Y el día tan esperado llegó, gracias a Dios: el quinceañero de mi nena. Un sueño que se arraigó en ella desde niña y ayer se hizo realidad. Comenzamos a planear todo, no sin antes haber presentado en oración todo ante Dios primero, un año atrás. Eran muchos detalles, y muchas preguntas: ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? Pero Dios fue colocando cada cosa en su lugar y abriéndonos puertas. Aunque como su madre, éste era mi regalo de quince años para mi princesa, sola no hubiera podido lograr un quinceañero de ensueño como lo tuvo el dia de ayer. Sin olvidar que Dios nos dio la salud y proveyó los recursos, hubo gente muy importante en el camino. Omaris, quien nos coordinó todo en el hotel para llevar a cabo allí la actividad; Luisito, quien nos ayudó con una decoración como de la realeza; su abuela Hilda con todos los trajes de las damas y la quinceañera; Cabán, quien a último momento nos brindó sus servicios de fotografía, y así la música y otros detalles. Mi esposo fue clave en todo esto, ya que fue mi ayuda idónea y cómplice en todos nuestros inventos. Cada uno fue necesario con su labor, y juntos creamos una gran actividad. Nosotros solos no podemos coordinar todos los eventos de nuestras vidas. Necesitamos de otras Omaris, y otros Luisitos y Norbertos que hagan su parte y nos ayuden. A veces subestimamos la ayuda que podemos brindar a otros. Jesucristo habló de lo importante que era un vaso de agua.a sus discípulos, pero muchas veces pensamos que si no hacemos algo grande, entiéndase algo grande según este mundo porque para Dios todo lo que hacemos por otro es grande, no es importante para otras vidas. Todos los días Dios nos presenta oportunidades para utilizar nuestros talentos para cubrir necesidades de personas que nos rodean, sean físicas, emocionales o espirituales. La mayor necesidad que tiene un ser humano es tener un salvador para su alma. Dios nos capacita para poder ser sus manos y sus pies y mostrar su amor. Tu puedes hoy ayudar a coordinar la vida de alguien y de igual manera necesitas de otros porque no todo lo puedes hacer solo. Cualquier detalle ayudará al resultado final y no es insignificante. Oremos a Dios presentando alguna necesidad en la que necesitemos ayuda para que Él envíe sus coordinadores a ayudarnos. Presentémonos ante Él dispuestos y en humildad para ser usados por Él para ayudar a otros.
0 Comments
Me encanta el libro de los Salmos en la Biblia. Para muchas personas los Salmos son capítulos de alabanzas y adoración. Y es cierto. Pero veo en los Salmos un significado diferente. Las personas que escriben, sea versos, o canciones, tienden a expresar sus sentimientos y sus emociones de una forma muy sincera. Como seres humanos somos muy complicados, y hay ocasiones donde nosotros mismos no sabemos expresar lo que estamos sintiendo. Pero a través de las artes, como la música por ejemplo, sentimos como una liberación, se caen las inhibiciones a expresarnos libremente.
Cuando leo los Salmos puedo ver claramente las emociones de los salmistas. Son oraciones al Padre que se crean en lo mas profundo del corazón. Podemos leer y percibir la tristeza, la angustia, el temor, la alegría, la envidia, y el agradecimiento en cada línea y letra. Y Dios así lo plasmó en su Palabra. Vemos una historia como la de Job y David, donde expresan fuertes emociones, y al parecer, debilidades. ¿Y porqué Dios permitió tales expresiones? Porque Él nos creó así. Porque en carne propia, Jesucristo las sintió, las vivió. Primeramente, Dios conoce que en este mundo tendríamos aflicción, y tendríamos temor. Nos muestra en su Palabra que Él está consciente de nuestras emociones, y nos llena de promesas para ayudarnos a sobrellevar nuestras situaciones. Qué bendición es para nuestras vidas poder ver que aún en momentos de angustia, los salmistas elevaron alabanzas, expresaron palabras de gratitud y se rindieron ante el Señor y pacientemente esperaron en Él. Los personajes que vemos en la Biblia no son ficticios ni perfectos, son como tu y como yo, pero se rindieron totalmente al único Dios que tenía el poder de transformar sus vidas con su amor y misericordia. Caminaron por fe y no por emociones. Tenían emociones pero decidieron creer en el poder de Dios por encima de lo que sintieran. Dios puede usarte a ti también, solo tienes que abrir tu corazón con sinceridad y Él obrará. Oremos para presentar ante Dios las emociones que estemos luchando y experimentando en estos días. Ríndamonos a Él y Él hará grandes cosas en nuestras vidas. ¡Cuántas veces hacemos cosas y nos esforzamos por alguien y no nos dan las gracias, o ni siquiera lo aprecian! Creo que no sólo me ha sucedido a mi. Esto muchas veces me trajo frustración a mi vida, porque uno crea expectativas que no se cumplen. Aún me sucede a veces. Me gusta dar lo mejor de mi, y si... aún a veces espero al menos que reconozcan lo que hago, o que me muestren que lo agradecen de alguna forma. Pero... volvemos... no siempre, o en muchas ocasiones no voy a recibir nada de vuelta. Y es ahí donde tengo que detenerme a pensar: "¿Qué es lo que me motiva a hacer las cosas que hago?" Cuando nos rendimos de corazón ante Jesús, toda nuestra vida cambia. Hay cosas que cambian de inmediato, pero hay muchas otras que van a ir cambiando poco a poco, con la ayuda del Espíritu Santo, y en la medida en que yo se lo permita. Una de ellas es el servir a otros sin esperar nada a cambio. El propósito de Dios irnos cambiando es parecernos mas a Él, y tenemos un problema con eso. Como leímos en el texto clave, el pueblo de Israel pronto se olvidaba de lo que Dios hacía por ellos. Todos los milagros sobrenaturales y maravillas que ellos experimentaron no crearon en ellos un corazón agradecido, ni fundamentó en ellos el serle fiel a Dios, sino que le dieron la espalda y lo sustituyeron en muchas ocasiones por otros dioses. Si eso fue a Dios, imagínate que podemos esperar para nosotros y en un mundo corrompido por el pecado y el egoísmo. Dios nos da como ejemplo a seguir su Gracia y su Misericordia hacia nosotros, muy inmerecidas. Dios nos llena de favores y misericordias como dice su Palabra, todos los días y en cada momento. No existe ni siquiera un suspirar que no haya sido por su Gracia. Como imitadores de Dios debemos servir y obrar por amor, en todo lo que hagamos, y no esperar nada por llevar a cabo las cosas para las cuales fuimos llamados a Salvación. Nuestro amor incondicional hacia otros dará un testimonio que gritará tan fuerte que otros sí tendrán que reconocer que hay un Dios real, que es personal y que cambia vidas, que en un mundo donde se busca gloria y reina el no hacer nada de gratis, hay un Dios y Señor que lo entregó todo cuando no hay nada suficiente que pueda recibir a cambio, solo un corazón arrepentido. Oremos para agradecer a nuestro Salvador por tan grande regalo y sacrificio. Que cada día busquemos menos reconocimiento y gracias, y mas gloria para Él. Hoy mi nena cumple los quince. Quince primaveras que celebraremos este próximo sábado en su fiesta de quinceañera. Así que esta semana andamos muy ocupados con los preparativos. Entre éstos, comencé hoy a escribir la semblanza de mi princesa. En unas líneas donde describí su nacimiento detallé que era muy esperada y ya era amada por su familia aún antes de nacer, pero que ella desconocía que había un amor que iba aún mas allá, la amaban aún antes de la fundación del mundo. Si nosotros siendo tan imperfectos podemos amar a alguien que no ha nacido aún, que no hemos visto, no hay palabras para describir el amor de Dios que nos ama con amor eterno. Él me amó cuando yo no le buscaba, y me atrajo a Él por su misericordia y por Su gracia. No merecemos tal amor, pero Él nos ama de todas maneras. Nos amó desde siempre y nos dio un propósito para nuestras vidas y trazó un plan para salvarnos. En este mundo, las personas que amamos nos fallan constantemente. Las personas que se supone que nos amen, nos hieren constantemente. Nosotros mismos, les fallamos a los que amamos...constantemente. Por eso se nos hace difícil asimilar el amor de Dios y confiar en Él. Nadie en este mundo jamás podrá amarnos como nuestro Señor. Un amor que me conoció desde el vientre de mi madre y me ha sustentado toda la vida. Él no nos amó sin conocernos. Él nos conoce desde siempre y aún así me amó, a pesar de mí. Oremos dando gracias a Dios por un amor que nos buscó y nos conoció antes de la fundación del mundo. Que podamos deleitarnos y gozarnos en Su presencia y anhelemos conocerle cada día un poco mas. Somos amados antes de nacer. Llevaba en estos días a mis hijos a casa de su abuela, y me detuve ante la luz roja de un semáforo y observé algo que me llamó la atención. Ví estos dos árboles, uno junto al otro, que se veían de la misma especie, pero uno de ellos estaba florecido y el otro, aunque con sus hojas verdes, no tenía ni una flor. Me estuvo tan curioso que les tomé una foto, que es la que acompaña este escrito. Y como Dios utiliza cualquier cosa de nuestra vida cotidiana para hablarnos, inmediatamente habló a mi corazón. ¿Porqué algunos florecen y otros no? Dios nos dio vida por su Gracia, pero no sólo nos dio la salvación. Nos dio a cada uno dones y talentos, que nos ayudan a servirle y a rendir fruto. ¡Tenemos todo lo necesario para florecer! Me encanta el Salmo 1 que dice que somos como árboles plantados junto a corrientes de agua, que florece en su tiempo y su hoja no cae. Eso sucede cuando vivimos pegados de nuestro Señor y meditamos en Su Palabra de día y de noche. Tenemos momentos en la vida donde más que árboles verdes, parecemos arena en un desierto. Pero Dios en su infinito amor, transforma nuestros desiertos en verdes valles con su amor incondicional y sus cuidados. Él nos llevará a florecer, pero muchas veces nos conformamos con estar bajo la sombra de alguien que florezca al lado nuestro. Dios te dio la capacidad de que tú florezcas. No necesitas esposo, ni esposa, ni amigos, ni a nadie más para tu poder brillar, solo necesitas tener la luz verdadera para poder reflejarla, que es Cristo, la luz del mundo. Tus obras logradas a través del Espíritu Santo hermosearán tu vida y otros querrán conocer como logras florecer. Es tiempo de llenarte de flores. Oremos para presentar nuestros temores, inseguridades y desánimo al Señor para que Él nos dirija, nos dé las fuerzas y encontremos alimento en Su Palabra para poder florecer y otros puedan dar gloria y honra a aquél que nos transforma y nos usa con poder. Hoy tuve que madrugar mucho para ir a unas conferencias en el area metro de la isla. Como voy de pasajera me gusta observar el camino y el paisaje. Siempre me ha gustado como todo se ve en las mañanas. Todo se ve en paz, muy tranquilo y ordenado. He ido a tomar muestras a hogares en las mañanas en lugares que de noche son muy peligrosos, pero se ven muy pacíficos al amanecer. Recuerdo ir al supermercado con mi mamá al abrir, muy temprano, y me encantaba ver todos los artículos tan ordenados, todo se veía como nuevo. Así mismo visualizo que cada mañana las misericordias de Dios son nuevas para nuestras vidas. Nuestro Padre celestial es fiel y su amor y misericordia no depende de lo que nosotros podamos hacer, sino de su naturaleza divina. Tenemos a veces días difíciles pero Dios hace nuevas todas las cosas al amanecer. Como cada mañana el rocío humedece las plantas y la hierba del campo, mas aún el cuidado de Dios nos levanta y nos sustenta. Cada mañana es una nueva oportunidad de acercarnos a nuestro Señor. Cada mañana hay nuevos planes para ti. Cada mañana hay un propósito para ti. Solo tienes que creer a las promesas que son para ti. Comencemos nuestro dia con acción de gracias y con una sonrisa. El día de ayer con su afán ya pasaron, nuevas son cada mañana. Oremos dando gracias a Dios por su fidelidad y sus nuevas misericordias. Pongamos nuestras vidas en sus manos y Él hará. En nuestra vida diaria enfrentamos varios retos, nuevas batallas y nuevos temores. Mi hijo tenía temor hoy porque anoche le dispararon a muerte a un muchacho en la cancha de baloncesto, muy cerca de donde vivimos. Puedo entender su temor porque escuchaba el otro día en la radio como personas con buenos trabajos lo dejaban todo para mudarse a Estados Unidos por el temor al aumento de la criminalidad en el país. Unos vivimos con mayores temores que otros. No solo está el miedo a cosas negativas alrededor nuestro, podemos tener temor a emprender algo y fracasar, temor a que nos rechacen, etc. Tenemos etapas en nuestras vidas donde los problemas se acompañan de otros y nos podemos sentir abrumados, y se nos nubla la vista y no vemos salida. En nuestro caminar siempre se nos aconseja dejar el pasado atrás y enfocarnos en lo que tenemos por delante, y así debe ser. Pero hemos estado hablando que debemos movernos en nuestra vida espiritual y cotidiana. De vez en cuando es permitido mirar hacia atrás para recordar.como Dios nos trajo hasta aquí. Debemos mirar atrás para recordar cuando vimos la mano de poder del Señor en nuestras situaciones difíciles y como ha guardado nuestras vidas. Ya vivimos momentos que pensamos que no tenían solución, pero salimos airosos. Como el pueblo de Israel vio el mar Rojo abrirse y luego dudar de tener victoria en las batallas, aaí ponemos en duda el cuidado que Dios tiene para nuestras vidas y que su poder obra de forma milagrosa para que le debemos gloria a su nombre. Por hoy es permitido mirar atrás para entender como hemos llegado hasta aquí y como Dios nos seguirá llevando de gloria en gloria. Oremos para dar gracias a nuestro Señor porque por su Gracia y misericordia hemos llegado a donde nos encontramos hoy. Que aumente nuestra fe para vivir confiados en que nos lleva de su mano. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |