Soy buena en muchas cosas. Me encanta la cocina, y puedo crear recetas. Me desempeñó excelentemente como tecnóloga médica y todo lo que tiene que ver con mi profesión. Recientemente, descubrí que soy buena haciendo libretas artesanales o cosidas a mano. También he descubierto cosas en las que no soy buena. No soy buena en las tareas de coser telas. No soy diestra en la tijera, ni enhebrando una aguja. Cada vez que necesito enhebrar la aguja para coser las libretas tengo que pedirle ayuda a mi esposo. Asï que me dedico a hacer las cosas que puedo hacer bien. Como mujer cristiana, Dios me ha dado dones y talentos para ser usados para su obra. Recientemente, descubrí ese don que tenía escondido desde niña, sobre la escritura. Dios me está llevando por nuevos caminos donde he tenido que aprender a caminar en fe y en total dependencia de Él. No son procesos fáciles, pero terminan siendo maravillosos. Nuestros dones vienen acompañados de una responsabilidad. ¡Debemos usarlos para su gloria! ¡Debemos usarlos! Y debemos dejarnos dirigir por su voluntad para obrar donde Él quiere. Es muy fácil vernos ocupados con las tareas de esta vida tan agitada y estresada que este mundo nos exige. Es tan simple como no detenernos a pensar y a orar para escudriñar nuestros corazones, y descubrir quiénes somos. Todos tenemos dones y habilidades con un propósito específico, un propósito eterno. Pero puede que no los conozcamos. A veces no nos conocemos a nosotros mismos. En otros casos, puede ser que los temores nos paralicen. Tenemos miedo al fracaso, a ser criticados, a hacerlo mal y sentirnos avergonzados frente a otros. ¡Pero te estás perdiendo una gran bendición! Servir a otros es de gran gozo. Dios me ha llamado a escribir y es mi oración que mis palabras sean ungidas y dirigidas por e Espíritu Santo, ya que sin su respaldo, son simples letras. Es mi oración que mis palabras, estas letras, puedan llegar a marcar a otros, como su Palabra me ha marcado a mí. (Lean el capítulo 9 de Ezequiel) Quiero que mi testimonio muestre a otros que Dios es real, cambia vidas y sigue obrando en nuestros tiempos. Tú tienes dones y talentos que puedes gozarte usando para su obra. Quizás tu misión es impactar a otros entonando alabanzas. Quizás tu misión es dar comida a los que tienen hambre. Quizás tu misión es escuchar y aconsejar a otros. Quizás tu misión es enseñar a otros. Quizás tu misión es cuidar del enfermo. La lista es muy larga. A veces tu don es llamar a los que están solos. No lo sé. Pero no hay mayor bendición que ser usados para el bien del evangelio que hemos recibido. Que podamos decir: “Ya he cumplido con la orden que me diste”. Oremos al Señor dando gracias por los dones y talentos que nos ha dado, tanto para ganarnos la vida, como para la expansión del reino. Que u Espíritu Santo nos muestre los dones que no hayamos reconocido aún y nos guíe a usarlos según su voluntad.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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