¡Cuán cambiante es nuestro ánimo! Unos días estamos alegres, otros tristes, otros afligidas, otros nos sentimos victoriosas... Pero en todos ellos tenemos la compañía de Dios. El conoce nuestras debilidades y nuestras emociones. ¡El nos hizo así! Por eso nos ha dado herramientas para nuestro diario vivir.
La oración es un arma poderosa donde por medio de la Sangre de Jesucristo podemos llegar hasta su presencia y confesarle nuestros pecados, derramar lágrimas, expresarle nuestro amor y agradecimiento, desahogarnos de nuestros problemas y situaciones. No hay nada que nos nutra mas nuestro espíritu que la oración. Otra arma poderosa es la alabanza, el reconocer que El es Dios y digo de toda gloria y exaltación. Vemos en Su Palabra como David expresaba en alabanzas todas sus vivencias, sus emociones y como se sentía bajo el cuidado de Dios. En tiempos difíciles cuando no he tenido las palabras correctas para orar, cuando no me fluye esa oración, he entonado alabanzas al Señor y Su Espíritu Santo me ha ido guiando y ministrando. Somos ministrados y podemos ministrar a otros a través de la alabanza. Como mujeres de fe, seamos sensibles con nuestras hermanas en Cristo y oremos juntas, cantemos juntas, riamos y lloremos juntas. Oremos por que Dios nos muestre donde haya necesidad de unirnos para manejar nuestras emociones a la luz de Su Voluntad.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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