Aquí vemos otro consejito práctico de Proverbios para nuestras vidas. Es un consejo, porque de nuestra naturaleza egoísta y codiciosa, el dar a otros no sale natural. El consejo nos dice que no ayudemos mañana, en lo posible debemos ayudarlos cuando tenemos la necesidad de frente. Eso requiere un esfuerzo adicional y no nos da oportunidad a hacernos de la vista larga. Jesús se detenía en su caminar a sanar a los que se le acercaban. No les decía que estaba ocupado, que vinieran luego. Según su necesidad los sanaba, o perdonaba sus pecados. Tenemos mucho que dar. Pero no tendremos una buena práctica de esto si esperamos a que nos sobre algo para entonces dar. Lo que nos sobra, ya no es bendición para nosotros. Dios ama al dador alegre, no al que quiere retenerlo todo y da de lo que le sobra. Vemos en la Biblia a la viuda que dio en el templo lo que le quedaba en la ofrenda, y aunque era muy poco, para ella era todo. Jesús reconoció el corazón de ella y la puso de ejemplo. Dar no solamente es dinero. Puedes dar a otros el mensaje del evangelio para que salven sus almas. Puedes sacar de tu tiempo para ayudar a otros. Puedes comprar comida a alguien hambriento. Puedes abrir tu casa para escuchar a alguien angustiado. Puedes llevar en tu carro a alguien que está a pie. Puedes bendecir a otro, visitándolos en la enfermedad. A veces, algo Yam simple como una taza de café puede crear una conversación cálida a alguien que se siente solo. Lo cierto es que no podemos dar a otros lo que no tenemos. Todo lo bueno que haya en nosotros proviene de Dios. Mientras más crezca nuestra relación con Dios, más podremos dar, más efectivos podremos ser. Damos lo que tenemos, y todo lo que tenemos ha sido provisto por Él. Cuando vamos creciendo y madurando en la fe, podemos ver que no poseemos nada, no nos hemos ganado nada, todo lo ha suplido Él para que seamos simplemente mayordomos y administradores de sus bienes. El buen mayordomo del Señor invierte, y no busca retener todo para sí. La bendición de dar no solo es para el que recibe, también trae gran gozo al que da. ¿Qué puedo dar hoy? ¿Qué necesidad tengo ante mis ojos? Oremos al Señor para que sea Él usándonos para su obra al bendecir a otros. Que pongamos todo lo que somos y todo lo que creemos poseer a sus pies para que sea de bendición.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |