época. Y terminaron crucificándolo, como ya estaba profetizado. Nosotros como cristianos somos la pieza diferente en esta sociedad que nos rodea. No estamos de acuerdo con lo que la mayoría está haciendo. Enfrentamos los problemas de forma diferente. Queremos criar a muestros hijos según la Palabra y no según este mundo enseña. Lo que para nosotros es bueno, para el mundo es malo, y viceversa. Así que nuestras vidas muchas veces impactan a otros, pero causan confusión y temor en otras personas, o en otros grupos. El evangelio que predicamos causa una transformación en nuestras vidas y hay personas que tienen miedo a que su vida cambie por completo, porque al ser diferentes, ya no nos miran igual. Es más, están pendientes a ver si en alguna ocasión demostramos que somos iguales al mundo si recaemos en algo que ya habíamos cambiado. Jesús nos puso el ejemplo. Es bueno ser diferente si mi vida da gloria al Dios que me amó y me salvó. El experimentar Su presencia nos hace diferentes y nos hace vivir una vida en abundancia. Ese es un cambio que estoy dispuesta a enfrentar. Yo quiero mi vida y mi familia diferentes. Oremos para que su Espíritu Santo nos ayude a enfrentar los cambios de este mundo y a ser diferentes para Él. Que la diferencia que vean en mí pueda llevar a otros a Dios. Luego de un dia fuerte de trabajo, darnos un buen baño nos ayuda a relajarnos. Nos quitamos todas las impurezas que recogimos en nuestra piel, y removemos las células muertas que aparecen a diario. Viviendo en una isla tropical, también ayuda a refrescarnos y como que sentimos que tenemos nuevas fuerzas.
De la misma forma, el tiempo del día que separamos para nuestro Dios es necesario. Podemos ir a Él en oración y entregarle todas nuestras cargas y preocupaciones del dia. Dejamos sobre Él todos los afanes y las cosas que no nos dio tiempo a hacer hoy. Le presentamos nuestros pecados y como le fallamos, y Él nos va limpiando y removiendo de nosotros lo que nos aleja de una vida agradable a Él. Es un tiempo de refrigerio donde se refresca nuestra alma. Su Palabra dice que Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. El reconocer que estamos en Su presencia nos da nuevas fuerzas, nuevos propósitos y nuevas metas para el día siguiente. Muchas veces atendemos e invertimos mucho tiempo y dinero en nuestro cuerpo, pero no limpiamos y restauramos nuestra alma y nuestro espíritu. Las costumbres y malos hábitos que adquirimos en este mundo nos van quitando ese olor a Cristo que debemos tener ante otros que no le conocen. Igualmente los rencores, corajes y heridas sin sanar que no entregamos al Señor nos van opacando, perdiendo el gozo que Dios depositó en nosotros. Es tiempo de darnos ese baño espiritual, y mostrar cada área al Señor para que nos limpie, nos restaure y nos dé nuevas fuerzas como a las águilas. Dedícate el tiempo a limpiar tu alma en la presencia de Dios. Oremos para que dediquemos a diario el tiempo para estar a solas en la presencia de Dios, abriendo nuestra alma y nuestro espíritu para que a través de su Espíritu Santo nos vaya limpiando, renovando y podamos reflejar su luz a los que le necesitan. Amén. Soy tecnóloga médica y trabajo con análisis de laboratorio a diario. Para llegar aquí estudié Ciencias en la universidad. He estudiado y escuchado mucho sobre las teorías de la evolución. Pero cada día que pasa, mientras más aprendo del cuerpo humano más me maravillo y sólo me provoca glorificar a Dios por tan perfecta obra.
Si solamente hablamos de las células de defensa del cuerpo podemos admirar como es un trqbajo en equipo y sumamente coordinado. Tenemos los neutrófilos que nos defienden de infecciones causadas por bacterias. Los linfocitos aumentan en cantidad cuando es un virus el que nos está causando la infección. Si nuestro cuerpo está enfrentando alergias, son los eosinófilos los que aumentan en producción. Cada célula tiene su función y cada parte de nuestro metabolismo provee energía para todas estas funciones. Aún el hombre con la tecnología que existe y los adelantos en la Medicina no han podido crear algo tan complejo y que trabaje en perfecta armonía. Es una ingeniería perfecta. Así también Dios creó el cuerpo de Cristo que es su iglesia, cada uno con una función distinta pero necesaria. En ocasiones necesitamos líderes, a veces necesitamos intercesores fervientes en la oración, se necesita quien cuide y enseñe a los niños, quien vele por los ancianos y las viudas, y tantas otras necesidades que esperan por esa célula de la iglesia que salga y obre según el propósito para el que fue creada. ¿Cuál es tu función? Señor y Padre Nuestro, te damos gloria porque grandes son tus maravillas incluyendo el cuerpo que nos formaste. Ayúdanos a trabajar para el Reino en perfecta armonía y esta do prestos a cubrir las necesidades de la iglesia. Úsanos para tu gloria y honra. Amén. ¡Qué difícil es a veces poder entendernos! Hablar con otros no es nada fácil. ¡Eso no era lo que yo quería decir! Es que yo hablo y no me entienden. ¿En que idioma te lo tengo que decir? ...
Escuchamos o decimos estas frases y muchas otras porque comunicarnos exitosamente con otras personas parece que no es tan sencillo. Pero la comunicación es la base de toda relación con otra persona. Para poder estar juntos, trabajar juntos, o vivir en familia juntos debemos entendernos. O, ¿cómo podríamos si no estamos puestos de acuerdo? Vemos en la Biblia que Dios quiso detener la construcción de la torre de Babel por el hombre, y lo único que hizo fue evitar que se comunicaran y la obra se detuvo. La falta de comunicación también detiene nuestra relación conyugal y con nuestros hijos. Muchas veces tenemos expectativas grandes en otras personas pero nunca le hemos comunicado lo que queremos, lo que nos gusta o lo que no nos gusta. En este mundo en el que vivimos, que hay tanta maldad y vivimos situaciones que nos hieren, es fácil decidir no abrir nuestro interior a otros para protegernos. Entonces vivimos comunicándonos superficialmente. Nuestra primera práctica para comenzar a mejorar la forma en que nos comunicamos con los demás debe ser en nuestra relación con Dios. A veces tenemos reservas también en la manera en que nos comunicamos con Él. Pero sabemos que su oído está presto a escuchar el clamor de los justos, nos conoce desde que estábamos en el vientre de nuestra madre y no nos va a juzgar, si no que ya nos amó hasta el fin. ¡Qué mejor que con Él! Esa es la relación que nos ayudará a arreglar las demás. Hoy es día de hablar. Padre, venimos ante tí reconociendo que estamos al descubierto en tu presencia y aún así nos amas. Ayúdanos a mejorar primero nuestra comunicación contigo para así ir mejorando en nuestra comunicación con los demás, sobre todo con los hermanos en la fe que somos un solo cuerpo. Amén. Me gusta al menos una o dos veces al día entrar en las diferentes redes sociales y leer sobre lo que está ocurriendo. Es una forma de mantenerme informada ya que no veo noticias en la televisión, pero en Internet escojo que noticias leer. Pero hay algo que me inquieta últimamente, y es ver como las redes se están utilizando como un campo de guerra entre ateos, agnósticos y cristianos y/o religiosos. Es una batalla de información, de argumentos, de la razón y de leyes espirituales. Lo que sucede con todo este bombardeo constante es que se cree mas resistencia al evangelio de Cristo, y laceraciones emocionales por las diferencias de pensamiento. Entonces tenemos que evaluarnos, ¿Con que intención posteo mensajes cristianos en mis redes sociales? Ya Dios conoce las intenciones de mi corazón y en base a eso será mi recompensa.
Me gozo al leer la carta de Pablo donde les expresa que él no quiere utilizar palabras de sabiduría para compartir el evangelio, sino que quiere que otros puedan ver el poder de Dios obrando, y ésto lo hace con temor, un temor reverente. Es muy grande la responsabilidad que nos asignó el Señor de llevar su Palabra a todo lugar porque lo representamos a Él ante los demás. Recuerda que somos como la luz en un monte que no puede esconderse. Los demás están muy atentos a nuestro comportamiento y a qué testimonio damos de Él. Así que lo que hablamos o escribimos jamás va a trascender mas allá de lo que demostramos y hacemos. Si queremos utilizar las redes para compartir a Cristo no hay nada mejor que compartir las grandes cosas que Él ha hecho en tu vida. El que las personas que te conocen puedan apreciar que algo realmente cambió tu vida, es la locura del evangelio que sólo puede creerse por fe. Tu fe impactará a otros. Eres testimonio vivo del Dios vivo al que servimos. No puedes razonar la fe con al mente natural. Tu testimonio y agradecimiento a Dios habla mas que mil palabras. Señor, te pido que seas mi guía al expresar mi fe a otros. Que me ayudes a expresar tu amor, gracia y misericordia, sin flaquear en mi fe. Te daré toda gloria y honra solo a ti. Amén. ¡Me encanta la música! De hecho, tengo dos guitarras en mi sala. El único detalle es que no se tocarlas para producir música. Las heredé de mi padre que era músico. De joven él estaba en un trío y cantaba y tocaba en fiestas. Ya de adulto tocaba la guitarrra en su iglesia. Mi prima también tocaba guitarra y mi padrino tocaba guitarra y el cuatro puertorriqueño.
Hubo un tiempo en el que quise aprender a tocar guitarra y mi prima comenzó a enseñarme con lecciones escritas como complemento, pero me cansé y no continué. Ahora me arrepiento de no haber terminado. Luego comencé unas lecciones de piano en un campamento de verano. De momento me gustaba mucho, pero también lo dejé. Mi tía me estuvo enseñando a tejer. Hice unas cadenetas y unos medio puntos, pero hasta ahí llegué. Mi abuela me enseñó a mí y a todos sus nietos el macramé. Llegué a hacer una canasta para colocar un tiesto con una plantita. Luego nunca hice nada mas. Y así en la vida he alcanzado muchas cosas con la ayuda de Dios, pero he dejado atrás muchas otras cosas que comencé y nunca terminé. Doy gloria a Dios por este blog, que fue un proyecto que comencé con una inquietud en mi corazón de parte de Dios. Llevaba un tiempo pidiéndole en oración al Señor que me usara, que quería usar habilidades o dones que poseo para contribuir al Reino. Y luego de una preparación donde fuí quebrantada por varias situaciones nació este blog. Muchas veces Dios tiene primero que prepararnos y quitar el orgullo y nuestro "yo" para entonces obrar y que toda la gloria sea solo suya. He tenido días donde he estado enferma, donde he trabajado día y noche, situaciones familiares, pero hasta aquí me ha traído el Señor y no me rindo mientras sea Él el que me siga llevando a donde Él quiere. Dios no se rinde con nosotros y trabajará con cada uno hasta que Él venga. Señor, yo te doy gracias porque hasta aquí me has traído tú. Te pido que sigas renovando nuestras fuerzas cuando sentimos que no queremos seguir. Que tus sueños sean nuestros sueños y nos lleves por el camino que has trazado para nosotros. Amén. Ayer llegaba al centro comercial para ir a un restaurante a celebrar el cumpleaños de mi hermana. Caminando desde el estacionamiento, cuando voy llegando al restaurante me pasan por al lado una señora con su hija en silla de ruedas, y escuché lo que ella le decía a su hija: " Viste, yo te lo he dicho, los buenos somos más, es que los malos hacen mas ruido". Esa frase me impactó.
¿Porqué los malos se escuchan mas fuerte? ¿Porqué los buenos no nos escuchamos? Es increíble que hoy muchos celebran el día del amor o San Valentín y la esencia de lo que es verdaderamente el amor se ha perdido. Hoy día la gente encuentra su definición del amor en un comercial de refrescos, en una novela, o en una película. Muchas veces definen como debe ser el amor por lo que ven en los artistas, en los periódicos o en las redes sociales. Y vemos un "amor" muy pasajero, que no soporta nada, que de todo se rinde, que no conlleva sacrificios ni respeto. Todo lo contrario a lo que es amor realmente. La definición perfecta de amor la encontramos en Dios y en su Palabra. No sólo nos define con palabras lo que es amar, sino que nos dio el primer ejemplo enviando a su Hijo a morir por amor. Y conocemos la verdad... ¡Pero no hacemos ruido! Este mundo necesita la información correcta, los ejemplos que lo demuestren. Todo comienza por nuestros matrimonios, por nuestra relación de hijos con nuestros padres, lo que le enseñamos a nuestros hijos y el ejemplo que ven en nosotros. Con nuestros hijos nos aseguramos que ésto pase a otras generaciones. Necesitamos demostrar amor con el prójimo, y hablarles de Dios a otros para que reciban el verdadero amor en sus vidas. Así que hagamos ruido. Señor, te damos gracias por que nos amaste primero y cada día, a través de tu Espíritu Santo nos vas enseñando a amar. Ayúdanos a ser ejemplo de tu amor a otros. Amén. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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