Llevaba en estos días a mis hijos a casa de su abuela, y me detuve ante la luz roja de un semáforo y observé algo que me llamó la atención. Ví estos dos árboles, uno junto al otro, que se veían de la misma especie, pero uno de ellos estaba florecido y el otro, aunque con sus hojas verdes, no tenía ni una flor. Me estuvo tan curioso que les tomé una foto, que es la que acompaña este escrito. Y como Dios utiliza cualquier cosa de nuestra vida cotidiana para hablarnos, inmediatamente habló a mi corazón. ¿Porqué algunos florecen y otros no? Dios nos dio vida por su Gracia, pero no sólo nos dio la salvación. Nos dio a cada uno dones y talentos, que nos ayudan a servirle y a rendir fruto. ¡Tenemos todo lo necesario para florecer! Me encanta el Salmo 1 que dice que somos como árboles plantados junto a corrientes de agua, que florece en su tiempo y su hoja no cae. Eso sucede cuando vivimos pegados de nuestro Señor y meditamos en Su Palabra de día y de noche. Tenemos momentos en la vida donde más que árboles verdes, parecemos arena en un desierto. Pero Dios en su infinito amor, transforma nuestros desiertos en verdes valles con su amor incondicional y sus cuidados. Él nos llevará a florecer, pero muchas veces nos conformamos con estar bajo la sombra de alguien que florezca al lado nuestro. Dios te dio la capacidad de que tú florezcas. No necesitas esposo, ni esposa, ni amigos, ni a nadie más para tu poder brillar, solo necesitas tener la luz verdadera para poder reflejarla, que es Cristo, la luz del mundo. Tus obras logradas a través del Espíritu Santo hermosearán tu vida y otros querrán conocer como logras florecer. Es tiempo de llenarte de flores. Oremos para presentar nuestros temores, inseguridades y desánimo al Señor para que Él nos dirija, nos dé las fuerzas y encontremos alimento en Su Palabra para poder florecer y otros puedan dar gloria y honra a aquél que nos transforma y nos usa con poder.
1 Comment
Rafael Mireles
4/13/2020 10:26:26 am
Saludo bendiciones,
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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