Antenoche no pude dormir muy bien. Tenía dolor en el oído izquierdo y me molestaba mucho. Traté de dormir moviéndome en la cama de lado a lado, y así pasé la corta noche porque tenía que levantarme a las cinco de la mañana. Pensé que durante el día, iría a consultar a la doctora que tiene oficina en el mismo edificio donde trabajo para que me recetara algún medicamento porque de seguro tengo una infección.
El día transcurrió, muy ocupado, con diferentes situaciones que me quitaban de la rutina, y el tiempo pasó volando. Llegó la hora de irme, y luego de camino a mi casa recuerdo que no fui a visitar a la doctora. ¿Pueden creerlo? Con una molestia en el oído y no me fui a atender. Lo ocupado de mi día hizo que viviera con ese dolor y lo pasara por alto. ¡Increíble, pensaba yo! Pues como Dios utiliza todas nuestras vivencias para hablarnos, trajo a mi mente el versículo que aquí menciono, que habla de que todos somos parte del cuerpo de Cristo. Cada uno de nosotros debemosnvivir en una unidad tal que si un miembro se duele, los demás nos dolemos con él. Somos uno. Sin embargo, los estilos de vida que adoptamos de este mundo nos mantienen ocupados cada día más. Porque aún venimos a Cristo y los adaptamos a la vida cristiana. Si soy una persona que estoy acostumbrada a hacer mil cosas, llego a la iglesia y me cargo de ministerios también. Y no me malinterpreten, el servicio al Señor es un mandato, muy necesario, y algo natural que sale de un corazón agradecido. Es el estar tan ocupados que aún los de nuestra propia casa se duelen y lo podemos pasar por alto. De la forma en que vivimos y vamos a la iglesia, ¿nos damos cuenta si un hermanito tiene alguna necesidad física, emocional o espiritual? ¿Podemos notar si alguno está triste o deprimido, si necesita oración o apoyo? O, ¿vamos con tanta prisa a la casa de Dios, oramos, alabamos, escuchamos el mensaje y saludamos de prisa y nos vamos? Y si sabemos que tienen un dolor, una necesidad, ¿nos dolemos con él? Dice su Palabra que debemos ir creciendo en amor, en piedad, en virtud, o de lo contrario estamos como ciegos porque no recordamos de donde Dios nos sacó y perdonó nuestros pecados. Una relación mas estrecha con Dios nos guiará a estar en comunión con nuestros hermanos en la fe, no el tiempo que pasemos haciendo cosas. Y las cosas que hago que me ocupan mi tiempo, ¿Con qué motivación las hago? Oremos para que el Señor nos muestre en que le hemos fallado y nos haga sensibles a su voz para permanecer en una unidad perfecta con su cuerpo donde realmente nos dolemos unos con los otros cuando hay necesidad. Que nos ayude a examinar nuestra vida y organizar mejor nuestro tiempo.
1 Comment
Santos Zambrana
3/4/2016 09:56:58 am
Es bien importante la organizacion fe nuestro tiempo de manera que podamos meditar en el señor en paz y tranquilidad y que el primer tiempo de la mañana lo dediquemos a El.
Reply
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |