No necesitamos mucho para vivir. Básicamente necesitamos la vida misma, y sustento para mantenerla. El stress que vivimos el día de hoy parece decir lo contrario. Necesitamos tener éxito en la vida, poseer mucho dinero y bienes materiales, porque eso nos da nuestro valor en "activos". Necesitamos casas con más lujos y comodidades para en ella lucirnos con nuestros amigos y familiares mientras estrenamos la nueva ropa de diseñador. Todo parece encajar perfectamente cuando conectamos todo esto a la "red", donde le internet viene a dictar nuestras vidas, sobre todo cómo debemos socializar unos con otros, y mi valor como persona se mide por cuantos seguidores tengo y cuantos le dan "like" a mis estatus. Entonces, si quiero aumentar mi valor debo socializar con los que aparentan un mejor estatus, para yo poder ir subiendo en la escala de clases. ¿Cómo puedo encajar mi cristianismo en este esquema? ¿Cómo puedo acomodar mis prioridades que son primeramente mi relación con Dios, segundo el reino eterno de mi Señor y en tercero, los demás que debo tratarlos como a mayores que a mi mismo? ¿Estoy viviendo conforme a la voluntad de Dios, o voy como dejándome arrastrar por el mundo cómo me mueven las olas del mar? Pienso que no importa lo que pueda decir, la distribución de mi tiempo revela claramente cuales son mis prioridades y en que lugar está Dios. Mis estados de ánimo, mi nivel de estrés y mi paz interior miden cuán lejos me encuentro de Dios. Dios nos creó y siempre supo y sabrá lo que necesitamos. Necesitamos vida para poder existir, y no sólo proveyó para la vida terrenal, sino que hizo provisión para la vida espiritual que es eterna, por medio del sacrificio en la cruz de su Único Hijo, para salvar a todo el que crea en Él. En su Palabra compara la vida con el agua. Él es la fuente de agua que salta para vida eterna, con la cual no tendremos sed jamás. Y no sólo nos salvó, sino que nos provee cada día el sustento que necesitamos, tanto físico como espiritual. Él dijo:" Yo soy el en Pan de vida". Nos regaló su Palabra para alimentarnos espiritualmente y la oración para llenarnos con Su Presencia. Físicamente, si estás leyendo esta entrada de blog, estoy segura que has tenido tu sustento, al menos el básico requerido para sobrevivir. Pero nunca somos conformes, y siempre queremos más. Nos sentimos que hemos perdido el favor de Dios sobre nuestras vidas si carecemos de algo material, o no podemos adquirir el último modelo. Nuestra paz interior es tan frágil como cambie el mercado y las nuevas tendencias. En este mundo tendremos aflicción, pero Él nos envió al Consolador, al Espíritu Santo. No estamos solos en las batallas que enfrentamos. Y aún así ante las aflicciones y las heridas emocionales nos sentimos incompletos y cuestionamos la gracia y la misericordia de Dios para nuestras vidas. Como el agua de la Peña de Horeb brotó para calmar la sed de un pueblo, así brota la vida abundante que Dios quiere que experimentemos desde aquí. Oremos presentando nuestros corazones sinceros al Señor pidiendo que cambie en nosotros lo que nos aleje de Él y de Su voluntad. Que podamos vivir mostrando cuales son las prioridades que nos brindarán gozo y balance a nuestras vidas. Tenemos lo suficiente.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |