Tenemos en la casa televisión por satélite. Pero con e paso de huracán María el año pasado en el mes de septiembre, perdimos por varios días la señal, ya que la antena se había movido un poco con los vientos huracanados. Tan pronto recibimos la electricidad, doce días después del paso del huracán, pusimos la llamada de servicio. A los varios días llego el técnico, subió al techo y movió la antena muy poco y comenzó a verse allá televisión, por lo que terminó su trabajo. No se veían los canales de alta definición, pero entendíamos que era por la situación que habíamos pasado. La cosa es que con el tiempo, antes, nunca teníamos problemas con la señal y ahora se iba muy frecuente, y ya el sábado, algunos canales desaparecieron de nuestra programación. Llamamos de nuevo y enviaron otro técnico. Resulta que sólo teníamos la mitad de la señal, ya que las antenas estaban mal orientadas, había que cambiar unos cables y unos conectores. Ahora podíamos ver toda la programación original y hasta los canales de alta definición. Nosotros tenemos una relación con Dios desde el día en que le recibimos en nuestras vidas. Y para disfrutar de la vida abundante que Dios nos ofrece en su Palabra, debemos estar bien conectados con Él. Pero, suele ocurrirnos, y me incluyo, que a veces las tormentas de la vida nos desorientan y perdemos, no nuestra relación con Dios, sino, el estar deleitándonos en Él y su presencia, y no rendimos lo que se espera de nosotros, como e ir y llevar su Palabra a los demás. No basta sólo con estar conectados. La oración y el leer su Palabra nos ayudan a eliminar de nuestras vidas lo que nos estorba en este caminar. A veces, nuestras prioridades cambian, o somos distraídos fácilmente por las cosas que este mundo nos ofrece, como las redes sociales, los placeres y los bienes materiales. Debemos despojarnos de todo peso que nos asedia como dice el apóstol Pablo. Lo que Dios nos ofrece, aún estando en esta tierra, no tiene comparación. Preparémonos para las tormentas de la vida y no solo para los eventos atmosféricos. Estemos en sintonía con Dios. Oremos al Señor dando gracias por el sacrificio que nos perdonó y nos unió a Él, por buscarnos cuando aún no le buscábamos. Que nos ayude a estar más enfocados en las cosas de arriba y nuestra relación personal con Él.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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