En el laboratorio clínico donde trabajo recibimos una gran cantidad de pacientes pediátricos. Y como sacarle sangre no es nada atractivo para ellos, escucho toda clase de ofertas de parte de los padres y los abuelos que los acompañan allí. Les dicen que si se portan bien, les van a dar un dulce, o los van a llevar a comer al fast food favorito de ellos. Hasta les ofrecen si no lloran comprarles un juguete.
Nos acostumbran desde pequeños a obtener premios por nuestro buen comportamiento. Si obtenemos buenas notas en la escuela nos darán un diploma, o medallas, o hasta trofeos. Luego los padres orgullosos de sus hijos también los premian con regalos. Y se nos enseña que las cosas hay que ganárselas. Y ya con nuestra mente programada de esta forma, se nos hace difícil poder entender el concepto de la salvación. Entender que Dios siendo Santo y perfecto nos amó tanto que entregó a su único Hijo para que tomara nuestro lugar en la cruz, con nuestra mente terrenal, es difícil. La Gracia de Dios nos acerca a Él para salvarnos, es un regalo, sólo debemos creer. Y aún cuando llevamos ya tiempo viviendo como hijos de Dios, el recordar y entender su Gracia para nosotros nos lleva a vivir agradecidos, con un corazón que sólo quiere agradarle, servirle. La Gracia y misericordia que tuvo conmigo, está disponible también para otros. Es mi tarea compartir las grandes cosas que Él ha hecho en mí, para que otros también puedan recibir el mejor regalo. Oremos para dar gracias al Señor por su don inmerecido de la salvación. Que recordemos que en su misericordia y amor nos salvó, no siendo nosotros merecedores, al igual que todos los demás. Que Dios nos muestre con quien compartir mi fe el día de hoy.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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