Veía un anuncio en la televisión sobre una marca de carro donde se exaltaban sus detalles en cuanto a la seguridad, y finalizaba el anuncio diciendo: "hecho con amor"... En una búsqueda que realizaba en el internet me topé con una página que decía "amor en línea", donde podías accesarla y encontrar el amor desde tu computadora. Ví también diferentes versos que hablaban de como duele amar a alguien, y cómo se te va la vida cuando tu amor no es correspondido. Y es que existen tantas definiciones de amor, y cada día el hombre en su conocimiento añade más, y le quita poco a poco, muy sutilmente, la importancia al verdadero amor. Lo cierto es que nacemos con una necesidad de amor, de ser amados, porque fuimos creados por Dios, quien es amor. ¡Él es amor! Nuestra relación con Dios fue quebrantada por el pecado, y vivimos con un vacío, que sólo puede ser llenado por lo que nos falta, que es el amor de Dios, siendo Dios mismo en nuestras vidas. Esta necesidad que tenemos, pero no entendemos con nuestra mente nos lleva a buscar toda la vida algo que encaje perfectamente en su lugar, pero al no encontrarlo, seguimos cambiando y tratando de hallar lo que nos haga felices. El supuesto amor que encontramos en este mundo es una imitación tan mala del verdadero, que llegamos a definir el amor como algo que trae dolor y sufrimiento a nuestras vidas. Como personas que hemos nacido a una vida nueva por medio de la fe en Jesucristo hemos sido llamados a amar. Hemos recibido a Dios en nuestras vidas y hemos entendido, al menos un poco, lo que el verdadero amor hizo para salvarnos y restaurar la comunión con Él. La Gracia de Dios y su misericordia han derramado Su amor hacia nosotros. ¿El problema en poder mostrar al mundo el verdadero amor? Que nosotros hemos dejado nuestro primer amor. Ese primer amor que nos llevaba a contarle a todos sobre nuestra nueva vida y como Dios nos había amado, ese primer amor que nos llevaba a desear obedecerle, ese primer amor que ponía por prioridad todas las cosas del Reino, ese primer amor que nos llevaba a orar y a tener sed insaciable por su Palabra. Necesitamos ese primer amor, y el mundo necesita conocer el verdadero amor. Oremos al Señor pidiendo perdón si hemos dejado nuestro primer amor, porque Él no ha dejado el suyo para nosotros. Que podamos amar a Dios y luego al prójimo como se requiere de nosotros. Que podamos volver a practicar ese primer amor.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |