Parece que fue ayer que nació mi nena y me comvertí en madre, pero ya falta un mes para el quinceañero de mi hija. Comenzamos los preparativos casi un año atrás porque ella sueña con su fiesta como toda una princesa. Hoy comenzamos a preparar las invitaciones, pero decidir a quien debemos invitar es la parte mas difícil. El salón tiene espacio para una cantidad específica de personas y además quisiéramos invitar a todos los que conocemos pero nuestro presupuesto tampoco nos alcanzaría. Recordé entonces el relato de Jesús.
La parábola del hombre rico que hizo un gran banquete e invitó a muchos, pero ellos dieron excusas para no presentarse a la fiesta. Él entonces abrió la invitación a los que nadie invitaría, a los mal vestidos y pobres. Dios tiene un gran banquete que es por invitación. Él entregó a su único Hijo a morir por nosotros en la cruz y eres invitado a las Bodas del Cordero solo si crees en Él, y reconoces que necesitas de su sacrificio para el perdón de tus pecados. Dios tiene muchas invitaciones, y ¿sabes? Tu y yo que hemos creído en Él tenemos el privilegio de llevar las invitaciones a todos lugares y a todas las personas. ¿Tenemos nosotros también excusas para no compartirlas? ¿Entendemos lo importante de ir e invitar a los que no conocen de esta oportunidad? Lo mejor es que el Señor si tiene suficiente lugar y es el Rey de Reyes y Señor de Señores. No tenemos límites al hacer las invitaciones. Este es el banquete que saciará nuestras vidas por la eternidad. Oremos dando gracias, gloria y honra a nuestro Señor por tan grande invitación, no porque la merezcamos, sino por su gracia y misericordia. No teníamos vestidos para asistir, pero Él nos vistió con lino fino; no somos judíos, pero el extendió su salvación a los gentiles o extranjeros; no le conocíamos para poder ser invitados, pero Él nos amó primero, desde antes de la fundación del mundo.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |