Las cosas superficiales son de corta duración. Por ejemplo, una cinta adhesiva o un pegamento que va sobre la superficie de una pared, pueden ser removidos, o pueden dejar de funcionar aún antes de removerlos. Sin embargo, un clavo en la pared, puesto con profundidad, o un tornillo bien sujetado, muy difícilmente se caigan, y soportan más peso que las medidas superficiales. Estos ejemplos son una ilustración sobre nuestra vida espiritual. Para poder tener menos altos y bajos, pecar y volver arrepentidos al Señor, y alejarnos de una vida de relación con Él y luego volver de nuevo, es necesario profundizar. En nuestro cuerpo terrenal siempre tendremos ocasión de pecar, pero Dios nos ha dado herramientas para poder resistir las tentaciones. Tenemos al Espíritu Santo que habita en nosotros y nos guía, su Palabra para mostrarnos cómo debemos actuar y conocer la revelación de Dios para nuestras vidas y el mundo entero, la oración, el ayuno, las alabanzas...etc. Podemos tener todas estas herramientas pero si no las utilizamos correctamente, nuestro camino será ardúo. Debemos profundizar, meditar en su Palabra todo el día. Me llama la atención de versículo que aquí acompaña, que dice que al edificar la casa, el hombre “cavó y ahondó” para poner el fundamento. Un buen fundamento no es superficial. No es como reflejo a los demás que vivo, es cómo Dios ve que estoy viviendo. Podemos tener todo en la mente, pero debe llegar a nuestro corazón, donde comienzan nuestras acciones. Nuestro fundamento sostiene todo lo que creemos, y por lo tanto, todo lo que hacemos y decimos está determinado por él. Pero a veces tenemos como fundamentos cosas que no edifican, rencores, corajes, decepciones guardadas, egoísmo, temores y todo tipo de cosas que nos estorba al colocar el fundamento de Su Palabra. Dios va a trabajar en nuestras vidas para limpiar y remover todo aquello que nos desvíe la mirada del camino ya trazado. Dios va a utilizar diferentes situaciones para recordarnos lo que llevamos muy profundo. Debemos estar arraigados y cimentados en el amor de Dios y no en las cosas que el mundo fue sembrando en nosotros a través de los años. Debemos deshacernos de todo el peso que nos asedia como dijo el apóstol Pablo. A veces, establecer un fundamento profundo nos costará pasar por el desierto, pero será para probarnos y llegar a la tierra de bendición. Es tiempo de profundizar. Oremos al Señor pidiendo que examine nuestros corazones para ver qué nos estorba, para poder profundizar y colocar su fundamento en donde esté firme para poder soportar en el momento de la prueba.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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