Hoy es el cierre de la serie de la Mujer Virtuosa de Proverbios 31, adaptándola a los tiempos en que vivimos en el 2018. Pudimos ver muchas cualidades que hacen de esta mujer alguien completamente perfecta. Muchas nos intimidamos a veces por lo que ella implica, pero hemos visto que todo se hace dependiendo del Señor. De Él provienen nuestras fuerzas, nuestra sabiduría y todo lo que hacemos es para Él y por Él. Más que todo hemos sido llamados a ser luz en un mundo que vive en tinieblas. El examinarnos y ver lo que nos falta, es razón suficiente para acercarnos más al Señor para que nos siga transformando como lo ha hecho desde que le conocimos, para nada es motivo de desánimo o frustración porque no es algo que no va a fluir naturalmente en nosotras, más sí es fruto del Espíritu Santo. Es más fácil dedicarnos a amar al Señor en espíritu y en verdad, y su amor a través de nosotras será de bendición a los que nos rodean. Los hombres en nuestras vidas, ya sea padres, esposos, y hasta los hijos deben ser de apoyo a nosotras, mientras nosotras respetamos sus roles en cada lugar. El camino de la Mujer virtuosa comienza desde niña, y no cuando contraemos matrimonio. De hecho, el capítulo instruye a un hijo en que características debe buscar en una mujer para considerarla para una relación matrimonial. Debemos recordar que nuestras palabras de bondad y nuestro carácter solamente va a reflejar lo que tenemos en el corazón y nuestra relación con Dios. Nuestro tiempo debe ser manejado como buenos mayordomos del Señor y nuestras prioridades deben mostrar el carácter de Cristo y que sean de bendición a nuestra familia. Nuestro valor y estima no se encuentra en la belleza externa ni en los éxitos terrenales que podamos alcanzar, nuestro valor descansa en el sacrificio de Cristo en la cruz. Dios nos ha bendecido para bendecir a otros y para que con nuestras vidas otros puedan verle, conocerle y glorificarle. Quiero que estes consciente de que muchas de las cosas que hagas quizás parecerán no ser apreciadas o no reciban unas palabras de gratitud, pero Dios te ve, y somos siervas del Señor, quien merece toda la exaltación y gratitud. Cada vez que actuamos conforme a la voluntad de Dios nuestra vida reflejará su gozo y viviremos la vida abundante que Dios preparó para nosotros. Recuerda que no estás sola. El compartir con el cuerpo de Cristo, o sea, la iglesia, y con personas que sean de apoyo, no es indicador de debilidad, sino de sabiduría al reconocer que no lo sabemos todo, que no vivimos solas en el mundo, y que el buscar ayuda nos hará más fuertes. Recuerda que aún Moisés necesitó que le levantaran las manos. Prefiero ser débil a los pies del Señor, y humilde ante mis hermanos en la fe, que fuerte en mis propias fuerzas y sabia en mi propia opinión. Oremos al Señor dando gracias por su Palabra que es lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestros caminos. Pongamos nuestras vidas a los pies del Señor rindiendo todo lo que somos para que sea Él quien nos moldee y nos transforme. Que otros puedan ver en nosotras una mujer virtuosa, separada para Dios, que se goza en bendecir a otros.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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