Si seguimos en la misma línea de ayer del sistema inmune, hay algo que siempre capta la observación y el comentario de las personas.Es el hecho de que las personas que viven deambulando en las calles no se enferman prácticamente y los que nos cuidamos y visitamos médicos, usamos mucho "hand sanitizer" nos enfermamos hasta de unas lloviznas. Y lo que sucede es sencillo. Nosotros nacemos con nuestro sistema de defensas, en blanco, por decirlo así. Mientras vamos teniendo contacto con los microorganismos que se encuentran en nuestro medio ambiente, nuestro sistema inmune va adquiriendo experiencia y guardando en memoria todas las cosas a las que ha sido expuesto, para cuando en un futuro esas mismas cosas se acerquen, ya hay una defensa lista para atacar. Mientras mas la persona se expone, mas fuerte y preparado está su sistema. Por eso es bueno dejar a los niños que se inmunizen.
Nuestra vida cristiana no es la excepción. Venimos a Cristo con una vida nueva que Él nos ha concedido "he aquí todas las cosas son hechas nuevas ". Dios nos permite el que pasemos por diversas pruebas, algunas veces muy dolorosas, para hacernos fuertes espiritualmente. El pecado que a principio me dominaba fácilmente, ahora no es una debilidad. Me ayuda a ir madurando espiritualmente, para ir transformándome al carácter de Cristo. Mis vivencias y experiencias me acercan mas a Dios. Voy descubriendo que soy mas fuerte cuando dependo totalmente de Él. Mi orgullo va menguando y Cristo va creciendo en mi vida. Aunque se acerquen situaciones mas difíciles, ya tengo mis defensas listas. La Palabra grabada en mi corazón será mi guía, y la oración mi frente de batalla. Lo que me va debilitando, me hace mas fuerte en el Señor. Oremos para dar gracias a Dios porque Él renueva nuestras fuerzas y a los que le amamos nuestras situaciones adversas nos ayudan a bien. Que pueda utilizarnos para su gloria y honra.
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Mi nena tenía que hacer una monografía para la escuela y escogió el tema del sistema autoimmune, sin saber mucho lo que ésto significaba, pero sí con el interés de que eso era un tema científico y que yo la ayudara a desarrollarlo. Pues para ser mas específicas en el tema se tomó el giro a hablar de la enfermedad de tiroides autoinmune. El sistema inmune tiene diferentes componentes que ayudan a proteger nuestro cuerpo de las enfermedades y cosas extrañas al mismo. Cuando se detecta la entrada de algo extraño, o que no es parte de nosotros y puede hacernos daño, se activa todo un regimiento de células y sustancias de defensa que combaten por nuestro bienestar. Pero, hay condiciones de salud, como la artritis reumatoidea, el lupus, y la enfermedad de la tiroides por ejemplo, donde nuestro sistema de defensa se "confunde" y se dedica a atacar partes de nuestro cuerpo viéndolas como extrañas y peligrosas. Estas condiciones casi siempre necesitan medicamentos de por vida. En nuestra vida espiritual tambien podríamos decir que también nos ocurre. Tenemos el espíritu que ha sido vivificado por Dios cuando rendimos nuestra vida ante Él. Pero entonces tenemos todo un campo de batalla donde nuestro propio cuerpo es el atacante. Y Pablo lo expresa cuando habla de esa lucha que tiene al querer hacer lo bueno, pero en sus miembros no está el hacerlo, sino lo que no quiere. Y es que nuestra carne y concupiscencia quiere sabotear la obra espiritual que hace Dios en nosotros. Cada vez que queremos hacer algo bueno, y agradar a Dios en todo, nuestro "yo" interior se opone. Necesitamos entonces un tratamiento de por vida que es el llenarnos de Su Palabra y sanarnos a través de la oración. Esa lucha interna la podemos vencer con el Espíritu Santo que vive en nosotros y nos guia a toda verdad. Oremos para presentarnos ante Dios como débiles en nuestra carne que necesitamos de su fuerza, su amor y su verdad. Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. La batalla fue ganada en la cruz. Cada vez que entro a Facebook o a alguna red social me presenta personas que no pertenecen a mi círculo de amistades por Internet y me pregunta si los conozco. Algunos lo he visto, otros no. Y hay personas que usan su tiempo para tener miles de amistades o "conocidos" en sus páginas de redes sociales. Y es que este mundo nos enseña que eres mas importante o mas aceptado dependendiendo de a quienes conoces. Hay veces que escuchas personas diciendo que conocen a tal estrella ese cine, o a tal político, o al jefe grande de una compañía, y depende la edad cuentan a otros que conocen al chico o a la chica mas popular de la escuela. Debemos conocer gente importante, o gente famosa para que nos admiren. Total... a la larga, son gente como tú y como yo, con fortalezas y debilidades. Pero hay alguien que sí vale la pena conocer. ¿Conoces al que creó todo lo que ves a tu alrededor? ¿Conoces al que te dio la vida y te conoce desde que estabas en el vientre de tu madre? ¿Conoces al que tiene contados todos tus cabellos? ¿Conoces al que sabe tu levantar y tu sentar, y todos tus pensamientos? ¿Conoces a ese que aún el mar y los vientos le obedecen? Pero, la razón mas importante para conocerle es que dio a su único hijo a morir en una cruz para salvarme a mi. Creo que vale la pena conocerle. Y si por importancia fuera, no creo que exista nadie mas importante. Sabes que hablo de Dios, Jehová, el gran Yo Soy. El llegar a a sus pies y conocerle puede cambiar el rumbo que lleva tu vida. Es seguro que ya no serás la misma persona. En su presencia, nada puede permanecer igual. A Él no le interesa tu status, sino tu corazón. Solo quieres que le entregues algo: tus pecados, Él los esconderá en el fondo del mar. Una vez le conozcas Él te acompañará todos los dias de tu vida y te dará las fuerzas que necesitas para continuar. Y si tu lees esto y piensas que ya le conoces, te pregunto: ¿Le conoces hoy mas que ayer? ¿Le dices a otros que conoces a la persona mas importante? ¿Tienes todavía interés en conocer Su Palabra? ¿Trabajas para que otros le conozcan? ¿Cuánto ha cambiado tu vida desde que le conoces y pueden verlo los que te rodean? ¿Sabes qué? Nunca vamos a terminar de conocerle, pero tenemos una eternidad para hacerlo. Oremos a Dios primeramente para pedirle conocerle si aún no le conocemos. Pidamos a Él que nos revele cada día mas de Él y que ponga en nosotros una sed insaciable por Su Palabra y por la oración. Que sea un orgullo poder alardear de que le conocemos con los que nos rodean. Hoy estuvimos celebrando el cumpleaños 91 de mi tio. Realmente el es tio político de mi mamá, pero como nos criamos en su casa mientras mis padres trabajaban, siempre fue como un segundo padre o un abuelo para mi hermana y para mí. Él se dedicó a educarnos y a mostrarnos valores y responsabilidad, y como ser disciplinadas para alcanzar las metas que soñáramos. Con él aprendí a sentarnos todos juntos a la mesa y utilizando los cubiertos apropiados. Nos enseñó a ahorrar, nos enseñó la importancia de leer y a hacer asignaciones. Nos enseñó que debíamos ejercitarnos y a tomar todos juntos el café a las tres de la tarde. Y nos mostró como enfrentar la vida con optimismo, esfuerzo y un buen sentido del humor. Fue y sigue siendo una bendición del Señor en nuestras vidas. Es maravilloso cuando tenemos a alguien así en nuestras vidas. La Palabra nos habla de instruir al niño en su camino. Nosotros podemos ser una bendición para otros: a nuestros hijos, sobrinos, vecinos y hasta aportando al ministerio que trabaje con los niños en nuestra iglesia. Podemos sembrar esas semillas de vida, que aunque su crecimiento va a tardar un buen tiempo, dará frutos que permenecen. Podemos modelarle a otros el carácter de Dios y los tantos consejos que encontramos en la Biblia disponibles para cada situación en la vida. Su Palabra es nuestro libro de instrucciones. Dejemos un legado que permanezca y glorifique a Dios. Oremos para que Dios nos muestre como podemos ser de ejemplos a otros