¿Te has encontrado en la situación donde el espacio donde vas pasando es estrecho y sólo puede pasar una persona? A veces vamos por una calle que tiene tránsito en ambas direcciones y dos vehículos se encuentran de frente y ninguno quiere retroceder o moverse a un lado. Lo he visto con frecuencia. Esto logra como resultado que ninguno pueda trasladarse a su destino, pierdan tiempo y termjnen hasta malhumorados. En este dilema, uno de los dos tiene que ceder. No hay otra salida. Es una solución simple pero que requiere dejar el orgullo y los derechos a un lado teniendo nuestra meta, en este caso, nuestro destino como lo mas importante.
Esta misma situación la llevamos a nuestro diario vivir en como manejamos nuestras relaciones con los que están alrededor nuestro y hasta con Dios. Podemos ser obstinados y decidir por nosotros primeramente, ó en otras palabras, ser egoístas. Pero eso no va a lograr una buena y sana relación, sea amistad, familia o matrimonio. La Biblia nos manda a ver a los demás como superiores a noaotros mismos, y no es para menospreciarnos, es un consejo sabio que nos trae paz. A veces nos quedamos atascados espiritualmente hablando porque no estamos de acuerdo con Dios en algún asunto. Debemos ceder y reconocer que Él sabe lo que es mejor para nosotros, sea para disciplinarnos o para darnos algo mejor. Dios quiere movernos de donde nos encontramos y llevarnos a otros niveles de crecimiento espiritual. La humidad siempr nos va a abrir puertas, mientras que el egoísmo nos aisla. Oremos para que Dios nos muestre en qué área de nuestra vida debemos ser mas humides y menos egoístas.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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