Basta una mala experiencia, una sola, para dejarte marcado para siempre. Tuviste un mala experiencia en el agua, y le tienes miedo a nadar. Te mordió un perro una vez y ya no te les acercas. Te dijeron una sola vez que te veías fea, y no vuelves a mirarte al espejo de la misma manera. Un alimento que consumiste te provocó enfermarte y no lo comes más. Una persona que amabas te falló y decides de ahora en adelante no volver a confiar en nadie, o no volver a comprometer tu corazón. Lo cierto es que recordamos muy fácilmente las vivencias negativas...nos marcan para toda la vida. Las experiencias buenas y que nos causaron alegría toman un camino más largo para llegar a nuestra memoria, mientras que las que nos causaron dolor, parecen llegar a nosotros por una autopista a toda velocidad. Dios no nos creó para sufrir, nos creó para vivir en una perfecta comunión con Él, en un mundo perfecto y hermoso que creó para nuestro disfrute. El pecado afecta nuestras vidas y el mundo y la naturaleza se han corrompido por él. Pero Dios nos amó desde antes de la fundación del mundo. Él proveyó por su gracia y misericordia nuestra salvación y una vida abundante en Él. Nuestro Señor nos conoce desde que estábamos en el vientre de nuestra madre. Conoce como pensamos y cómo actuamos, y sabe que los pensamientos negativos nos acechan y tratan de quitarnos el gozo. Así que Él nos dice en la Biblia, Su Palabra, que siempre estará con nosotros, cuánto nos ama, que Él puede sanar todas nuestras heridas y restaura nuestro corazón de piedra a uno de carne. Pero me encanta que no lo dice una sola vez. Lo menciona muchas veces en la Biblia. En el versículo que acompañó aquí le dijo al pueblo a través de Hageo que estaba con ellos. Justo en el próximo capítulo se los recuerda nuevamente. La Biblia dice trescientas sesenta y cinco veces "no temas ". Toda la Palabra nos habla de su amor. Dios nos recuerda sobre todo lo que podamos estar viviendo que no estamos solos, que no hay herida que Él no pueda sanar, que no hay situación difícil sobre la que Él no tenga el control. ¡Cuánto nos gusta escuchar que nos digan que nos aman! Él nos revela su amor una y otra vez. Sus promesas y sus bondades son más que cualquier otra idea que podamos tener. Jesús nos dijo que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Oremos al Señor reconociendo su presencia en nuestras vidas en todo momento. Entreguemos a Él cualquier pensamiento que pueda tratar de quitarnos el gozo y La Paz que Él nos ha regalado. Demos gracias por todas las veces que nos recuerda cuánto nos ama.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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