Honrar a Dios con nuestros bienes. Esta es un área que también debemos trabajar para vivir al vida abundante que Dios quiere para nosotros, sus hijos. Esta práctica comenzó con ofrendas del fruto de la tierra y de la crianza de animales, cuando el dinero como lo conocemos hoy aún no existía. No es un nuevo consejo. Es un acto de adoración a Dios, reconociendo que todo lo que tengo es gracias a Él quien es mi provisión. El hombre puede cultivar la tierra, pero si no hay lluvia, o si por el contrario hay inundaciones, o vienen tormentas, su cosecha no será como la espera. Siempre va a depender de la mano de Dios para todo lo que trabaje. Entregar las primicias, lo primero a Dios, es un acto de desprendimiento también, donde la avaricia y el egoísmo no me dominan. El egoísta o el avaricioso puede ver que tendrá menos, el que se humilla ante el señor reconoce que sin Él no es nada, y que todas las bendiciones vienen de su amor. ¿Para que voy a acumular pequeñas cosas cuando el dueño del universo es mi Padre? Hay muchas maneras de honrar a Dios con nuestros bienes. El aportar a nuestra congregación para la obra es una de ellas. Pero no implica que no debemos hacer nada más. Honro a Dios cuando lo que tengo es bien administrado, y sirve de bendición a los que me rodean. Conlleva el evaluar cada día si lo que poseo me lleva a ser egoísta y anhelar cada día más, o si soy buen administrador, pero desprendido para el reino de Dios. La mentalidad humana es dada a pensar que yo lo trabajé, me lo merezco y es mío. La mentalidad espiritual piensa que cada minuto y cada recurso que tengo debe glorificar a Dios y ayudar a su obra. Si el dinero del mundo estuviera distribuido de acuerdo a esa visión, no habría personas que se acuesten sin comer. Y no solo hablo de aportar dinero. Tus bienes incluye que si tienes una estufa y comida en tu nevera, puedes alimentar a alguien que lo necesite. Tus bienes incluye que si tienes carro, puedes ayudar a alguien que camina a pie. Tus bienes incluye que si tienes una computadora puedes ayudar a alguien a preparar un resume para buscar trabajo. Tus bienes incluye que si tienes negocio propio, le des empleo a alguien y seas buen jefe. Tus bienes incluye que si eres estudiante, prestes un lápiz o un libro. Tus bienes incluye que si compras ropa nueva, dones la que ya no uses a los pobres. ¡Hay tantas formas de ayudar! Quizás pienses que no tienes nada, pero puedes dar un vaso de agua a alguien sediento. Quizás pienses que no tienes nada, pero si me estás leyendo tienes un medio electrónico para contar las grandezas de Dios a quienes no le conocen. Todo lo que poseamos puesto a los pies del Maestro, terminará en gran bendición. Solo debes dejarte usar y decir “aquí traigo mis primicias”. Oremos al Señor presentando nuestras vidas y nuestras primicias a sus pies para que todo lo que tenemos sea usado para su gloria y la expansión de su reino. Puedo ser de bendición a otros y eso será de victoria y gozo a mi vida.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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