¡Wow! Iba camino del cuarto a bañarme y me golpeé el dedo pequeño del pie con el borde de la puerta. ¡Qué mucho duele! Me encorvé todo mi cuerpo momentáneamente solo por un dolor en el dedo mas pequeño del pie. Y es que por naturaleza nos protegemos. Dios nos creó así para que tuviéramos cuidado de este cuerpo. Pero no solo protegemos nuestro cuerpo físico, también protegemos nuestro corazón y nuestras emociones. Nacemos en total inocencia creyendo que todo es bueno y confiando en todos. Es desde niños que nos van enseñando a no confiar en todo el mundo. Nos van inculcando que no todos vienen hacia nosotros con buenas intenciones, y que no debemos creer todo lo que nos digan. Y en el principio no entendemos el porqué, pero... según vamos coleccionando experiencias nos vamos dando cuenta que tenían razón. Comenzamos a experimentar las decepciones y las traiciones, que se dan en diferentes niveles de severidad. Comenzamos a vivir a la defensiva tomando nosotros el control absoluto para no permitir que nos hieran o nos derriben. Y todo iba aparentemente bien hasta que un dia tenemos ese encuentro especial con Dios que comienza a cambiar nuestras vidas y nos da una nueva perspectiva de las cosas. Dios nos va llamando a caminar sobre las aguas, nos va llevando a aguas profundas donde solo podemos cruzar si dependemos totalmente de Él. El quiere entonces llevarnos a vivir una vida de fe. El problema es que ya nos programamos a mo confiar en nadie mas y hacemos lo mismo con nuestro Dios. Dependiendo de lo difícil de las circunstancias se nos hace difícil creer en sus promesas y en su Palabra. No queremos perder el control absoluto de nuestras vidas porque es la manera que utilizamos para protegernos, para estar tranquilos en que nada nos va a pasar. Y nuestra vida cristiana y la Palabra de Dios nos saca de esa zona de comodidad en la que supuestamente nos encontramos porque verdaderamente llevar el control es agotador y estresante. Dios quiere llevarnos a verdes pastos donde nos ofrece descanso. Él promete en muchos lugares de la Biblia ser nuestro protector. Ya no tengo que protegerme yo, tengo a alguien que lo hará por mi. Bajo la sombra de sus alas estaré seguro. Debo confiar en Dios para poder alcanzar otras dimensiones espirituales que no he conocido pero que Él ya tiene preparadas para llevarme de la mano. Muchas veces queremos crecer espiritualmente pero no nos atrevemos a caminar hacia donde Dios nos quiere llevar. Hoy es dia de caminar sobre las aguas. Oremos para que podamos entregar todo el control de nuestras vidas al Señor. Pidámosle que nos siga llevando a otras dimensiones espirituales donde nos acerquemos mas a Él y podamos ser usados para su gloria y ser de bendición al reino de Dios y a mis hermanos en la fe.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |