La envidia la define Wikipedia como “un sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas tangibles e intangibles. La Real Academia Española la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee.” Es muy fácil dejarnos llevar por la vista, más que por los otros sentidos. Por ejemplo, un plato de comida bien adornado y colorido nos parece más apetitoso que una comida servida sin ningún detalle. Un carro nuevo, con mucho brillo y un color llamativo, nos parece mejor que uno desteñido por el sol. Luce más hermosa una mujer en un traje de diseñador, realzado por su maquillaje, que una mujer ama de casa atendiendo a sus hijos. La vista mueve nuestra atención a lo que la sociedad y la cultura nos ha ido programando sobre lo que es mejor. Y los ojos se nos van y se nos hace difícil distinguir entre lo realmente mejor de la vida, y lo que debemos anhelar para estar mejor según la propaganda social. Eso nos lleva a la envidia. Envidiamos lo que no tenemos, que nos aparenta que nos daría una vida mejor, o más reconocimiento de los demás, o un estatus social más alto para que nos admiren. Todo al final de día se basa en la vanagloria y el deseo de aceptación humano. Mientras as todas esas cosas son una gran distracción a él llamado que hemos recibido de parte de Dios de llevar el evangelio y ser usados para que otras personas lleguen a conocer a su único salvador, gastamos nuestras vidas, nuestras energías en trabajar para obtener lo que otros ya tienen. Perdemos de vista todas las bendiciones que Dios nos ha dado, los momentos aparentemente simples, pero que nos llenan la vida, como un beso de tu cónyuge o un beso de un hijo, el cuidar a nuestros padres en su vejez, o el deleitarnos leyendo la Biblia. La publicidad nos ha hecho creer que no somos nada sino lucimos como ejecutivos, sino somos invitados a las galas de la alta sociedad, o si no nos endeudamos para conducir el carro último modelo. Todas esas cosas en la vida son vanidad, y no aportan nada a nuestra felicidad y a que seamos amados. La grama de vecino siempre se verá más verde. No le busques lo especial. Dios te hizo único. ¡Único! ¡Entre millones de personas, Dios te hizo especial! Tienes habilidades, y dones especiales. Tú eres muy bueno en lo que Dios te dotó. No serás bueno en lo que hace tu prójimo, pero eres un prodigio en lo tuyo. Dios te ha suplido de comer y vestir, y te ha dado gozo eterno. Cuando verdaderamente podemos lograr entender un poquito de el privilegio que es poder orar y que el único Dios eterno, omnipotente, que creó el universo, lo que vemos y lo que no hemos descubierto aún, que ese Dios se inclina a escucharte, entonces verás que ya lo tienes todo. Oremos al Señor dando gracias por todo lo que tenemos que perdemos de vista ante los ofrecimientos de espejismos que nos rodean. Que podamos vivir una vida de gozo y veamos que tenemos para compartir con otros lo mejor de este mundo.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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