Estábamos realizando esta mañana los trámites para solicitar los pasaportes para nuestra familia. Gracias a Dios, al parecer, como hay muchas personas de vacaciones para esta época, aunque habíamos sacado una cita, no había muchas personas allí. Pero éste es uno de esos lugares donde tienen muchas sillas, área para que puedas sentarte a llenar las solicitudes y el área de recepción, donde tienen la tarea de orientar a los que llegan y verificarle los documentos, para luego pasarlos por turno a las oficinas correspondientes a la gestión que realizan. Cuando andamos en este tipo de gestión, normalmente no queremos esperar mucho y estamos muy alertas para escuchar nuestro nombre o nuestro número para pasar al área que nos toca. Sin embargo, hay otro tipo de lugares donde no queremos que nos llamen para pasar al frente, como cuando piden personas para realizar una tarea que no nos gusta, cuando estudiamos y el maestro nos llama a contestar algo que no sabemos, o cuando hay que hablar frente a un grupo de personas y sentimos temor. Pues, sucedió algo similar entre el pueblo de Israel con lo que nos podemos identificar. Moisés estaba en la presencia de Dios, recibiendo como líder del pueblo muchas instrucciones y la descripción de la ley divina. Pero el pueblo, se desesperaba (como hacemos nosotros muchas veces), porque ya pensaban que Moisés llevaba demasiado tiempo reunido. Necesitaban ver o palpar algo, y ahí cometieron idolatría haciendo con la ayuda de Aarón un becerro de oro para adorarlo. Moisés se encuentra con esta situación y hace una confrontación al pueblo. Necesitaba saber quienes todavía serían fieles a Dios. Así que hizo un llamado, público, para que se identificarán. A diario recibimos el mismo llamado que hizo Moisés, ¿Quién está por Jehová? En cada decisión que tomamos debemos hacernos esa pregunta. ¿Lo que hago glorifica al Señor? ¿Pueden otros ver que estamos por Dios? Recordemos ese llamado. Oremos pidiendo al Señor que escudriñe nuestros corazones ante ese llamado y que nos ayude a través de su Espíritu Santo a honrarle en todo lo que hagamos, y aunque las cosas se tornen difíciles podamos dar un paso al frente y decir que estamos por Él.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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