Todos hemos querido alcanzar cosas en la vida, nos hemos trazado metas en el camino. Unos han sido más ambiciosos, en el buen sentido de la palabra, y otros han sido más conservadores. Pero de algo estoy segura... todos han tenido que enfrentar los tropiezos que nos importunan en ese caminar a lograr lo que nos hemos propuesto. Nos ha ocurrido en los estudios, en los trabajos, al querer iniciar un negocio propio, en cosas que queremos para nuestro hogar, en conquistar a alguien, y hasta en cosas espirituales como el tener una vida de agrado y obediencia al Señor, o servir en un ministerio, y las mujeres no son la excepción. Cuando leo el pasaje de que la Mujer virtuosa se asegura de que los negocios vayan bien, o sea, tengan ganancia, y su lámpara está encendida hasta tarde en la noche, lo que muestra es que es perseverante. Se mantiene produciendo constantemente. Dios hablaba a mi vida esta semana, recordando cómo comenzó este blog, y como pasé una crisis es los pasados meses donde enfrenté hasta quebranto de salud y se me hacía difícil escribir, ¡estaba en blanco! Así mismo pasaron por mi mente tantas otras cosas que comencé y no terminé. Y entendí que Dios quiere que sea consistente aún cuando aparecen tropiezos, o las cosas ya no fluyen tan fácil. De esa misma manera, hay otras cosas que he querido comenzar, proyectos nuevos que emprender, pero primero debo aprender a no rendirme cuando las cosas se ponen difíciles y ese principio aplica a todo. Habrá días en que esté cansada o no tenga el ánimo , pero como hablábamos de la mujer que es fuerte, es ahí donde debemos depender del Señor. Pero no solo es el perseverar, es hacerlo trabajando y esforzándose. Aún si no aparecen tropiezos a lo que queremos, muchas veces el desánimo o el querer lograr las cosas con el menor esfuerzo posible, van a alejarnos de alcanzar la meta en un tiempo apropiado. Aún en el ámbito espiritual, muchas veces queremos crecer y madurar, pero no dedicamos tiempo a leer y estudiar la Palabra, no dedicamos tiempo suficiente a orar, nos llenamos de otras cosas que no nos edifican, y pensamos que sin ningún esfuerzo lo vamos a lograr. Y realmente eso no viene de nosotros, el Espíritu Santo va a ir transformándonos y va a hacer la obra de restauración en nuestras vidas, pero debemos tener una disciplina personal y un enfoque hacia lo que queremos. Según nos acostamos tarde a veces hablando con amistades, o viendo algo en la tv, podemos no irnos a acostar hasta qu hayamos dedicado el tiempo necesario a nutrirnos del alimento espiritual. Duos is puede hacer grandes cosas en nuestras vidas y ayudarnos a alcanzar nuestros sueños, si van alineados a su voluntad, Muchas veces esos sueños, Él los puso allí cuando nos repartió los dones y talentos, pero quiere enseñarnos a utilizarlos para que otros que nos conozcan glorifiquen su nombre y vengan a Él. Que todo lo que hagamos, lo hagamos excelentemente como para el Señor y no para los hombres. Oremos al Señor y entreguemos a Él nuestros sueños y anhelos para que sea Él mostrándonos su voluntad y que sea nuestro apoyo para hacerlos realidad. Que nos ayude a no rendirnos ante los momentos difíciles, ya que son pasajeros y alcanzaremos un fin mayor. Que en todo lo que soñemos, nuestro mayor anhelo sea agradarle y servirle con lo que hagamos y que nuestra perseverancia sea testimonio a otros de que es Él quien nos lleva de la mano.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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