Esta mañana observaba un recipiente que se encontraba en el lavamanos de el baño y estaba lleno de agua. Estaba inclinado hacia el lado derecho y el agua se desbordaba y caía poco a poco. Dios utiliza hasta las cosas mas simples en nuestro diario vivir para hablarnos y enseñarnos como hacía con sus discípulos cuando les relataba las parábolas. Con las parábolas, Jesús utilizaba ejemplos del diario vivir para mostrarles grandes verdades espirituales. Y de inmediato, recibí una enseñanza del envase con agua. Nuestras vidas son como el recipiente. Decidimos con que las vamos a llenar. Podemos tener el recipiente vacío, que es cuando no hemos recibido a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Entonces tenemos vidas vacías y buscamos llenarlas con lo que este mundo nos ofrece: placeres, relaciones, trabajo, vida social, vicios, etc. Pero podemos ser tocados por el Espíritu Santo y darnos cuenta de nuestra condición de pecadores, y Dios nos hace un llamado, el cual cuando le respondemos afirmativamente nos da la potestad de ser hijos de Dios y nuestros pecados son perdonados. En ese instante dejamos de tener una vida vacía porque Dios envía al Espíritu Santo a morar en nosotros, que es el agua de vida eterna. Ya tenemos agua en nuestro recipiente pero depende de nosotros llenarnos por completo de ella. Podemos tener agua, pero dejar espacio para otras cosas. Dios quiere que vivamos au plenitud y que cada día que pasa crezcamos mas en Él. Debemos llenar nuestra vida con su Palabra y la oración. Dios primero va a trabajar en nuestras vidas antes de poder usarnos para el Reino y alcanzar otras vidas que tienen necesidad. Debemos estar inclinados para servir. Cuando estamos de pie, estamos abiertos a recibir del agua espiritual para nuestras vidas. Cuando nos inclinamos, el agua va a fluír, y podemos derramarla sobre otros. Debemos estar dispuestos, y hacernos disponibles para ayudar y servir a los demás. Requiere de doblegar nuestro orgulloy humillarnos ante Dios para que toda la gloria sea de Él. Debemos estar inclinados para servir. Oremos presentando nuestras vidas a Dios para hacernos disponibles para servir a otros. Pidámosle que nos siga enseñando y transformando cada día para ir creciendo en Él. Que podamos ver el privilegio que hay en servir.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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