Vivir tranquilo. Es algo que hoy día parece un mito o una leyenda del pasado. ¿Quién puede vivir tranquilo hoy día? Entre las muchas horas de trabajo, e dinero que nunca alcanza para todo lo que queremos, o todo lo que quisimos en un momento dado que hoy hay que pagar, el gobierno como está, de mal en peor, la sociedad que cada día pierde más la moral y la cordura, los problemas que llegan inesperadamente, como la enfermedad o la pérdida del empleo...en fin, son tantas las cosas que se acumulan en nuestra mente, sin contar las que cada día pesan más en nuestros corazones con tantos divorcios, infidelidades, falta de amor y la envidia y la maldad de los que nos rodean, a veces, hasta en nuestras propias familias. ¿Quién puede vivir tranquilo? Si llegamos a Dios buscando soluciones, buscando algo genuino, y a veces nos vemos agobiados por el pecado que nos asedia. ¿Quién puede vivir tranquilo? Voy a decirte quienes pueden vivir tranquilos: los que aman a Dios sobre todas las cosas, porque su máxima prioridad es todo lo que te lleva a enamorarte más, conocerle, obedecerle, anhelar sus cosas, lo que le agrada, sin ser una carga, o un castigo. Pueden vivir tranquilos los que buscan la sabiduría de Dios, en su Palabra y en oración. Dice en Proverbios que el que le oyere habitará confiadamente. Si escuchamos su voz, si conocemos sus atributos, su naturaleza, sabemos que sobre un Dios Todopoderoso nada puede ir por encima, sobre Dios que es el amor verdadero, nada puede dañáramos, sobre Dios quien es nuestro Padre, adoptándonos en su familia por medio del derramamiento de la sangre de Jesucristo en la cruz, no hay nada que nos pueda separar de Él. Su sabiduría plasmada en las escrituras, y la que nos puede dar a través de una relación con Él, nos llevan al camino correcto, a las decisiones correctas y a aumentar una fe, que es dada por Él, que nos hace confiar en que Él obra sobrenaturalmente aunque no lo podamos entender. Es e recordar sus promesas lo que quita toda ansiedad de nuestras vidas. Es esa disciplina de poner nuestra mirada en las cosas de arriba. Es saber y creer que cuando tengo necesidad, no veo una forma posible de tener lo que necesito, pero de la nada Él me va a suplir. Es saber que me quedé sin empleo, pero Él tiene un plan mejor que el que yo diseñé, es creer que en medio de la enfermedad Él se va a glorificar en mi vida y voy a tener la victoria, es saber que en medio de situaciones con nuestros hijos, es Él quien los acompaña donde nosotros no podemos ir, es creer que es real y cambia en nosotros nuestros mayores defectos, es tener la certeza de que el éxito que no he alcanzado aquí es nada comparado con la vida que Él tiene para mi y sus bendiciones en gloria, es saber que cuando clame, Él me escucha, que cuando no sé a donde voy, Él es el camino, cuando todos me engañan, Él es la verdad y la vida.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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