Ayer hablábamos de que debemos movernos. Dios nos llama a nuevas cosas, y a ir creciendo espiritualmente. Es todo un proceso, pero debemos caminar confiados en que Dios nos lleva de la mano. Y los cambios son difíciles, pero, ¿qué de aquellos cambios que no son para nosotros? Vemos en el texto como Dios le dice a Moisés que observe desde lo alto la tierra que van a poseer los hijos de Israel, pero que él no va a pisar. Moisés estuvo muchos años en el desierto dirigiendo al pueblo de Israel y ahora no va a disfrutar de la tierra prometida. Pero todo no queda ahí. Dios le pide a Moisés que vaya a animar a Josué porque él sí va a entrar a la tierra prometida a guiar al pueblo de Israel. No sería una tarea nada fácil para Moisés. Quizás así nos hemos encontrado en varias ocasiones. Esperamos una oportunidad en algún ministerio, y creemos que estamos capacitados, pero llaman a otro hermano en la fe para la posición. Quizás llevas años en la iglesia y ves hermanos que llevan poco tiempo y ya están sirviendo y ayudando a cubrir necesidades. A veces podemos sentirnos de la misma manera cuando vemos personas que obran mal, pero todo parece salirles super bien. Pero la Palabra nos dice que debemos animarnos unos a otros. Moisés estuvo dentro del plan de Dios. Fue testigo del poder de Dios a través de su vida y pudo enfrentar al faraón y liberar un pueblo de la esclavitud. Fue testigo de como en el desierto sus ropas no envejecieron, ni se desgastaron sus zapatos. Moisés pudo ver a Dios y tener un rostro brillante por el resplandor de la gloria de Dios. Pero llegó el momento de seguir creciendo, y animar a otros requiere de madurez espiritual. Nuestra concupiscencia nos lleva hacia el egoísmo pero el espíritu nos lleva a olvidarnos del "yo" y pensar en el prójimo. Mientras más nos movamos cerca de Dios, más nos alegraremos por las bendiciones de mi hermano. Nosotros no somos los únicos que debemos movernos. Mi hermano también debe moverse. Oremos para que el Señor vaya quitando cada dia el egoísmo en nosotros y nos dé un profundo amor por los hermanos en la fe para animarlos. Mi amor por el prójimo da testimonio de mi madurez espiritual.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |