Estuve participando de un taller de sanidad interior en la iglesia que asisto. Estuvimos varias semanas tomando talleres y llevando a cabo dinámicas para poner en práctica los temas. Demás está decirles que por años estuve escuchando los anuncios del taller, pensando que eso era para otro tipo de persona, que estuviera pasando situaciones de depresión o momentos difíciles. Y sí es una realidad que les vendría de mucha ayuda, pero también es de gran ayuda a los que pensamos que estamos sanos. Llegué a un momento en mi vida donde quiero seguir creciendo en el Señor y comprometerme cada día mas con Él. Y cuando más queremos servir al Dios y que Él nos use a través de Su poder, llegan sucesos del pasado a nuestra mente, que ya creíamos olvidados, pero aparecen como fantasmas a tratar de quitarnos la paz. Pueden traernos sentimientos de tristeza, culpa, provocarnos que baje nuestra autoestima (que está en el valor que Dios nos da y no en nada que pueda ser variable), entre otros. Puede entonces entrarnos el desánimo a la hora de querer servir para Dios. Así que, había llegado mi hora de entrar al taller y sanar. En todo este proceso, puede aprender muchas cosas, pero lo que más me impactó, hasta este momento, es que Dios tuvo misericordia de mí y me salvó por el sacrificio de su Único Hijo, me limpió a través de su sangre y limpió mis pecados, y los arrojó al fondo del mar donde nunca más se acordará de ellos. Dios nos dio la encomienda de llevar su evangelio a todo lugar para que otros le conozcan y le den gloria. ¡Él pudo salvarnos y usarnos para trabajar para Él! ¡Si a fin de cuentas es por su poder en nosotros que podemos ser efectivos! Todo lo bueno que aportamos proviene de Él. Pero Él nos ama. Tiene un amor inagotable por mí, y por tí, y se interesa realmente en nosotros, en quienes somos, en lo únicos que somos, en sanarnos. Le interesa mi bienestar, le interesa como me siento, lo que vivo, mas que a nadie que conozca o haya conocido. Él me ama tanto que quiere que sea libre, que viva la vida abundante que me ofrece. Él quiere llevar mis cargas y que yo se las entregue como un acto de fe. Él me vio. Él conoce todo lo que he pasado, lo que he vivido, y lo que yo he hecho mal, y aún me ama. Se interesa por sanar cada detalle de mi corazón. ¿Cómo no voy a entregarle todo lo que he estado llevando a cuestas, si para Él llevarlo es un acto de amor hacia mi? Él me ama. Oremos al Señor dando gracias por un amor que nos sorprende mas cada día. Enteguemos a Él todas nuestras preocupaciones y ansiedades, para que nos dé descanso. Que podamos regocijarnos en un amor tan grande y recordemos que Él se interesa por nosotros.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutoraMe llamo Myrnaly y resido en Ponce, Puerto Rico. Soy Cristiana, esposa, madre, y profesional. Tengo un Dios que me sostiene en Su Gracia y Misericordia, y renueva mis fuerzas cada dia. Blog Anteriores
September 2019
Categories |