“Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.” La Mujer virtuosa ve las oportunidades y las aprovecha. ¡Cuantas veces hemos visto varias personas con una misma oportunidad de frente, pero no todos se apoderan de ella! Dios nos ha dado a todos talentos y dones para ayudarnos a sobrevivir en la vida y servir a otros. Yo no soy buena cosiendo ropa, pero soy buena cocinando. Yo no tengo la vocación para ser una buena enfermera, pero soy una excelente tecnologa médica. Podemos ver dos niños que practican a correr juntos, pero solo uno de ellos se convierte en atleta. Dios hace salir su sol y deja caer su lluvia para todos, y más aún tiene su gracia para sus hijos. Hay ocasiones en que una mujer puede pensar que ella no ha sido tan bendecida como otra, y es que ha dejado pasar frente a ella oportunidades sin pensar que le pertenecen. Dios nos bendice a todos de maneras diferentes, pero siempre está ahí y tiene un propósito para nuestras vidas, somos nosotros mismos los que a veces nos saboteamos lo que tenemos por delante. Para eso debemos trabajar primero con nuestra autoestima. Muchas veces nos vemos incapaces de llevar a cabo alguna función porque pensamos que no podemos o que no estamos capacitados. Dios es quien nos capacita cuando buscamos y seguimos su voluntad. Tomar decisiones para nuestra vida a veces nos da temor, manejar un hogar como madres solas puede hacernos sentir que somos débiles ante ese gran peso, o administrar un hogar junto a un esposo maravilloso puede a veces intimidarnos porque no queremos fallar o hacer algo incorrecto. La sabiduría comienza por el temor a Dios, lo dice su Palabra. Debes comenzar por ahí. Dios hizo su creación perfecta y vio que era buena. La sociedad nos pone moldes muy difíciles de llenar, pero el molde que debe preocuparnos es el que se espera de nosotras como hijas de Dios. Nuestro modelo a seguir es Jesucristo y nuestra dependencia es de Dios. El verso dice que “planta viña con el fruto de sus manos”, nuestras manos crean cosas maravillosas. Nuestras manos sirven para peinar a los niños, para cuadrar las finanzas del hogar, para confeccionar una cena donde podamos compartir, decorar una mesa, forrar las libretas de la escuela, pueden dar un vaso de agua al necesitado, pueden usarse para extender las manos al cielo, pueden pasar las páginas de la Biblia y pueden expresar amor a nuestros seres queridos. Dios te dio muchas capacidades, y te dio la mayor de todas que es la capacidad a través de su Espíritu Santo de recibirle para salvación. Las oportunidades están frente a ti todos los días, solo pídele a Dios poder reconocer las que más nos convienen. Oremos al Señor presentando nuestras vidas y que nos muestre las inseguridades que tenemos que no nos dejan tomar oportunidades y bendiciones que pasan frente a nosotros. Que su Palabra nos guie al camino que debemos seguir. Nuestras manos están bendecidas para bendecir.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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