Normalmente, en las tardes mientras trabajo en el laboratorio, es común que haga trabajo de oficina. Trabajó con las facturas a los planes médicos y otros asuntos administrativos. Como paso la mayor parte de la tarde sola en la oficina, me gusta poner música con una bocina que tengo conectada a mi teléfono, para escuchar radio u otras aplicaciones. De esta manera no me da sueño y las horas parecen viajar más rápido. Pues estaba escuchando esta semana, y cantando mientras trabajaba en la computadora cuando de momento, la música se dejó de escuchar. Entonces, mientras pensaba en que pudo haber ocurrido, me enfoco en mirar el celular y veo que tiene un mensaje que decía: " ¿todavía estás escuchando? ". Le escogí que sí y la música se siguió escuchando. Hay momentos en nuestra vida en que hemos dicho que dejamos de escuchar a Dios. A mí me ha sucedido. El tiempo en que vivimos nos tiene muchas veces acostumbrados a llevar una relación con Dios, que si no estamos atentos, se vuelve superficial. Estamos muy ocupados todo el tiempo y a veces es como si tuviéramos a Dios de fondo en todo lo que hacemos, como la música en mi trabajo, cuando nuestras ocupaciones deben estar de fondo, y Dios en el primer lugar. Puede haber muchas razones para que el Señor " deje de hablarnos". Realmente, Él siempre está presente y no sólo nos habla a través de su Espíritu Santo, también nos habla si leemos su Palabra, en la oración o por medio de un mensaje o estudio bíblico. La cosa es que cuando creemos que le hemos dejado de escuchar, hacemos como yo hice, nos detenemos y dejamos a un lado lo que nos ocupa para verdaderamente prestar atención a la voz de Dios. Dios siempre va a querer el primer lugar en tu vida. Es de gran bendición cuando nos detenemos para poder escuchar. Es en las pruebas pequeñas y en las cosas rutinarias donde nos es más fácil fallar. Hoy, detente a escuchar. Oremos al Señor para deleitarnos en su presencia y pidámosle que modifique las cosas que nos hacen alejarnos para escucharle. Que podamos gozarnos con lo que Él tiene preparado para nosotros.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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