y sembremos los consejos que hay en su Palabra. De niños anhelamos constantemente ser grandes. Ya de adultos, comenzamos a extrañar la vida que teníamos de niños. Mi vida de adulta ha cambiado muchas cosas de lo que era "mi mundo". Ya mis padres fallecieron, mi mamá hace 13 años, y mi padre hace 2 años. También ya fallecieron mis abuelos, mi tía del alma, mi prima y 2 tíos. Mis primos han mudado sus metas y sus familias a los Estados Unidos, haciendo la familia cercana mucho mas pequeña. La casa que era de mis padres ya alberga otra familia y hasta luce diferente por los cambios que le han hecho. Todo cambia, y hay que dar paso a cosas nuevas. Y aunque añoremos los tiempos de antaño, no significa que sean mejores que lo que estamos viviendo. Igual pasa con la vida cristiana, cuando recordamos el momento en que dimos nuestro paso de fe y comenzamos un nuevo caminar con el Señor todo se veía diferente. Las iglesias sufren muchos cambios también. Hay personas que estuvieron con nosotros que ya hoy no están, sea porque fallecieron o porque se alejaron del camino. Había un ambiente de compartir entre los hermanos quizás más profundo que el que existe hoy día donde muchas personas asisten a un culto los domingos pero no se envuelven en nada más. Aunque un grupo siempre permanece fiel, cada día que pasa mas personas no quieren comprometerse con el evangelio por falta de tiempo. Y si examinamos nuestra vida cristiana, ésta ha cambiado también. Puede que ahora tengamos una relación mas íntima con el Señor, o que tengamos una mas rutinaria. Los tiempos cambian. Pero al igual que todo mi entorno ha cambiado, cosas nuevas han llegado a mi vida. Tengo un esposo maravilloso, unos hijos que amo con todo mi corazón, un trabajo que Dios usa para suplir las necesidades, una nueva casa, y la misma iglesia, con hermanos en la fe que ahora comparto y trabajamos juntos para el reino. Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. Eso no cambia. Él sigue trayendo bendiciones nuevas a nuestras vidas. Lo que pasó Él lo utiliza para darnos paz y gozo el día de hoy. Hoy le conozco mejor que ayer. Hoy puedo contar más testimonios que ayer. Lo que Dios traiga para el día de hoy siempre va a ser mejor. Oremos para poner a los pies del Señor lo que nos pueda entristecer o lo que con nostalgia recordemos. Démosle gracias por todas las cosas nuevas que Él nos ha dado a vivir. Pídamosle que nos use para seguir haciendo del día de hoy uno que le glorifique y traiga a otros a sus pies. Que Él nos ayude a apreciar y a amar lo nuevo que gozamos hoy. Recordaba hoy cuando hace ya varios años visitamos un pueblo cercano con unas amistades y nos hablaron de un lugar muy bueno para ir a comer sándwiches. Yo quedé muy sorprendida con lo que pude ver esa noche. El lugar abría a las ocho de la noche y ya había gente esperando afuera. Era un local como rústico por su apariencia sencilla, como de antaño. Gran parte de los que allí acudieron tuvieron que esperar de pie por su sándwich. Lo que mas me sorprendió es que solo preparaban y vendían un tipo de sándwich, el de jamón y queso, y sencillo sin ensalada ni nada adicional. Por mi mente pasaron varias preguntas: ¿Y toda esta gente espera solo para comer algo tan sencillo? ¿Y cómo han podido sobrevivir con un menú extremadamente limitado, sin ofrecer variedad? Y es que estamos tan acostumbrados a que nos ofrezcan variedad, a tener siempre varias opciones. Después de todo como dice el refrán: "para los gustos se hicieron los colores." Y hay tantos otros lugares, con un horario extendido, con servi-carro para no tener que esperar ni entrar a hacer fila, con muchas ofertas mas llamativas, económicas, y una propaganda millonaria en publicidad...pero allí estaba ese pequeño local. Aaí ocurre para la vida criatiana. Jesús dijo que Él es el único camino, no hay otra opción. El mundo nos ofrece tantas alternativas, muchas religiones, muchas diversiones, muchos placeres y deleites para tratar de llenar ese vacío