Siempre me ha gustado mucho el relato de la mujer que derrama el costoso perfume a loa pies de Jesús. Y mientras ella se deleitaba ante la presencia del Maestro, los fariseos solo criticaban. Ellos veían el precio del perfume. Ellos veían que ella no era una mujer digna de estar allí. Ellos veían esa acción como un desperdicio, y que en su "espiritualidad" ese dinero podía ser utilizado mejor. Ellos sólo pudieron ver lo que tenían de frente. Ella vio mas allá de lo que los ojos o la razón podían mostrar. Ella vio al Salvador del mundo. Ella vio al Hijo de Dios. Ella vio que era Él, el cumplimiento de una promesa. Ella vio que no había nada mas importante que estar a sus pies. Ella tuvo la revelación de prepararlo para el sacrificio que iba a enfrentar. Dos personas, en el mismo lugar, observando lo mismo, pero entendiendo cosas diferentes. Y así somos. Es muy fácil poder ver lo que tenemos de frente, pero requiere una revelación de Dios el poder ver mas allá. Requiere de nosotros el tener un tiempo de calidad con nuestro Señor, en oración y meditación de Su palabra. En cada persona que veo, ¿Veo un alma de salvación? En situaciones en las que nos fluye criricar, ¿Veo un propósito de Dios en esa persona? ¿Veo que es alguien a quien debo ayudar y tener misericordia? En mi propia vida, al primer obstáculo, ¿Veo que mi Señor tiene un propósito en todo? ¿Me veo débil, o me veo con las fuerzas de Dios? Aún los creyentes que profesamos la fe dudamos al orar para sanidad en condiciones terminales o difíciles. ¿No es Dios mas grande que cualquier enfermedad? ¿Qué veo frente a mi? Puedo decidir ver mas allá de lo que la vista natural me permite. Quiero ver como Dios vé y poder agradarle y ser instrumento para su gloria y honra. Oremos para que Dios nos dé la revelación de poder ver laa cosas como Él las ve y con un propósito divino. Que sea yo de ánimo y apoyo a otros y no sea yo criticando y desanimando a otros. Que lo que veo y hablo dé testimonio de que Cristo vive en mí.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |