Esta mañana me levanté temprano y sentada en la sala, ví a través de el cristal de la ventana cuando el alumbrado eléctrico frente a la casa de mi vecina se apagó porque ya había luz del sol. Me recordó cuando era niña y en las tardes me para a a observar cuando encenderían por sí solas las luces que iluminarían la calle en la oscuridad de la noche. Ellas tienen unas fotoceldas que les permite encender cuando detectan oscuridad. Me recordaba nuestra vida. Vivimos en un mundo de tinieblas donde Dios es nuestra luz. Cuando le recibimos en nuestra vida como salvador, entonces todo cambia. Ya no brillamos con luz propia, sino que nuestra meta es que sea la luz de Dios brillando en nosotros; que otros cuando vean nuestras acciones y nuestra vida puedan ver la gloria de Dios actuando en nosotros, y no nuestra propia gloria. Todo lo bueno que logremos deja de ser por nosotros mismos, sino que dependemos totalmente de Él quien a través de su Espíritu Santo nos va transformando para cada día parecernos más a Cristo. Debemos actuar como las foto celdas, reconociendo quien es el que debe brillar y que solo seamos reflejo de la Luz verdadera. El mundo necesita lo que Dios puede darles, es en Él que pueden encontrar la salvación para sus vidas. Es solamente con la ayuda y la dirección de Dios que podemos ser transformados, y que nuestro entorno cambie. El mundo necesita que seamos humildes y nos dejemos dirigir por la voluntad de Dios, ofreciéndonos como siervos fieles para su obra. Necesitamos que en medio de la oscuridad, otros puedan ver y anhelar la luz de Dios. Él puede llenar nuestro vacío y nuestro corazón como nadie más podrá hacerlo. Oremos al Señor reconociendo que todo lo bueno que haya en nosotros proviene de Él y toda la gloria es suya. Que podamos ser humildes en su presencia para presentarnos como obreros listos para su obra. Que podamos llevar la luz de Cristo a los hombres. Que nos ayude a que no seamos vistos nosotros, sino que simplemente seamos un reflejo de su gloria.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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