No podemos evitar que llegue el invierno. Es un proceso de la naturaleza donde cada estación del año tiene su función para que todo siga funcionando correctamente. Las plantas nacen, florecen, pasan por el calor del verano, donde con la energía del sol radiante preparan su alimento, luego pierden sus hojas en el otoño para prepararse para el tiempo de frío, que es el invierno. Todo Dios lo creó perfecto, y nada ocurre espontáneamente o al azar. El invierno también llega a nuestras vidas; épocas frías donde vemos que nada florece. Unas veces nos parece muy largo, y en otras ocasiones, muy corto. Pero lo importante es conocer que va a llegar y que debemos prepararnos antes de que llegue. Así funciona la Mujer virtuosa, y ésto aplica a las solteras, a las casadas y a los hombres. El invierno va a llegar: los problemas, la escasez, ese silencio en nuestra relación con Dios. Así que debemos estar preparados, ponernos doble ropa: debemos orar más, estudiar la Palabra y memorizarla para que el Espíritu Santo traiga a nuestra mente lo que hemos aprendido en teoría y que es el momento de ponerlo en práctica. Dice el pasaje que “toda la familia está cubierta de ropas dobles”. Debemos cubrir a los hijos, a nuestro cónyuge, a nuestros padres. Debemos hablarle a nuestros hijos sobre cómo enfrentar situaciones difíciles, pero ellos creerán más a lo que vean en ti. Ellos van a imitar lo que ven que tú haces para enfrentar la crisis. Si tu gritas, ellos van a gritar, si tú estás ansioso, ellos experimentarán la ansiedad, si te pones de mal humor, ellos aprenderán tus caretas, pero si tú te postras a los pies del Maestro en humildad, reconociendo que dependes totalmente de Él, ellos aprenderán a confiar en un Dios que es real. Nos cubrimos en oración pero también nos cubrimos unos a los otros dándonos apoyo, escuchándonos y aconsejándonos. Debemos tener un ambiente de confianza, donde todos se sientan libres de hablar y compartir sus preocupaciones. La familia que es feliz no vive sin problemas. El hogar feliz tiene problemas, pero Dios es el centro del hogar y cubre todas nuestras debilidades y renueva nuestras fuerzas. Podemos estar confiados en que Él hará, sólo debemos cubrirnos con Él. Oremos al Señor para que nos ayude a ir de su mano en los tiempos difíciles y no desmayemos. Que nos dé la sabiduría para cubrir de “ropas dobles” a nuestras familias.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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