Los incendiosn pueden prevenirse aunque ocurren por accidente. Para eso se toman medidas preventivas como tener un extinguidor que se verifica periódicamente. Tratamos de no dejar velas encendidas o cables defectuosos, como medida de prevención. Muchos fuegos forestales comienzan por un cigarrillo encendido, desechado inapropiadamente en un descuido. Y hay fuegos que también ocurren, con menos frecuencia, causados por la naturaleza. Para todos esos debemos tener un plan de contingencia antes de que ocurran. Nuestras vidas, espiritualmente hablando, están expuestas a fuegos inesperados. Nos ocurren situaciones estresantes, que llegan sin ningún aviso, podemos nosotros mismo con nuestro comportamiento provocar situaciones difíciles, y también tenemos las tentaciones que nos acechan constantemente. Pero como con los otros fuegos, debemos tener planes de contingencia según sea la situación. La Palabra de Dios nos da el aliciente que necesitamos para cada situación, pero es muy fácil vernos envueltos, ocupados, tratando de resolver por nuestra cuenta todo lo que nos aqueja. Dejamos la ayuda de Dios y su dirección a un lado, pensando que podemos resolverlo mejor. Nos encerramos en el calor del fuego, sin poder ver la ayuda que está afuera. David era un hombre de Dios, pero imperfecto, el cual después de ganar tantas batallas, perdía la batalla en que se encontraba a consecuencia de haber pecado. Este salmo 38 es un clamor a Dios, en medio de su angustia, Él sabía que lo único constante en su vida, era Dios. Hoy día no es diferente. Tenemos muchas situaciones que pueden agobiarnos, al parecer asfixiantes como el humo de un fuego, solo debemos asirnos de la mano de Dios para que nos libere y nos ayude a caminar en fe. Dios conoce todo nuestro porvenir y es nuestro escudo y nuestra salvación. Es el agua de vida que puede refrescarnos en medio de los tiempos difíciles. Debemos nutrirnos de su Palabra y la oración antes de enfrentar las situaciones, como Olán de contingencia. Podemos buscarlo en la aflicción, pero Él quiere estar en tiempos de reposo también. Oremos al Señor presentando nuestras vidas delante de Él, entregando a sus pies todo lo que nos preocupa o nos oprime. Solo Él tiene palabras de vida eterna
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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