“Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde.” Proverbios 31:27 RVR1960 En el diccionario “no comer pan de balde” significa “no recibir de gracia una cosa, sino por su fatiga y trabajo”. En palabras sencillas, podríamos decir que es no esperar que las cosas lleguen de gratis, sino que trabajemos para obtenerlas. Dios creó el trabajo, y aunque nos pareciera a veces que es un castigo, no lo es. Es parte del carácter de Dios que debemos imitar. Tampoco es bueno irnos a los extremos porque Dios mismo nos dio ejemplo al descansar de la creación al séptimo día, y no es porque estuviera cansado. Todo tiene su tiempo, como leemos en Eclesiastés. Así que el problema no está en si debemos trabajar o no, trabajemos o no, nuestro día sigue teniendo 24 horas. ¿Qué hago con el tiempo de ocio? Esa es la pregunta importante que debemos siempre contestar. Podemos encontrar en la Biblia consejos para toda nuestra vida diaria. Leemos en 1 Timoteo 5:13 “Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran.” Como hijos de Dios, nos exponemos más a las tentaciones de este mundo que nos son ocasión de pecar cuando estamos ociosos. En Ezequiel 16:49 nos dice de esta manera. “He aquí que ésta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso.” El tiempo que desperdiciamos en el ocio o la pereza, podría ser utilizado para las obras a las que estamos llamados para el reino. La Mujer virtuosa administra su tiempo, al igual que el tiempo de ocio. Podemos tener descanso, pero ¿que hacemos con nuestro tiempo libre? ¿Nuestro tiempo libre está siendo de edificación a nuestras vidas, o es ahí donde más estamos pecando? ¿Lo que hacemos edifica o nos nutre espiritualmente? ¿Dejamos cosas importantes a las que debemos dedicarnos para estar ociosos? El ocio es una artimaña del enemigo muy utilizada en estos tiempos donde todo parece resolverse y hacerse de forma automática. Somos la generación “fast food” donde todo lo queremos rápido, automático y sin mucho esfuerzo. Trabajamos más horas para pagar que otros u otras máquinas hagan nuestras tareas para que nos sobre más el tiempo. Eso mismo lo hemos enseñado a nuestros hijos. Ya tenemos lavadoras, no lavamos a mano la ropa, secadoras para no ir al tendedero, microondas, llevamos los carros a lavar a los car wash automáticos, hacemos compras online y ahorramos el tiempo de ir a las tiendas, y muchas cosas más. Pero como que cada día se invierte menos tiempo a la familia, al hogar y al servicio del reino de Dios. ¿Donde está el tiempo que hemos ahorrado? Como dice el verso, es una realidad que nos confronta, el que no podemos dar por gracia o por sentado que la educación de nuestros hijos, las tareas del hogar, el orar y estudiar la Palabra juntos y tantos otros detalles van a ocurrir por si solos. Y no me malinterpreten, Dios puede transformar con su poder un hogar, o el corazón de tus hijos, aún el tuyo, por su gracia. Pero Dios nos instruye en su Palabra a invertir nuestro tiempo en lo que permanece. Muchos pecados se maquinan en la mente, y se justifican, en el tiempo de ocio. ¿Que Dios espera de nosotros? ¿Que enseñamos a otros? Mi tiempo de ocio puede llevarme a que otros hablen de mi y eso manche mi testimonio como Cristiano. La Biblia ya nos lo advierte. Peor aún, puede llevarme a yo utilizar mi tiempo para murmurar y hablar mal de otros. Oremos al Señor para comprometernos a examinar nuestro tiempo libre y que sea su Espíritu Santo el que nos dirija para toda buena obra. Que mi testimonio sea uno que glorifique al Señor y otros vean su carácter en mi.
5 Comments
Veronica
12/2/2019 04:15:39 pm
Hola, fue de bendición su enseñanza, Dios le siga dando sabiduría♡
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Sahaira Rivera
4/2/2020 08:25:15 am
Amo a Dios!
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Marina
10/22/2020 02:23:28 am
Me gusto mucho esta explicación
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Soraida Martínez López
9/26/2021 01:02:42 pm
Gracias por la explicación
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Isabel
10/5/2023 10:01:59 am
Gracias 🙂 por la enseñanza ahora entiendo mejor
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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