En la semana de los retos quiero compartir algo con ustedes. Leí en estos días una frase que me impactó mucho: "No te daña lo que te falta, sino la creencia de que lo necesitas". La realidad es que podemos vivir con tan poco, pero nos han hecho creer que necesitamos mucho. Les confieso algo, este verano me sentí un poco frustrada en cierto punto porque por la naturaleza de mi trabajo, no tengo oportunidad de hacer las cosas que muchas personas hacen para disfrutar el verano: irse de playa, salir a los parques, ir a viajar, bañarse en el río, pasar varios días en un hotel, y cosas así. En mi caso, trabajo seis días de la semana y el séptimo día lo dedico a la iglesia. Pues llegó un día feriado y pensé que esta era mi oportunidad. Así que busqué en el internet y conseguí una oferta de un hotel para irnos mi esposo y yo a pasar el fin de semana. Pensé que por fin iba a hacer algo en el verano y al otro día mis hijos llegaban de California con sus abuelos y los buscaríamos al aeropuerto al salir del hotel, que se encontraba muy cerca. Ya tenía el plan perfecto, y culminaría mi verano como dicen por ahí "cerrándolo con broche de oro". Para mi sorpresa la noche antes de irnos, mi esposo se despertó con un fuerte e irresistible dolor y fuimos a la sala de emergencias del hospital cercano. Resultó ser una condición inesperada de cálculos renales, o como le dicen, piedras en el riñón. Él no quería ni ir a atenderse por no dañarme mis planes, pero ésto era algo que no estaba en nuestras manos resolver. Mis planes del cierre del verano terminaron con una estadía de cuatro días en el hospital. Y, ¿saben?, no me sentí molesta ni nada, ya que me encontraba preocupada por mi esposo, pero aprendí una lección. ¿Cuáles fueron mis motivos para planear esas mini vacaciones? ¿Que todo el mundo lo hace así? ¿Que todas mis amistades así lo hacían? ¿Que los medios de comunicación me decían que así se disfruta el verano? Podría decir que sí a todas esas preguntas. La realidad: ya yo lo tenía todo para ser feliz en verano y todo el año. Tengo un esposo maravilloso, unos hijos bellos a quienes amo con todo mi corazón, un bonito hogar, un trabajo para el sustento, mi nevera siempre llena, un closet lleno de ropa y zapatos, buena salud dentro de mi lucha con la anemia, amigos, buenos compañeros de trabajo, unas hijas nuevas, un nieto nuevo, una Biblia, una iglesia en la que puedo congregarme en libertad, un ministerio de coro al que pertenezco con un gran grupo de hermanos... y el don de escribir este blog. ¡Son tantas cosas más! No me daría el espacio para escribirlas. Tengo la bendición de que Dios en su infinita misericordia y amor me rescató y me dio una vida nueva. Tengo gozo y tengo paz. Por eso el reto del día de hoy es mirar todo lo que tengo a mi alrededor y durante todo el día dar gracias a Dios porque soy rica en bendiciones. Medita en todo, no dejes nada por lo que podrías dar gracias. Le doy gracias por todo, porque puedo ver las grandezas de los cielos porque tengo vista. Oremos sin cesar al Señor dando gracias porque somos millonarios en sus bendiciones y pidamos perdón por las veces que creemos que tenemos tan poco.
1 Comment
Luz Zambrana
8/13/2016 10:11:27 am
Una experiencia que nos hace meditar.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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