Una de las lecciones de vida que pude aprender a través de los años es que el amor debe ser incondicional. Muchas de las frustraciones de la vida surgen por nuestra actitud ante si nuestras expectativas se cumplen o no. Desde pequeños nos enseñan que si somos buenos nos ocurrirán cosas buenas, y que, en la medida en que demos, recibiremos. Pues, creces para simplemente darte cuenta de que la vida no es así de simple como una fórmula matemática. Tu das pero es impredecible lo que vas a recibir. Y el truco no está en no crearte expectativas, sino en crear las correctas. Para eso, hay varias cosas que debes saber: primeramente, la gente falla..:todo el tiempo. Segundo, las personas que más nos fallan son las más cercanas, o al menos, son las que nos duele más. Tercero, solo Dios es fiel todo el tiempo. Aprendí sobre el amor incondicional en la Biblia y en lo que Dios ha hecho en mi vida. Dios nos amó siendo pecadores y su amor por nosotros no depende en nada de lo que nosotros podamos hacer, o esa relación ya hubiera terminado hace mucho tiempo. Lo cierto es que llegamos a conocerle, a amarle, a seguirle, le damos nuestra vida entendiendo lo que implicó su amor, y aún así le fallamos. Imagínate cuánto más le fallamos a los que nos rodean. Pero sobre todo, muchas veces se nos olvida amar incondicionalmente. Condicionamos nuestro amor a lo que recibimos, o a lo que esperamos recibir de otros. Eso nos va a llevar a una vida de frustración y donde apagaremos nuestro gozo. Nuestras expectativas deben estar solo en Dios. Todo lo demás es impredecible y temporero. Sin embargo, Dios nos llama a amar como Él nos amó. Debo amar a los demás sin importar lo que ellos hagan. Por eso el amor puede cubrir multitud de faltas, porque va más allá de lo que la otra persona pueda hacer o decir, va más allá de nuestras imperfecciones. Mi preocupación debe ser si estoy amando lo suficiente. Mi amor debe ser un amor sacrificado como el de Cristo por mí. Ese amor me lleva a tener misericordia con otros y dar testimonio de que Cristo vive en mi. Si amo como el mundo lo hace no hay diferencia. Mis expectativas y mi amor están definidos por lo que dice la Biblia y lo que el Espíritu Santo me mueve a hacer. Mi amor debe ser incondicional. Oremos al Padre dando gracias por su amor para con nosotros que siendo aún pecadores envió a su hijo a morir por nosotros. Que podamos aprender a vivir amando como el ama, dando testimonio de su vida en nosotros y así obtendremos gozo y paz.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |