¡Llegó el verano! Aquí en Puerto Rico hemos experimentado días sumamente calurosos. En casi toda la isla, los índices de calor han estado sobre los 100 grados. En medio de ese calor, y los protocolos de la pandemia del Covid, mi esposo y yo salimos a conseguir unas cajitas para unos regalos del día de los padres. Debido al distanciamiento social que rige ahora todos los lugares donde puedan aglomerarse personas, tuvimos que hacer unas filas fuera del edificio donde pensamos comprar las cajitas. Pero la fila en el lado del edificio gozaba de una buena sombra. Ese refugio para huir del sol caliente que se hacía sentir, traía alivio y hasta podíamos hacer la fila con calma y sin el apuro por irnos de allí. Al menos durante toda la tarde, esa sombra estaría refrescando todos los que hicieran fila allí. Me gusta el versículo que comparto en la primera foto porque la Biblia nos habla de la protección que tenemos bajo la sombra de Dios. Esa sombra que me dio alivio, duraría una tarde allí, pero el favor y la protección de Dios duran por siempre. La vida nos trae a todos situaciones que pueden agobiarnos y agotarnos, como lo hace el calor del sol. Pero la bendición de ser hijos de Dios nos da alivio, nos guarda, y podemos disfrutar de la fidelidad inmerecida de Dios hacia nosotros. Siempre es motivo de adoración el reflexionar en el amor de Dios y que Él permanece fiel aún cuando nosotros no lo somos. Este mundo corrompido por el pecado trae ansiedad a nuestras vidas, mostrándonos lo frágiles que somos, y el poco control que tenemos de las circunstancias externas. Este año ha sido difícil en Puerto Rico por los temblores y terremotos, la pandemia y las situaciones de corrupción de nuestro gobierno. Pero, en todas estas cosas somos más que vencedores y hoy somos testigos del poder y la provisión de Dios, incluso en tiempos difíciles, donde la lógica de lo que se espera no concuerda con las promesas cumplidas de Dios. Disfruta bajo la sombra del Altísimo de la vida abundante que Jesucristo ganó para ti en la cruz. El Señor siempre está ahí, nosotros somos los que nos alejamos de Él. Alimenta tu espíritu con el agua que salta para vida eterna y el Pan de Vida y podrás disfrutar de lo bueno del verano en tu vida. Oremos al Señor dando gloria a su nombre por su fidelidad. Que podamos recordar cada mañana sus bendiciones y que el Espíritu Santo nos ayude a cubrirnos bajo su gracia y sus cuidados en casa aspecto de nuestras vidas.
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AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
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