Mr gusta ir a una tienda que abrió este año en Puerto Rico donde sus productos de belleza son manufacturados de forma natural y con un cuidado a mano, no por máquinas. Allí encuentras jabones, para cuidar la piel y el cabello, cremas que restauran y mantienen humectada tu piel, y mascarillas para el rostro, entre otras cosas. En mi última visita me quedé observando el área de las mascarillas y había de varios colores, olores, y cada una para un uso diferente. Había para piel grasosa, para piel seca, otras su acción es de aromaterapia y según el olor puede reducir el stress, entre otros tipos más que pude observar. La especialista se acercó y me explicó su variedad y llegó a encontrar una que cubría mi necesidad. Aunque todas eran mascarillas, actuaban de maneras diferentes. De esa manera Dios trabaja con nosotros. Él nos creó con una individualidad que nos hace muy diferentes los unos de los otros, pero tenemos todos la misma necesidad básica: estamos perdidos sin un salvador que nos rescate del pecado y del camino al infierno. La necesidad básica de una mascarilla es darnos una piel saludable. La necesidad básica de nosotros es el poder acercarnos a Dios. En su amor y misericordia ya el Señor hizo provisión para nuestra salvación, acercándonos a Él por medio de la fe. Pero a diario tenemos necesidades y situaciones físicas, emocionales y espirituales. También hay provisión para cada problema, cada situación, cuando necesitamos dirección porque no conocemos el camino que debemos seguir, en fin, en la Biblia podemos encontrar una Palabra para cada momento que estemos viviendo, sea para expresar gozo o angustia. Dios nos provee consejos para las finanzas, para la familia, para como relacionarnos a nuestro entorno, como criar nuestros hijos, como sanar y como adorarle. Cada uno de nosotros ha vivido experiencias diferentes y requerimos acciones diferentes para lograr nuestra restauración. Dios trabaja con nosotros individualmente y nos escucha a cada uno. Él nos da una vida nueva, una esperanza y una fe. Oremos al Señor para presentarle nuestras necesidades, sean físicas o intangibles. Que podamos tener sed por su Palabra para encontrar en ella el consejo apropiado y a tiempo para todas nuestras situaciones. Usemos la mascarilla apropiada.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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