Salíamos ayer en la mañana de la urbanización donde vivimos y notamos en una propiedad de un negocio que está cerrado y abandonado que queda cerca, como algunos árboles y palmas que habían plantado para decoración del lugar, han ido muriendo con el tiempo. Ya los habían traído siendo grandes y al no tener el cuidado apropiado por un tiempo, como sus raíces no son muy profundas, se han ido secando. Hablábamos sobre las palmas y los diferentes tipos de árboles, como Dios los creó para un lugar y con un propósito en específico. Algunos árboles dan frutos, otros son medicinales, otros dan buena madera, pero todos fueron creados con un fin. Dios todo lo pensó, no creó mad al azar. Igualmente nosotros fuimos creados con un propósito y para habitar en un lugar específico. Fuimos creados para habitar junto a Él, en una perfecta comunión. El pecado nos alejó de Dios, pero no nos dejó sin un propósito. Aún hemos sido creados para gloria suya, por lo que Dios tiene un plan. Tu y yo tenemos un propósito, lo conozcas o no. No eres una creación al azar. Dios te pensó y como dice en el Salmo 139, nos conoció en el vientre de nuestra madre, y ya tenía un propósito para nosotros desde antes de la fundación del mundo. No hay nada que nos produzca mayor gozo que el caminar en la voluntad del Señor para nuestras vidas y que Él pues ser glorificado a través de nuestras vidas. El problema es que a veces andamos desorientados y no conocemos el camino a seguir. El mundo puede hacernos creer que no tenemos un propósito ya trazado. Para eso, debemos ser como dice el Salmo 1, como árboles plantados junto a las aguas, que da su fruto en su tiempo y su hija no cae. Separados de Dios nada podemos hacer. El primer paso es cimentarnos en el Maestro. Al estrechar nuestra relación con Dios por medio de la oración y el meditar en su Palabra, podremos ser sensibles a la voz de Dios y conocer nuestro propósito. Dios ya nos dio unos dones y unos talentos para utilizar, pero Él nos va a seguir capacitando en donde sea nuestro lugar de servir. Que aunque el mundo a tu alrededor vaya cerrando, que puedas florecer y vivir abundantemente. Oremos al Señor exaltando su grandeza y su obra de la creación. Agradezcamos que no somos simplemente criaturas, sino que trazó un plan para que también seamos hijos. Que nos haga sensibles a su voz y nos muestre nuestro propósito en estos momentos de nuestra vida. Que podamos entender el gozo que envuelve servirle.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |