Estamos en la generación donde lo que queremos y deseamos está tan accesible como un "click". Tenemos variedad de tiendas, centros comerciales y lo que aún no encuentres lo tienes al alcance de tus dedos (y mas barato) por internet. El dinero para obtener lo que queremos adquirir: ¡No es necesario! Para eso están las tarjetas de crédito, porque hoy día si no tienes crédito no eres nadie. La publicidad cada vez es mas creativa y mas real gracias a la tecnología. La imagen que aparentamos lo es todo, y si no reflejas abubdancia y lujos no has llegado a tener éxito en la vida. La vida de los "ricos y famosos" es nuestro modelo a seguir y las amistades las ganas con lo que tienes o puedes comprar.
Y así seguimos siendo llevados por la corriente, pensando que lo sabemos y lo controlamos todo, pero somos nosotros los que somos controlados como marionetas. Vemos una economía tambaleante y los centros comerciales llenos. Yo he vivido esas etapas de adicción a comprar, o de gastar para minimizar el stress de los problemas y la vida diaria. Yo sé lo que es acogerse a la ley de quiebra y perder mi crédito. Sé lo que es sentirse que estoy perdida sin un puntaje de crédito aceptable por la sociedad. Pero Dios que es rico en misericordia y me amó primero ha ido restaurando mi vida, cambiando prioridades y abriendo mis ojos para disfrutar de la verdadera libertad que sólo Él puede dar. Mi provisión viene de Él al igual que mi valor. Ahora puedo entender que la mejor inversión es el irle conociendo para adquirirde Su sabiduría, donde como en una cuenta de ahorros vamos depositando sus promesas y Su Palabra para cuando llegan las crisis a nuestra vida hacer retiros de fe y seguir sintiendo paz, sentirnos protegidos en Él y con la esperanza de que nuestro futuro está en Sus manos y está planificado desde antes de yo nacer. Oremos para que Dios vaya revelando a nuestras vidas cuáles son nuestras prioridades y vaya transformando nuestro entendimiento a Su plan divino y a lo que hemos sido llamados. Oremos por las personas que se encuentran atadas a la corriente que este mundo desea que sigamos y encuentren libertad en Dios.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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