En las mañanas ya tengo una rutina cuando trabajo desde casa. Mi perrita Chloe es parte de la misma y ya la conoce. Cuando termino mi desayuno y tomo el plato y la taza de café, ella corre hacia el comedor delante de mi, y me causa risa ver su reacción, como dirigiendo el camino, pensando que ya ella sabe para donde voy. Me ha pasado también en momentos en que hemos salido en grupo o caravana hacia algún lugar, y de momento, uno de los carros se mueve adelante, como si conociera el camino, para luego, terminar esperando a quien realmente conoce el destino final y guiaba a los demás. Nos sucede también en nuestra vida. Llegamos a pensar muchas veces que ya conocemos hacia dónde debemos dirigirnos y hasta tratamos de guiar a Dios a nuestra voluntad y no a la suya. Hacemos todos los planes, creamos nuestras agendas e intentamos resolver nuestros problemas y situaciones inesperadas de la manera que conocemos y le pedimos a Dios que bendiga nuestros planes. En estos casos, estamos obrando como los que se adelantan sin conocer el camino. Dios conoce nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Él diseñó obras para que andemos en ellas y ha colocado sus sueños en nosotros. Muchas veces su guía nos lleva a sendas desconocidas con destinos inimaginables y deleitosos, mejores de los que anhelábamos alcanzar. “Entonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas. Luego se alegran, porque se apaciguaron; Y así los guía al puerto que deseaban.” Salmos 107:28-30 RVR1960 Dios nos ha dado su Espíritu Santo para dirigirnos y su Palabra. Él debe ir delante de nosotros y no nuestro yo imperfecto. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.” Romanos 8:14 RVR1960 Ser guiados es una bendición que afirma que somos hijos de Dios. Quiero ir al Señor en humildad para que Él sea delante mi en este peregrinaje que tiene como destino final su gloria. Oremos al Señor presentando nuestras vidas reconociendo que necesitamos de Él. Que nos guíe en su voluntad para que nuestras vidas le den gloria a su nombre y sean bendecidas. Amén.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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