que llevamos por dentro. Es como una propaganda millonaria que nos ofrece lo que nos gusta, pero sin ningún final feliz. Es sencillo, como ese local, una sola decisión, un solo evangelio, un solo salvador, una fe, un solo Dios, una sola dirección. Un lunes de mucho trabajo y comienzo de semana laboral. Ya finalizando en la tarde hasta sentía dolor de cabeza pero tenía un compromiso al salir del trabajo. Mi cuñada había cumplido años la semana pasada y habíamos quedado en tomarnos un café, y con mi sobrina por parte de mi esposo. Así que salí y fuimos a un lugar que me encanta por ser muy acogedor, y el servicio tan amable que te hacen sentir como en tu casa. Compartimos un rato de café, té chai y una relajante conversación. Hacía un tiempo que no hablábamos y me relataron sobre sus próximos viajes, hablamos temas de mujeres y anécdotas jocosas. Comimos muy bien y reímos un rato. Perfecto para relajar lo estresado del día. Y así debe ser la oración en nuestra vida cristiana. Es ese anhelo de tener un encuentro refrescante con nuestro Señor donde podemos compartirle y dejarle todas nuestras cargas. Es tener esa sed insaciable por conocerle más, por conocer sus planes, por conversar con Él. Él trae nuevas fuerzas a nuestras almas, nos da la sabiduría para resolver situaciones y recibimos ese amor que desvanece todos nuestros temores. Yo quiero un café con Dios. Acerquémonos a Dios en oración, como a un amigo y presentémosle todas nuestras aituaciones, exaltemos au grandeza y conozcámosle mejor. Domingo, día de compartir en familia y mi único día libre del trabajo. Decidimos salir con los nenes (que ya son adolescentes) y con el nieto a dar una vuelta. Llegamos hasta el pueblo de Caguas, pasando el centro de la isla. Era un día tranquilo, y con un clima perfecto. De regreso venía escuchando música, mientras los chicos se entretenían en el asiento trasero, y mi esposo guiaba el carro muy atento a la carretera. Yo venía cantando, como suele suceder siempre que vamos de paseo y observando el paisaje. Me gusta admirar la belleza de la naturaleza y del cielo, porque Dios hizo una creación hermosa y muy variada. Me fascina observar el cielo porque su decoración es tan distinta que nunca se repite y los colores son una paleta de combinaciones exquisita. Parte del camino es cruzar la zona montañosa del centro de la isla, y cuando quería observar la puesta del sol, alguna montaña se cruzaba en el medio y no me permitía verlo. Según nos seguíamos moviendo, las montañas se apartaban para dejarme ver el sol nuevamente. Y Dios usa cosas así de simples para hablarnos, como el viento apacible y los cielos que cuentan su gloria. Y pude visualizar el versículo que aquí comparto, donde con tan sólo un poco de fe podremos mover los montes. Y es que vienen situaciones a nuestras vidas que nos hacen el mismo efecto de las montañas cuando me ocultaban el sol. Vendrán personas a cuestionarnos dónde está nuestro Dios cuando tenemos adversidades, vendrán enfermedades, desiluciones, traiciones, escasez, personas que nos tratarán con injusticias y podremos pensar que Dios no está, se nos hará difícil poder verlo, por nuestra naturaleza humana. Pero Él prometió estar con nosotros todos los días haata el fin del mundo. La luz de su gloria nunca se apagará. Podrá apagarse el sol, pero jamás su magnificiencia y su amor. Solo necesitamos seguirnos moviendo y poner nuestra mirada al cielo, con fe, seguiremos nuestro camino, y moveremos las montañas que no nos permiten vivir como mirando al invisible. Dios nunca nos deja solos. Podemos hallar descanso caminando con Él. Oremos para poner ante los pies del Maestro nuestros problemas, nuestras situaciones que nos hacen difícil verle, para que Él aumente nuestra fe y podamos verle al mover los montes que nos obstruyen la visibilidad del Altísimo. Démosle gloria y honra por su creación tan hermosa. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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