Leía hoy un artículo con el que me topé en el Internet que me impactó muchísimo. Era esta joven adulta narrando su historia la cual describía como ella intentó quitarse la vida pero no tuvo éxito en ello y ahora ella se alegra de que así fuera. Ella relataba que fue violada a los 14 años de edad pero que mucho antes de ese suceso ya ella experimentaba fuertes depresiones y que quizás esa actitud de no querer vivir, la expusieron a situaciones peligrosas que pudieron ser causa de la violación que sufrió. Ella intenta suicidarse tomando todas las pastillas que había guardado de las recetas de los sicólogos mas todas las que encontró en los botiquines de la casa. Pensando que eso no era suficiente para asegurar su muerte, ella consiguió una botella de tequila para tomarla con las pastillas, pero luego de tomar las pastillas, su cuerpo no le respondía y no pudo alcanzar la botella. Luego de unas convulsiones su cuerpo comenzó a vomitar hasta el cansancio. A los tres días ella seguía mal y sus padres la llevaron al hospital donde un médico le salvó la vida. Ella recalca que luego de vivir esa horrible experiencia su vida dio un giro y le encontró sentido a la vida, debido a que una persona, en este caso, el médico, tuvo COMPASION de ella.
¡Wow! Compasión... Este mundo se mueve cada día mas con el impulso del interés y el egoísmo. Existe mucha simpatía pero muy poca empatía. Como dice la Palabra, el corazón de muchos se ha enfriado, se han endurecido. Los mismos medios de comunicación se han encargado de insensibilizarnos ante el sufrimiento y el dolor ajeno. En los evangelios se menciona en múltiples ocasiones que Jesús tuvo compasión de la gente. Nosotros somos llamados a imitar a Jesucristo. La compasión puede cambiar una vida. El Señor pone en nosotros el querer como el hacer, sólo tenemos que dejarnos guiar por Él. Oremos para que Dios mueva nuestro corazón a tener compasión de otros. Que su Espíritu Santo nos muestre con quién debemos ser compasivos. Que yo demuestre compasión así como lo hizo Jesucristo.
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Mi hijo ama los macarrones con queso (Mac n Cheese). Desde niño quisiera comerlo todos los dias. Decidí un día, ya que me gusta la cocina preparárselos en casa. Así que preparé la pasta y una salsa con 3 quesos para cubrirla. Pensé que esto era un éxito e iban a ser los mejores macarrones con queso que él habría comido. Lo llamé y le serví la comida luego de explicarle que de sorpresa no había preparado los que vienen en la cajita, sino que se los había preparado yo misma desde el principio. Él los mira y comienza a comer, entonces le pregunto si le gustaban y me contesta que si (pero con esta única cara que pensaba que no) pero que no le gustaban tanto porque los míos no eran tan amarillos como los listos para cocinar de la cajita. Claro.... porque los míos no tenían colorantes ni preservativos.
Y como mi nene, así también nosotros nos acostumbramos a las imitaciones. Por ejemplo, muchos de los frascos de vainilla que venden para hacer postres son imitación. Hoy día está de moda comprar carteras, relojes y otros accesorios de imitación de marcas famosas y costosas. Y repetimos el patrón en comidas, ropa... en fin... laa imitaciones están tan accesibles que ya no nos enfocamos en las cosas verdaderas. Así obramos en nuestra vida cristiana y el Señor en su Palabra nos invita a pensar en lo que es verdadero. El mundo nos dice que todos los caminos conducen a Dios, que cada cual busca a Dios a su manera, cuando Él es claro diciendo que Jesucristo es el único camino y la única verdad. Tenemos una posición en Él pero nos peleamos por tener posiciones aquí en la tierra. Tenemos riquezas en gloria junto a Él pero nos afanamos por obtener riquezas en este mundo donde todo perece y nada es estable. Nos enfocamos en buscar nuestra seguridad y el amor perfecto en personas imperfectas como nosotros mismos. Dios tiene para nosotros sus hijos una vida abundante, pero, ¿me estoy conformando con imitaciones? Oremos para que Dios escudriñe nuestros corazones y nos muestre con que imitaciones me estoy conformando y que aumente nuestra fe para creer en sus promesas y vivir pensando en lo verdadero. Sepúlveda es el apellido de mi padre y es oriundo de España. Bachier es el apellido de mi madre, y es oriundo de Francia. Pero el otro apellido de mi madre, Manautou, creo que es francés también. Hablábamos en estos días mi esposo y yo con un amigo de la iglesia, sobre los árboles genealógicos, de como ahora utilizando el internet puedes llegar a descubrir quienes fueron tus antepasados y completar tu árbol genealógico. Desconozco mucho sobre mis antepasados y pensaba que sería interesante conocer sobre ellos y su origen.
Realmente para mi no ha sido tan importante conocer sobre mi linaje porque no pertenezco a la realeza. Las familias reales consideran muy importante su árbol genealógico o su descendencia y antepasados porque eso es lo que les da el derecho a pertenecer a la realeza. Deben descender directamente de los reyes anteriores. Y entonces, muchas veces leí en la Biblia capítulos enteros de genealogías. Todas las veces me preguntaba para que estaban tan detallados. Y luego pude ver como Dios guardó en Su Palabra detalladamente la genealogía de Jesucristo. Por miles de años se ha preservado perfectamente. Dios preservó y se cumplió su linaje como lo decían las profecías años antes de Él encarnarse. Nuestro árbol genealógico también se extiende al plano espiritual donde Dios dice que somos sus hijos, marcados en nuestro nacimiento espiritual con el sello del Espíritu Santo y coherederos con Cristo. Tenemos entonces a la iglesia como hermanos en la fe. Es un privilegio que gozamos por la Gracia y la Misericordia de Dios el ser parte del árbol genealógico espiritual. Y tú, ¿Has nacido a la familia de Dios? Oremos primeramente por las personas que aún no han aceptado a Jesucristo como su Salvador y Señor. Oremos para dar gracias porque Dios tuvo y tiene cada día misericordia de nosotros. Oremos para que Dios nos ayude a estar en unidad con los hermanos en la fe. He escuchado mucho esta frase: "Este mundo está mal repartido." Mientras que hay personas multimillonarias, hay otros que no tienen ni agua para tomar. Están las que no tienen espacio para guardar tantos zapatos mientras otro no ha visto un zapato en su vida. Están los que tienen muchas mujeres, mientras que otros anhelan una esposa y no tienen ninguna. Hay familias muy numerosas y personas huérfanas. Hay niños que piden miles de dólares en su lista de Navidad mientras que otros nunca han recibido un regalo. Y hay muchos que tienen la Biblia en varias versiones en du casa y no la leen, mientras que otros oran por tener una en sus manos.
Sí, este mundo no está dividido como quisiéramos. Este mundo está corrompido por el pecado y la maldad, por el egoísmo, la avaricia y la codicia. Vemos cada dia mas las personas buscando llenar sus vacíos con dinero, fama, alcohol, sexo, relaciones de un día, drogas... Nos llenamos de sicólogos por cada esquina pero los problemas mentales siguen en aumento. Realmente podemos observar lo que dijo Jesús en el texto, las personas andan perdidas sin un pastor. Necesitan al Buen Pastor pero a cambio les ofrecemos religión y doctrina. La iglesia del Señor tiene mucho trabajo y pocos son los realmente comprometidos en trabajar para el Reino. La gente no quiere escuchar mas palabrería, quieren encontrar alguien que de verdad los vea, alguien en quien confiar, alguien que vea y supla sus necesidades. Nosotros somos las manos y los pies de Jesús en la tierra. La iglesia en sus comienzos suplía necesidades quitando la mirada en acumular riquezas o para su propio bien. ¿Cómo estas trabajando para ayudar a suplir las necesidades de otros? Oremos para que Dios envíe obreros como dice en su Palabra y que nos muestre como llevar Su amor ayudando a suplir las necesidades de otros. Es tiempo de trabajar. La vista es uno de los sentidos mas importantes que tenemos. Lo vamos desarrollando cuando nacemos y se refleja en los rostros de los bebés según se van maravillando con lo que ven a su alrededor. Según la vamos perfeccionando al nacer, la vamos perdiendo sutilmente al envejecer. Es la vista la que nos permite ver el camino por donde vamos y lo que tenemos alrededor. Por eso no nos gusta la oscuridad, porque en ella no podemos ver y nos sentimos indefensos.
Los tiempos van cambiando, y tristemente no para mejorar. Podemos sentirnos agobiados en esta era donde la información nos sobra por cantidades y las tragedias se comparten en vivo a nivel mundial. Vemos como la gente a nuestro alrededor se va tornando más insensible cada vez, donde el dolor y las pérdidas humanas son solo una forma de obtener rating, likes o hasta fama, porque ya los asesinos muestran en video sus fechorías para ser famosos. El peligro de esto es que como lo que vemos a nuestro alrededor no es agradable, nos vamos convirtiendo en grandes egoístas, para mirarnos a nosotros mismos. Las religiones o las iglesias están mal vistas cuando cada día publican mas artículos en su contra. Los religiosos se ven cada dia que pasa mas como ignorantes y no como personas de respeto como se veían antes. A Dios lo pintan mas injusto cada día y dudan mas de su existencia. ¿Y que debemos hacer? Como cristianos Dios nos habla en Su Palabra que no debemos vivir por vista, o por lo que veamos sino por fe. Para vivir por fe debemos hacer como los ciegos que tienen a alguien que sí ve y los guía en el camino. Por la fe confiamos en que Dios ve y conoce lo que no podemos ver, y es Él quién debe guiarnos. Debemos caminar aunque no veamos lo que hay a nuestro alrededor porque vamos de Su mano y dijo que estaría con nosotros hasta el fin del mundo. Dios se manifiesta a nosotros de muchas maneras siendo Él invisible. Los que le tenemos debemos ser testimonio para que los que no creen en Él puedan verlo a través de nuestras vidas. Debemos provocar en otros, en medio de estos tiempos difíciles, el que quieran probar a Dios. El que le busca siempre le hallará. Oremos para que Dios aumente nuestra fe y caminemos en paz en el camino que ya Él trazó para nosotros. Que podamos ser usados para llevar a otros ciegos a ser guiados por Él. Emociones...algo que todos tenemos. Podemos estar alegres, tristes, enojados...¡en fin! Desde bebés vamos conociendo las diferentes caras que debemos hacer para expresar nuestras emociones. Les enseñamos a los bebés a poner cara de enojados, a reírse a carcajadas, a poner trompita para con esa carita obtener lo que quieran y tantas otras expresiones que complementan nuestro lenguaje corporal.
Ya de adultos escogemos: disimular lo que sentimos o utilizamos el expresarlo para manipular al igual que lo hacíamos de bebés para obtener lo que queremos. Algunas personas solo lo expresan porque son muy transparentes. Pero si hablamos del desánimo, éste es muy difícil de ocultar. Lo expresamos en nuestro lenguaje corporal, pero lo peor es que lo expresamos en todo lo que hacemos, o dejamos de hacer. El desánimo nos paraliza. Nos limita para alcanzar nuestras metas, o para trazarnos alguna; nos baja nuestra autoestima, y nos debilita la fe. Es un arma muy sutil y peligrosa. El Señor en Su Palabra nos dice que si esperamos en El lo veremos en acción y nos llama a vencer el desánimo. Con Dios de nuestro lado, ¿Porqué damos lugar al desánimo? Él nos sustenta, nos guarda, nos ve a través de su amor, gracia y misericordia, y ¿qué hay imposible para Él? Nada. Pongamos nuestra mirada y nuestra confianza en Él y Él hará. No hay lugar para el desánimo. Dios nos ha dado tareas para ocuparnos de las cosas del Reino. Oremos para que el Señor aumente nuestra fe y quite el desánimo de nuestras vidas. Que su gozo y su paz nos inunden para reflejarlo a otros. Anoche me encontraba en ensayo de coro, preparándonos para la presentación de Navidad. Son alrededor de 53 voces dónde cada uno tiene su estilo, y nos dividimos entonces en: bajos, tenores, altos y sopranos. Para que las piezas que se ensayan se escuchen bien, primeramente, cada uno debe ensayar en su tiempo libre para aprenderse la canción en los tonos que corresponde a su sección. Luego, nos reunimos por secciones a ensayar para poder como sección cantar al unísono, o sea, escucharnos igual y aclarar dudas. En tercer lugar, entonces ensayamos todo el coro, para que escuchemos las armonías cuando todas las voces de cada sección cantan juntas. Para poder cantar afinados debemos escuchar a nuestros compañeros y modular nuestro volumen al nivel de los demás para tener buena mezcla. Todo esto se hace posible gracias a la directora del coro, que tiene un buen oído musical, nos dirige en las entradas, en los finales para que terminemos a tiempo y todos juntos, y detecta cuando algo no está afinado o fuera de tiempo y lo corrige. Son muchos detalles y todo comienza por que cada uno haga su tarea con disciplina y trabajemos en unidad, atentos a nuestra directora.
Así como funciona el coro funciona el cuerpo de Cristo, nosotros como iglesia. Todo comienza porque tengamos una relación personal con Él y tengamos a solas un tiempo de calidad en oración y preparándonos a través del estudio de Su Palabra. Nos encontramos con otros hermanos que tienen diferentes estilos y diferentes voces. Entonces los que compartimos los mismos dones y talentos muchas veces estamos compartiendo en un ministerio o grupo. Debemos compartir en unidad, acoplándonos para que el propósito de Dios se cumpla en lo que nos llamó a hacer. Luego como el coro completo, compartimos, nos congregamos, visitamos otros hermanos, otras iglesias y debemos escucharnos unos a los otros para ser sensibles a las situaciones o problemas que le ocurren a los demás. Todos podemos tener éxito si nos dejamos dirigir por el Director que es nuestro Señor. El va corrigiéndonos, nos va perfeccionando y nos va afinando para que podamos estar en perfecta unidad y podamos ministrar al mundo. Podemos presentar al mundo el evangelio afinados en Cristo. Oremos para que Dios siga trabajando en nosotros y estemos dispuestos a ser corregidos para ayudar a la unidad del Cuerpo en Cristo Jesús. Vivimos en un país de clima tropical bastante caliente, sobre todo en las costas y los valles. Recuerdo cuando desde pequeña salíamos para San Juan o el área metropolitana y nos íbamos temprano para aprovechar el día. Casi siempre por el área de las montañas de Cayey podíamos observar un poco de neblina y si nos llegaba la noche también encontrábamos neblina. Mucha gente le tenía miedo a guiar su carro a través de ella. Pero me enseñaron que el truco estaba en no encender las luces grandes porque esto alumbraba toda la neblina y perdemos visibilidad y lo segundo, que nos enfoquemos en la carretera y sus líneas demarcadas. Y así pasábamos a través de ella. Ya en las horas dónde calienta el Sol la neblina no se veía más. Ya el clima ha cambiado tanto, y es mas caliente de lo usual, que ya casi no vemos neblina en el camino.
la Biblia compara lo efímero de nuestra vida con la neblina que se desvanece. Nuestra vida en la tierra, por más larga que parezca, es como un instante comparado a la eternidad. Lo que más me toca el corazón es que Dios tuvo misericordia de nosotros. Somos como un segundo en el tiempo de Él y aún así dio a su Único Hijo para salvarnos. ¡Creó todo un plan para salvarnos! Él nos ama y cuando le aceptamos como Señor y Salvador nos cambia de ser un instante a tener una eternidad con Él. Mi vida aunque efímera puede darle honra y gloria a Dios. Debo vivir sabiendo que mi tiempo está en Sus manos, y Él vino para darnos vida en abundancia. La Biblia nos compara a una flor que se marchita, a un susurro en el viento, y aún así el tiene misericordia de nosotros, aún así se inclina a escuchar mi clamor. Aún así me bendice. Es Su Gracia infinita la que me posiciona en la familia de Dios. Oremos para dar gracias al Señor por su fidelidad y misericordia. Que podamos cada día recordar que es por Gracia que estamos aquí. Que podamos mirar a nuestro prójimo como Dios nos ve. Un carro tocando bocina casi encima del otro, una chica tomando un lugar que no le corresponde en la fila, nadie le da paso a la anciana que quiere cruzar la calle, un conductor discutiendo con un policía que le escribe un boleto por exceso de velocidad... Son cosas que vemos casi a diario, entre otras. Vivimos en la generación microondas donde no queremos esperar por nada, donde la palabra paciencia se va haciendo obsoleta, o tan solo una palabra de domingo. El tiempo nos controla y nos maneja a su antojo.
El problema está también a mayor escala en las cosas que no podemos medir o visualizar. No quiero esperar por la justicia de Dios, no quiero esperar por terminar la escasez económica, no quiero esperar por obtener un trabajo, no quiero esperar para encontrar un novio, no tengo paciencia para tener un buen noviazgo antes de casarme, no puedo esperar por la voluntad y dirección de Dios para mi vida. El Señor dice en su Palabra que todo tiene su tiempo. La paciencia es tan importante que Dios en su sabiduría la incluyó en el fruto del Espíritu. Es sabio utilizar la paciencia para hacer las cosas correctamente que luego no tener suficiente para arreglar lo que hicimos mal. Por ejemplo, es mejor levantarse temprano y con paciencia prepararse, que ejercer la paciencia cuando ya vamos tarde para el trabajo. Es mejor con paciencia esperar la dirección y la voluntad de Dios que luego ejercer la paciencia cuando tengo el problema y las consecuencias de la desobediencia encima. Oremos para que Dios nos ayude a ejercer la paciencia en los momentos donde es de mas ayuda y que nos dejemos dirigir por Él y seamos obedientes para caminar por la senda que Él nos trazó de antemano. El Señor tiene control de mí, no el tiempo. Cuando era niña me entretenía muchas veces rebuscando en las gavetas de una mesa grande en el comedor de la casa, el Buffet le llamaba mi mamá. Allí ella guardaba sus utensilios finos. Había copas de cristal con diseños dorados grabados, había una vajilla, un set de vasos largos de cristal pintados a mano y había un set de cubiertos entre otras cosas. No éramos ricos pero eran cosas finas, de buena calidad que había recibido en su mayoría como regalo de bodas o que había comprado para ocasiones especiales.
Pero para el uso diario teníamos otros platos, otros cubiertos y otros vasos. No recuerdo una ocasión especial en la que se usaran las cosas que estaban guardadas, pero esa era la costumbre, y así aprendió mi madre. Yo, en cambio, creo que cada dia con mi familia es especial y no tengo cosas así guardadas para no usarlas. La Biblia nos compara a los utensilios como los que tenía mi mamá. Dios nos compró a precio de sangre. Somos muy costosos... Él quiere usarnos para Su gloria, para que a través de nosotros otros puedan llegar a Su Reino y le adoren. Como la plata, Él nos pule y nos limpia para que seamos dignos de representarle, cosa que nos es dada por Su Gracia y el poder que recibimos por su Espíritu Santo. Somos especiales. ¿Estás cogiendo polvo en una gaveta o estás siendo usado para brillar? Es un privilegio servir para el Rey de Reyes. Oremos para que Dios nos revele en que etapa nos encontramos, ¿Nos están limpiando y preparando, estamos sirviendo o simplemente nos aferramos a estar cogiendo polvo? Que podamos entender el privilegio de ser usados por quién nos ama y nos salvó. Que el brillo de nuestro Señor sea reflejado en nosotros. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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