.Recuerdo el 19 de septiembre cuando todos en Puerto Rico estaban a la expectativa de si el huracán María entraría a la isla. Ya no se vislumbraba ningún cambio en la trayectoria de este fenómeno y la prisa en los preparativos era inminente y real. Mi esposo se ocupaba de inspeccionar nuestra casa por todas las esquinas buscando áreas vulnerables como me decía él, mientras nosotros nos preparábamos dentro de la casa. No eran buenos los pronósticos ante la situación de crisis que vivía el país y estábamos a dos semanas del paso del huracán Irma, quien pasó rozando la isla, ocasionando daños en la parte este y noreste de la isla, donde recién acababan de restablecer el servicio de electricidad en un 95%. Y en medio de toda esta incertidumbre se llenaron las redes sociales con fotos del atardecer de ese día. Comparto al final de este blog la foto. Unos colores espectaculares, nada rutinarios, llamaban la atención de todo el que estaba fuera. Era una vista increíble. Y es que Dios en su gran amor y misericordia que tiene para nosotros nos deja ver siempre antes de una prueba su grandeza y su poder, que van acompañados de su fidelidad. La prueba que se avecinaba era grande, y así de grande dejó ver su magnificencia. El mismo Dios que nos dio ese atardecer que no olvidaremos, era el mismo poderoso Dios que estaría con nosotros en medio de las dificultades. Su poder no cambia. Nos mostró que Él es el dueño de la naturaleza y no una hoja de mueve sin que Él lo permita. Él siempre tiene un plan. He visto su mano de poder supliéndonos aún más de lo que hemos necesitado. Nos unimos como familia a orar a diario, a sentarnos nuevamente a cenar juntos a diario. Establecimos nuevas costumbres y rutinas mientras no teníamos luz, ni agua, y pasábamos las noches a oscuras o a la luz de una vela. Agradezco a mi Señor que nos quitara las distracciones por un rato para ahora poder verle mejor y poder reforzar ese altar familiar que trataba de establecer sin mucho éxito. Mis hijos pudieron ver prqueños milagros al ver oraciones contestadas casi al instante. En este mundo tendremos pruebas pero podemos pasarlas cimentados en la Roca que es Cristo. Cuando flaquee muestra fe, podemos mirar detenidamente, que Dios estará mostrándonos cuán grande es su poder. Oremos por las vidas que aún se encuentran sin electricidad y agua potable aquí en la isla y por aquellos que se encuentran en condiciones de necesidad, como en los campos y montañas. Que puedan ver el poder de Dios en medio de la necesidad y la prueba y que Dios siga aumentando nuestra fe.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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