Hoy pude darme cuenta de algo. Cuando alguien se acerca a mí con una actitud hostil, desafiante, con coraje o muy insistente, yo tiendo a ignorar a esa persona. Lo que me incomoda, o me va a causar un problema, o una discusión, yo lo evito, o me quedo callada. El problema con esto es que se lo he hecho a mi hija, y a mi esposo. Pero hoy Dios a través de su Espíritu Santo me lo reveló.
Tuve un matrimonio anterior, donde no tuvimos la madurez necesaria ni el entendimiento del compromiso que éste implicaba para hacerlo funcionar. Pero si tuvimos muchas, muchas discusiones. Y nos divorciamos y por varios años mas, aún después del divorcio, seguimos teniendo muchas, muchas discusiones. Y yo no me quedaba callada porque si yo pensaba que tenía la razón, iba hasta el final. Esto fue así hasta que me di cuenta de que no tenía paz. Me cansé de pelear... ¿Cómo lo resolví? Mi mamá me decía siempre que "para pelear se necesitan dos". Así que yo no iba a ser mas una de ellos. Y me ha funcionado hasta la fecha. Pero, sin estar consciente, también cree un mecanismo de defensa. Como consecuencia de esto, hoy le pedí perdón a mi hija por las veces que la he ignorado por evitar una discusión. Doy gracias a Dios porque me avisó a tiempo para ir reparando el daño. Realmente la Palabra no se equivoca cuando dice que de la abundancia del corazón habla la boca. Lo que ocurre es que nosotros somos los que no nos damos cuenta. En nuestro caminar por este mundo experimentamos muchas cosas buenas, pero también cosas que nos hieren y nos cambian. Dios va trabajando con nosotros para ir moldeándonos con el fin de dar testimonio de Él. Me gozo con cada cosa que va revelándome de mi vida, porque Él me conoce mejor de lo que me conozco a mí misma y trata una cosa a la vez, en amor. Lo que se acumula en mi corazón se refleja en mi rostro y mis acciones. Oremos para que Dios a través de su Santo Espíritu nos revele cosas que hemos acumulado inconscientemente en nuestro corazón que nos puede llevar a herir a otros, y que podamos aceptarlas con humildad y deseos de cambiar para Su gloria.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |