Estamos en el tiempo donde todos los avances tecnológicos y el fácil acceso a toda la información que necesitas, no importa el tema, nos lleva a que creamos en el poder de nuestra mente y nuestra voluntad, y que con ellas alcanzaremos todo lo que nos propongamos en la vida. Esto nos lleva a que tenemos muchas decisiones por tomar. Vivimos en la era de la autosuficiencia y la inteligencia, lo que ha ido llevando al ser humano a pensar que no es necesario un Dios que tenga el universo, creado por Él, en sus manos. Cada vez hay menos espacio donde acomodar a Dios porque los llamados derechos de los hombres defienden el que nadie tenga control sobre tu vida, te diga lo que debes hacer, ni te detenga en tus planes. Pero dentro de este mismo mundo, vino un salvador a entregar su vida por personas que no lo merecían. Un grupo de personas creemos que existe un Dios todopoderoso. Creemos que todo no termina con la muerte terrenal, sino que realmente comienza con ella. Creemos en la Biblia como el libro de instrucciones para nuestra vida y experimentamos la presencia de un Dios de amor. Deseamos agradarle y vivir por Él. Hemos visto como el seguir sus mandamientos y sus consejos plasmados en la escritura han traído paz, sabiduría y bendición a nuestra vida y a nuestras familias. Podemos dar fe de que es un Dios real, que sana, que nos da gozo y paz y suple todo lo que necesitamos, sea físico o espiritual. Yo he creído en que quiero caminar en Su voluntad y le consulto cada decisión que tengo que tomar, por mas cotidiana que parezca. Ya me he equivocado mucho en mis decisiones pero he recibido dirección de Él que me ha llevado a grandes bendiciones. A Él le presento todas mis angustias y mis pesares y Él me escucha. Pero la bendición que es para mí esperar en Él, resulta en incomodidad para otros que no creen que realmente Dios nos hable. Cada día es mas común el que vean como una pérdida de tiempo el confiar y esperar en Dios. Dios permite que las palabras de Job se plasmaran en la Palabra para que sepamos que Él nos entiende, y que el premio final será mejor y mas duradero que el que nos puedan juzgar. No flaqueemos, porque otros serán testigos de los milagros y de las maravillas que Dios hace a diario en nosotros y querrán experimentarlo también. Vamos a ser apoyo para otros cuando estén en adversidad. Yo quiero seguir esperando en Él. Oremos para presentar ante Dios si nos hemos sentido juzgados o burlados por nuestra fe en Él y perdonemos a aquéllos que lo hayan hecho. El amor de Dios y su Gracia es mas grande que todo y que nos ayude a serle fiel en nuestra vida diaria para que otros puedan encontrar ese gran tesoro.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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