Recuerdo cuando Dios me ayudó a comprar la casa. La casa era la contestación a muchas oraciones que hice al Señor para ya no mudarme más. Luego de mis primeras nupcias me mudé 6 veces. En medio de un crédito no muy bueno por haber salido de una ley de quiebra, Dios concedió mi petición, no por mis méritos, sino por su gracia. Antes de mudarme habíamos ido a orar por la casa y la habíamos entregado al Señor. Pero hubo un suceso que me impactó a varios días de mudarme. Recuerdo que vino un señor para terminar de llenar unos papeles, del seguro, creo, y estábamos hacía como 5 minutos en la mesa del comedor cuando el me preguntó si yo era cristiana. Le contesté que sí pero como a la expectativa de porque me preguntaba. Él me respondió que él visitaba muchas casas, pero al entrar en la mía, sintió una gran paz, y eso le había ocurrido antes en casas donde vivía gente cristiana. Me quedé como sin palabras con su reacción. Recordé este suceso al leer el versículo de este día.
El nombre de Jesús es tan poderoso que donde es invocado, otros tienen que reconocer que en ese lugar hay algo especial. Siempre me ha impactado como dice su Palabra que es "nombre sobre todo nombre". No existe nombre mas poderoso que de Él. Aquí en la tierra escuchamos nombres de gente influyente, y hasta le causa temor a algunos. Pero no hay nada comparado al nombre ante el cual se doblará toda rodilla. Recuerdo mis momentos de crisis, en la etapa del divorcio donde me invadían la ansiedad y la desesperanza. Cuando ya creía que no podía soportar más lo que venía a mi mente era mencionar su nombre y todas las incertidumbres se disipaban, como si fuera un viento que deshace una tormenta y deja el mar en calma. Me producía paz, en el mismo instante. Cercano está Él a los que le invocan. Quiero invocar su nombre en mi casa, con mi familia, no sólo en semana santa, sino todo el año. Que otros que me visiten tengan que preguntar y sepan que allí invocamos y exaltamos el nombre de Jesús. Es una bendición inigualable el experimentar su presencia brindándonos paz. Oremos exaltando el nombre que es sobre todo nombre y démosle toda la gloria y el honor por su presencia en nuestras vidas. Que nos ayude a que otros nos vean y anhelen esa paz que Él refleja en nosotros. Amén.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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